Nissan Patrol G60 y su historia en Colombia a través de la publicidad (1960-1980)

El gran éxito del Nissan Patrol, competidor del Toyota Land Cruiser, se hizo más fuerte gracias a los anuncios que lo promovieron durante sus dos décadas de vigencia en el mercado. Las trochas, las calles y la publicidad lo hicieron realmente visible.
Texto .
Por Camilo Ernesto Hernández Rincón, historiador automotor.
Especial para EL CARRO COLOMBIANO.

El estándar del campero japonés basado en el Jeep norteamericano recayó siempre para el mundo en el Toyota Land Cruiser. Pero un país como Colombia, ávido de vehículos todoterreno, trató de tenerlo todo en ese rubro. El Nissan Patrol le plantó cara logrando tal fama y aceptación, que aún hoy es omnipresente y se considera “patrimonio cultural” en municipios como Fómeque, Cundinamarca.

Llegó a Colombia en 1960 con un aspecto diferente, el del 4W66. Aquel se basaba en el original 4W60, a su vez influenciado en el Jeep. Muy pocas unidades vinieron al país, y debieron percibirse como uno de esos productos japoneses copiados en condiciones poco claras, en tiempos de la ocupación norteamericana conveniente con la guerra de Corea.

Al emerger en ese mismo año la nueva Serie 60, con un diseño finalmente propio y más robusto como modelo 1961, arrancó formalmente su trayecto glorioso.

Largo recorrido

Por más de dos décadas, dominó en Colombia como el caso antes citado en el altiplano cundiboyacense, siendo además objeto de comercio gremial en el sector agropecuario y parte de la dotación de empresas estatales o privadas. Su éxito le permitió durar por dos décadas adicionales en las cadenas japoneses de montaje: apenas en 1982, el Patrol Samurai tomó su lugar.

Tal suceso vino de la mano con una publicidad constante, y es en dicha constancia donde recae su mérito práctico. Todo nace con su mismo representante, Distribuidora Nissan (hoy Dinissan) al traer al primigenio 4W66 y anunciar todas sus características desde el dibujo a plumilla, tomado de sus catálogos técnicos.

El énfasis visual recae en el nombre del producto, lo que indica la necesidad de posicionar la marca. Incluso, aparece por primera vez el logo del nombre con el sol naciente detrás, que identifica a Nissan hasta hoy. Con el advenimiento de la siguiente generación, continúa la importancia del nombre completo del vehículo.

Pero el paso del tiempo hizo brillante a la publicidad misma. Eran tiempos de importaciones gremiales y canjes agropecuarios en los que la prensa nacional recibió una avalancha de anunciantes diversa y constante. La competencia siempre se notó, pero Nissan se hizo aún más notoria que la misma Toyota, recurriendo en muchas ocasiones a la fotografía.

Este recurso no solo era permanente, sino que se apoyaba en el retoque y el collage, mucho antes de la aparición del Photoshop. Ello permitió múltiples metáforas visuales que dramatizaban las virtudes del producto ante los lectores, apoyadas muchas veces por juegos tipográficos originales.

Los mensajes textuales si podían ser predecibles en cuanto a las características puntuales del Nissan Patrol y el listado de concesionarios de la marca, pero los recursos visuales y tipográficos resultaban en anuncios visualmente llamativos hacia la segunda mitad de los años sesenta. Aisladamente, aparecen otros anuncios mencionando los primeros representantes de la marca, ajenos a Dinissan.

Relevo

Con la siguiente década se alcanzó un mayor atractivo gráfico, que muchas veces permitió recrear ciertas imágenes. Algunas de ellas pasaron por el dibujo, combinadas con fuentes tipográficas aún más modernas e inéditas para la época.

Esta vez, la invitación apelaba a las mejoras que llegaban en cada año. Los periódicos fueron medios naturales para el Nissan Patrol G60, hasta que a finales de la década, ad portas del “Samurai”, destaca un anuncio de revista a todo color con un imponente ejemplar rojo que sigue manteniendo su ley, cuando ya era un campero totalmente posicionado.

Poco después, la transición a esta nueva generación mostraría cómo pasaba el relevo al nuevo Patrol Samurai, despidiendo al tradicional Patrol G60 con una gratitud que es aún más visible en el presente.

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Textos: Camilo Ernesto Hernández Rincón.
Edición de texto y fotografía, y Dirección General: Óscar Julián Restrepo Mantilla.

Agradecimientos especiales a Héctor Romero, experto e investigador de Nissan Patrol en Colombia, y Marcelo Correa.