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De todos los Fiat construidos en Colombia por la desaparecida Compañía Colombiana Automotriz, el 147 es quizás el más recordado. Contó con una importante difusión mediática, que vale la pena recordar en esta nueva entrega de “Publicrónicas”.
Por: Camilo Ernesto Hernández Rincón, especial para EL CARRO COLOMBIANO.
Entre 1979 y 1983, Colombia tuvo en sus vitrinas al Fiat 147. Un vehículo compacto y sencillo, pero de diseño y potencia notables como correspondía a su origen italiano. Derivado del Fiat 127 de 1971, inauguró la planta brasileña de la marca en 1976. Desde allí, venía a nuestro país el material para ensamblarlo en la antigua Compañía Colombiana Automotriz.
Con este auto se reemplazaría al “Topolino” Zastava 750Z, versión yugoeslava del Fiat 600, y al Fiat 128 San Remo oriundo de Argentina. Toda una puesta al día para explotar el verdadero potencial de esta marca, afincada en modelos ya demasiado conservadores y hasta obsoletos en la vitrina nacional, salvo por el 128.
A diferencia de los vehículos, se mantuvieron sus antecedentes publicitarios. Algunos recuerdan al Fiat 128 bajando unas escaleras en la televisión de los años ’70, pero ese eco lejano era réplica de las impactantes campañas que Fiat realizaba en Europa, recurriendo a escenas y dobles cinematográficos de acción. Así se presentó al 147 en nuestro país.
Osado y acrobático
Ya rodado en colores para cine y televisión, el comercial de lanzamiento del Fiat 147 coincidió mucho con el del primigenio 127. Saltos a alta velocidad, persecución de motos a campo traviesa y una escena modificada con tren de por medio fueron la norma en una producción que rebosaba energía, agilidad y juventud.
Mientras en el comercial italiano, el carro rojo saltaba y recorría los vagones de un tren en movimiento, en la versión colombiana eran sus dos ocupantes quienes conseguían escapar en la parte trasera de un tren de pasajeros. Una pareja que se despedía de sus “perseguidores”.
Esas acrobacias se reflejaron en un anuncio impreso bajo el encabezado de “Campeoníssimo”, reproducido dos veces para enfatizar la emoción. Nótense las dos letras “S”, aludiendo al origen italiano tan ligado a la velocidad con emotividad.
Paso a lo tradicional
La publicidad fue novedosa, pero el ‘slogan’ de la marca permanecía intacto: “Fiat, la respuesta para cada necesidad”. En ello también hubo un quiebre pues, hasta 1978, todos los modelos de la C.C.A. aparecían en medios impresos más en ilustración y menos en fotografía, formato obligatorio con el nuevo producto.
Con el paso del tiempo los anuncios se hicieron más conservadores. Ahora enfatizaban en las bondades del vehículo donde, más allá de la vocación deportiva, encontró su verdadera acogida: diseño, economía y funcionalidad.
De hecho, se haría más sobria y elegante con la apertura económica de 1979 que induciría a C.C.A. a reemplazar al ya agotado Polski 125P con el nuevo 131 Mirafiori, y a presentar al único auto importado en manos de un ensamblador nacional: el lujoso Fiat 132. Así, el Fiat 147 compartió espacio publicitario con sus hermanos mayores mientras cambiaba de cara en 1981.
Un año después, habría espacios adicionales para promover al vehículo: la aparición de la Revista Motor, sorteos en los que era premio mayor y hasta la efímera serie de televisión “Agente Viajero” con Alí Humar, en la que su nueva versión ‘station wagon’, denominada 147 Panorama, lo sostendrían con éxito.
Aún cosechando éxitos y enfrentando a los Chevrolet Chevette, Renault 6 y uno que otro importado, el Fiat 147 desapareció del mercado nacional a mediados de 1983 con el cambio de dueños en C.C.A., que pasó de manos de Fiat a Mazda en otra historia que ya les contamos en Publicrónicas.
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Galería Fotográfica
Fiat 147, publicidad en Colombia (12 imágenes)
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Textos e investigación: Camilo Ernesto Hernández Rincón, historiador automotriz. Especial para EL CARRO COLOMBIANO.
Imágenes: Archivo personal Óscar Julián Restrepo, Camilo Ernesto Hernández, Omar Johannes Pulido, Marcelo Correa.
Restauración de imagen, edición y Dirección General: Óscar Julián Restrepo Mantilla.
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