A medio siglo de su debut nacional, recordamos este vehículo que nació y vivió a la sombra de su hermano más popular. Eso se reflejó en la publicidad, que anunciaba al Renault 6 bajo el mismo esquema visual, resaltando su mayor tamaño y refinamiento.
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Por Camilo Ernesto Hernández Rincón, historiador automotor.
Especial para EL CARRO COLOMBIANO.
A la sombra del Renault 4 se creó su hermano mayor natural, el Renault 6. Se concibió como una extrapolación mejorada del primero, viendo la luz en medio del «Mayo francés» de 1968. La «Régie Renault» finalmente gozaba de reconocimiento mundial, con producciones que superaban el millón de ejemplares anuales, y un portafolio de vehículos lo suficientemente diverso.
El Renault 6 nació como producto estratégico entre dos estrellas, con una configuración ganadora basada en la exitosa carrocería hatchback de portón trasero. Sobre la base del R4, con mayor tamaño y refinamiento, pero al alcance de quienes no accederían al Renault 16 en la escala superior del lujo. De hecho, el R6 ganó el apodo de «baby R16» por esa aproximación.
Con la implantación de la ensambladora colombofrancesa Sofasa, en julio de 1969, era evidente que se iba a proponer para su línea de producción. Su primera aparición pública en Colombia por la vía publicitaria se dio por entonces, cuando la presencia de la nueva marca era un hecho.
Carros populares para Colombia
En aquel lejano mes de julio, avisos de página completa en la prensa nacional arrojaban la primicia con un anuncio donde el Renault 6 aparece representado, sobrepuesto a la cabeza de un hombre pensante y junto a la frase «Para Colombia, carros inteligentes… carros populares».
Lo que no se puede determinar es el grado de conciencia pública frente al significado de este auto a nivel global, justo cuando se vivía el frenesí de la llegada a la luna de la misión Apolo XI, y justo un año antes del estreno del primer Renault 4 nacional.
Superado el primer año del nuevo carro popular que luego conoceríamos como «Amigo Fiel», Sofasa hacía público en sus vitrinas al novedoso Renault 6 el 21 de julio de 1971. A primer vistazo era evidente la inspiración en el R4, pero más grande, moderno y con elementos de un automóvil acorde a su momento, como las ventanas funcionales con manivela y un potente motor de 1.100 c.c.
Listo para la acción
A cargo de la firma «Publicidad Sancho», la publicidad conservaba el mismo esquema visual que anunció al R4 en 1970, y que en general dominaba la publicidad impresa de Renault en el mundo. De ello, un ejemplo palpable era la publicidad argentina que veíamos en revistas como El Gráfico, muy común por esos días en Colombia por el cubrimiento de los Juegos Panamericanos de Cali.
Esto es, una gran foto del vehículo en la parte superior, un texto conciso y fotos más pequeñas debajo con detalles y el perfil lateral del carro, para finalizar con la marca y el eslogan «El carro colombiano». Pauta a página completa o gran tamaño en diarios, era la norma.
Frente a ello, cabe mencionar que la frase bandera de «Otro colombiano en acción», con la que se conoció al Renault 6 en Colombia, resta protagonismo a su hermano menor que ostentó el eslogan por un año. Esta vez, los mensajes apelan a la versatilidad, practicidad y cierta elegancia con toda la robustez posible, buscando atraer posibles compradores del Zastava 1300 y, en cierto modo, del Dodge Dart.
Ante la falta de fotografías locales debido a la premura, aún se usaban imágenes extraídas de catálogos franceses, algo evidente por un detalle que no tuvieron los Renault 6 colombianos hasta finales de 1980: las rejillas troqueladas sobre el paral trasero, que si fueron de norma en los productos europeos. A la fecha, no se conocen reacciones ante dicho faltante.
Lo cierto es que, a medio siglo del estreno del segundo Renault colombiano, su despegue publicitario se dio bajo la influencia de su más popular hermano. Todo en un ambiente de acomodación a las circunstancias que se depuraría con el paso del tiempo, y la posibilidad de tener un lugar y mensaje propios, determinados por su evolución en el mercado.
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Textos e investigación: Camilo Ernesto Hernández Rincón.
Edición de texto, reconstrucción digital de imágenes, y Dirección General: Óscar Julián Restrepo Mantilla.
