Producido a nivel local entre 1969 y 1976, el Zastava 1300 fue la solución que la compañía Leonidas Lara presentó para aquellos que no podían acceder a los grandes sedanes americanos del momento.
En 1969, el mercado automotor colombiano era precario, con muy pocas opciones, pero con muchas ganas de sacar adelante la industria. Fue así como la firma Leonidas Lara e Hijos, que ensamblaba en Bogotá los Jeep Willys y Commando, y utilitarios International, buscó cubrir las necesidades de las familias colombianas de clase media encontrando la solución en un auto yugoslavo: el Zastava 1300.
Cabe aclarar que este vehículo de cuatro puertas, carrocería sedán y capacidad para seis personas, era solo yugoslavo por el lugar de fabricación de sus piezas de ensamblaje. Su origen estaba en el Fiat 1300, un automóvil mediano nacido en Italia en 1961, y cuya presencia se había extendido alrededor del mundo.
Una investigación del portal Carros y Clásicos recuerda que este auto no era desconocido en Colombia, pues el modelo italiano llegó importado por la firma Corauto, con pobre representación y altísimos precios de venta. El Zastava, por su parte, llegó como taxi en 1966 con techo de acabado ‘ajedrezado’.
Muy pocos cambios
Como se dijo antes, las piezas de fabricación provenían de Yugoslavia, puntualmente desde las instalaciones de Zavodi Crvena Zastava, ubicadas en Kragujevac, en la actual Serbia. Claro, era más barato importar las partes desde allí y podían canjearse por café, negociación que no hubiera sido viable con Italia.
Luciendo algo obsoletos tras una trayectoria internacional de siete años, los Zastava 1300 de primera serie producidos en Colombia entre 1969 y 1972, podían identificarse por sus defensas y protectores metálicos y copas metálicas de gran tamaño. Compitieron con grandes automóviles norteamericanos, de un nivel muy superior por tamaño, lujo y prestaciones.
En 1973, ante la llegada de los Renault 12 y Dodge 1500, el Zastava 1300 recibió protectores de caucho en las defensas, rines de Fiat 128 y copas más pequeñas. Así mismo, en los modelos producidos entre 1975 y 1976 se modificó el lugar de instalación de la palanca de cambios, ahora ubicada en el piso.
Características Generales
A nivel técnico, el Zastava 1300 equipaba un motor de 1.3 litros y cuatro cilindros que, alimentado por un carburador doble, entregaba una potencia de 72 caballos. Accionada desde una palanca de cambios instalada en la columna de dirección, la transmisión manual de 4 velocidades transfería la fuerza motriz a través de un cardan al eje trasero.
Una de sus novedades más importantes radicó en el sistema de frenos. Los modelos iniciales contaban con discos adelante y campanas atrás, pero desde 1970 equiparon frenos de disco en las cuatro ruedas. Así mismo, el performance del vehículo le permitía alcanzar una velocidad punta de 140 km/h.
La carrocería de este auto sedán medía 4,03 metros de longitud, con una anchura de 1,54 metros, una altura de 1,44 metros, y una distancia entre ejes de 2,42 metros. Su peso en vacío alcanzaba los 960 kilogramos.
Fin de producción
Ante el paso inclemente del tiempo, y el éxito obtenido por los Renault 12 y Dodge 1500, la ya denominada Compañía Colombiana Automotriz decidió finalizar el ciclo comercial e industrial del Zastava 1.300 en 1976. Para ese momento, la firma ensambladora ya llevaba tres años bajo el control de Fiat.
En su tiempo, estos vehículos se caracterizaron por su robustez y fortaleza mecánica y de construcción, así como por su notable espacio interior, a pesar de un sistema eléctrico particularmente delicado, como solía ser común en los Fiat de entonces. Hoy en día es muy baja la tasa de unidades sobrevivientes, pero son muy valorados por los conocedores de autos antiguos.
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Textos y fotografías: Óscar Julián Restrepo Mantilla. Fuente: Carros y Clásicos.
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