Hasta ahora, es posible establecer que la publicidad colombiana del automóvil nació en 1913. La marca involucrada fue Cadillac, nombre de lujo de GM.

Por Camilo Ernesto Hernández Rincón, historiador automotor.
Especial para EL CARRO COLOMBIANO.

Gran Bretaña ostenta al Rolls-Royce, Alemania a Mercedes-Benz y Estados Unidos a Cadillac. Una marca de culto que en casi 120 años ha creado modelos icónicos, con innovaciones tecnológicas y el lujo expresado desde la visión norteamericana.

No siempre con la sobriedad por principio: motores de hasta 16 cilindros en «V», aletas de cola gigantes como las del modelo 1959, proveedor natural para los presidentes de Casa Blanca y otras naciones, largas limusinas, clientes incónicos como Elvis Presley… Todo ello y más, bajo el escudo de armas del fundador de la meca automotriz, Detroit, Antoine de la Mothe-Cadillac.

Sus inicios de la mano de Henry Leland también representaron la estandarización en la industria automotriz, al conseguir que sus partes fueran tan precisas que garantizaban el intercambio entre modelos similares, con absoluta compatibilidad y garantía de funcionamiento. Esta virtud, premiada con el trofeo inglés Dewars, le valió el eslogan de «El Estándar del Mundo».

Cadillac, publicidad automotriz más antigua en Colombia (1913)

Pionero

Los inicios del automóvil en Colombia también están ligados a Cadillac. En 1903, año en que se fundó esta marca, se registró la llegada del primer carro a Bogotá. También fue un Cadillac.

Aunque hay una teoría no comprobada de otro auto marca Orient llegado un año antes, el registro del Cadillac en Bogotá está plenamente documentado por los sucesores de quien lo trajo, Ernesto Duperly.

Este empresario, pionero también en la importación de equipos fotográficos, fue luego su agente oficial para la capital del país. Además, en 1910 fue el responsable de crear el primer servicio público de transporte entre Bogotá y Tunja, con una flota de vehículos de marca… si, Cadillac.

Una vez apropiado de su papel como importador, aparece la necesidad de promoción. Es aquí cuando se puede lanzar la hipótesis de la primera vez en que se hace publicidad de un automóvil en Colombia.

Cadillac, publicidad automotriz más antigua en Colombia (1913)

Primeros anuncios

Estudios previos realizados por investigadores como José María Raventós, indican antecedentes que se remontan a fabricantes de carruajes para caballos hacia 1886, o a maquinaria agrícola en 1904. Pero es en 1913 cuando aparecen los primeros anuncios pautados en prensa para un vehículo automotor de pasajeros, específicamente.

También son los primeros anuncios que ilustran el producto, le dan relevancia a la marca y complementan lo anterior con un eslogan. Precisamente, el antes citado «El Estándar del Mundo».

Como adición a todo ello, la frecuencia de la pauta diaria es constante durante varios meses en las primeras planas de El Tiempo, periódico que había nacido apenas dos años antes y manejaba por entonces un formato tabloide a tres columnas.

La publicidad del Cadillac aparece en la columna central a todo su ancho, un poco más abajo de la mitad de la página y lo suficientemente evidente para destacarse a simple vista. De hecho, es el más notorio de los avisos: contiene una imagen del vehículo y la marca en su tipografía específica.

Cadillac, publicidad automotriz más antigua en Colombia (1913)

En el texto se mencionan sus principales avances técnicos, como el encendido eléctrico (factor fundamental del momento ante el peligro de las manivelas de arranque) y la gama de tres versiones (se ilustra el modelo Touring de 6 pasajeros).

No falta allí la invitación para ponerse en contacto con sus representantes en Colombia, que recaían en realidad en L. Restrepo y E. Duperly, con dirección de su casa matriz en Nueva York.

Además de este anuncio, hasta ahora se conocen otros dos que también promovían a Cadillac en esa época. Uno de fuente desconocida que refiere la dirección de Ernesto Duperly en Bogotá, y un segundo aviso publicado en Medellín, un año después, que pone como único agente a Moras Restrepo & Cia., y muestra una sección de su transmisión trasera.

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Cadillac 1913

Mérito

¿Fueron efectivos estos anuncios en ventas y recordación? Aunque es difícil cuantificarlo a la luz de un análisis contemporáneo, lo cierto es que si le tuvieron que granjear a Cadillac un reconocimiento que duraría décadas completas desde ese bautismo al siglo XX para una nueva Colombia.

Su principal consecuencia queda representada en ser, junto con Packard, Lincoln y otras marcas de lujo, la elección de los pudientes de la época que incluyeron a la misma Presidencia de la República, con predilección en la década de 1950, cuando el régimen militar de Rojas Pinilla los volvió sello de identidad. Aunque ahí comenzó su declive, con el advenimiento de Mercedes-Benz que dominaría hasta hoy.

Algunos vehículos funerarios en años posteriores, el fallido intento de GM Colmotores de ofrecerla en su portafolio con la apertura de los años noventa y unas pocas unidades del SUV Escalade de importación directa, son el resumen de la gran marca estadounidense de lujo en Colombia.

Su mérito indirecto fue el de inaugurar la hoy copiosa y diversa publicidad automotriz nacional.

Cadillac 1913

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Textos e investigación: Camilo Ernesto Hernández Rincón.
Créditos especiales: «Historias del Automóvil en Colombia», Juan Guillermo Correa Naranjo. Edición por Museo del Transporte Fundación, 2018.
Edición de texto, reconstrucción digital de imágenes, y Dirección General: Óscar Julián Restrepo Mantilla.

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