Para conmemorar este 20 de julio, recordamos aquellos carros que hicieron historia en Colombia. Forman parte de la vida y la idiosincrasia nacional.
Así como ocurre en todas las partes del mundo, en Colombia hay ciertos vehículos que lograron adentrarse en la vida de la gente. La tipología con que se crearon, su diseño, practicidad, robustez mecánica, versatilidad y otros atributos que les fueron favorables, hicieron de estos autos unos símbolos de la historia automotriz nacional.
Como no podía ser de otra forma, en EL CARRO COLOMBIANO conmemoramos este 20 de julio recordando a 10 de aquellos vehículos, que trascendieron de su estado básico como medio de transporte para convertirse en miembros de familia, compañeros de trabajo, cómplices y compañeros de ruta en el viaje de la vida.
Para ello, acudimos a la opinión de nuestros lectores a través de Instagram, que sumada a nuestro criterio editorial y experiencia, dio como resultado el siguiente ránking con vehículos, en su mayoría, de producción nacional. Acompáñenos en este recorrido por los 10 carros más emblemáticos de Colombia.
10. Renault Twingo
Nacido en Francia en 1992, llegó a Colombia a finales de 1995 como un revolucionario auto urbano que proponía un diseño diferente y atributos poco vistos en un carro de su categoría: diseño vanguardista, gran espacio interior y una personalidad suficiente como para sobresalir ante el resto de vehículos.
Tuvo gran auge en su lanzamiento, por demás colorido y mediático, pero a los colombianos nos tomó casi una década entenderlo. Bien entrada la década del 2000 y tras varios cambios, el Renault Twingo se ubicó como el favorito de universitarios y familias pequeñas, llegando al primer lugar de ventas.
Fueron casi 100.000 unidades producidas en nuestro país hasta 2012, cuando salió del mercado.
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9. Chevrolet Spark
Tal vez el más popular de los autos recientes, que en tres generaciones se comercializó durante 22 años, destacando por su economía y fiabilidad mecánica. Sus orígenes están en Corea del Sur, donde nació como Daewoo Matiz a finales de los años noventa. Así lo conocimos en Colombia en 1999, pero cuando GM adquirió a la firma coreana, en 2002, se convirtió en Chevrolet Spark.
Las primeras unidades vinieron desde el país asiático, pero en 2004 inició su producción en la planta de GM Colmotores, en Bogotá. Al cambiar de generación, un año después, el nuevo modelo también llegó desde Corea y poco después se nacionalizó logrando su máxima popularidad, vigente hasta 2017.
Su relevo, el Spark GT, llegó en 2010 y se produjo con gran éxito hasta hace un par de meses. No obstante, su derivado con carrocería sedán, el Chevrolet Beat, aún sigue en vitrinas. (Lea también: El Chevrolet Spark GT cumple 10 años moviendo a los colombianos)
8. Toyota Land Cruiser Serie 40
Hace más de 60 años llegó este todoterreno japonés a Colombia, y lo hizo para implantarse como el rey de nuestras trochas. Iniciamente vinieron algunas unidades del primitivo FJ25, pero su consolidación vino con la Serie 40, que debutó en 1960 y se mantuvo vigente durante más de dos décadas hasta su salida del mercado nacional, en 1984.
Su robusta estructura con suspensión de ballestas, caja reductora y tracción a las cuatro ruedas, lo hicieron un sinónimo de confiabilidad y longevidad. Estos atributos además se extendieron a la marca, perpetuando un eslogan de la época: “Toyota es Toyota”.
El Land Cruiser Serie 40 cumplió varias funciones privadas y públicas, y algunos de ellos permanecen en servicio hasta hoy. Otros, quedaron en manos de coleccionistas extranjeros.
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7. Renault 9
Cuando este auto llegó a Colombia, en 1983, significó una bocanada de aire fresco para la oferta de Renault que por entonces, permanecía estancada. Fue el primer carro de producción nacional con encendido electrónico, y su estilo sobrio y familiar conquistó profusamente a la clientela de la época.
Con el paso de los años, el Renault 9 demostró ser también un carro robusto y fuerte. Así se ubicó como uno de los modelos más populares del mercado, a pesar de su tamaño y tipología. En 1986 recibió parrilla de cuatro faros, en 1987 estrenó frontal, en 1989 tuvo una versión de lujo (TXE) y en 1992 reformuló su gama por completo.
Ese año, el Renault 9 Brío fue el encargado de relevar al Renault 4 en la gama, y en 1996 fue el primer carro que pudo configurarse virtualmente en su versión Personnalité. Recibió motor de inyección electrónica en 1997, y finalizó su producción en 2000.
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6. Chevrolet Chevette
La historia de este auto está inevitablemente ligada a los taxis. Aunque llegó en 1982 como un vehículo compacto de tres puertas, encontró su éxito tras convertirse en taxi al llegar la versión de cuatro puertas. Tal suceso lo llevó a ser el vehículo más reconocido en las calles colombianas a finales del siglo XX.
El Chevrolet Chevette de cuatro puertas debutó en Colombia a finales de 1983, para enfrentar a los Renault 9 y Mazda 323 1.5. No tuvo la acogida suficiente entre los particulares, contrario a lo que si ocurrió en el servicio público, convirtiéndose rápidamente en el taxi más vendido por su confiabilidad, robustez y sencillez mecánica.
Aunque inicialmente se produjo en Colombia, desde 1993 empezó a importarse el Chevette 1.6 ecuatoriano con el que se mantuvo vigente hasta 1996.
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5. Renault 12
Con altísima popularidad a nivel mundial, este auto francés nació en 1969 y llegó a Colombia en 1973 como la propuesta de auto familiar de la marca francesa. Alcanzó gran notoriedad por su fortaleza y fiabilidad mecánica, sumado a la amplitud de su cabina que lo hacía mucho más cómodo que otros carros de la época.
Inicialmente se vendió en una única versión sedán, pero un año después de su estreno debutó la variante familiar, conocida como “Break” y recordada por ser el carro de los paseos familiares en su época. En 1976 tuvo una importante renovación a nivel estético, luego de la cual llegó a ser el carro más vendido de nuestro país.
Se mantuvo vigente en producción hasta 1981, cuando el más refinado Renault 18 tomó su lugar.
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4. Chevrolet Sprint
Vino desde Japón en 1986 para refrescar la oferta de carros populares en Colombia, con un éxito que se mantuvo durante 18 años. Creado por Suzuki en 1983, este auto citadino fue el primer competidor de peso que tuvo el Renault 4 en mucho tiempo, con grandes ventajas: un amplio y cómodo interior, diseño moderno, más potencia y economía en consumo.
Apenas unos meses después de su estreno recibió una actualización estética, que le dio su apariencia definitiva. Fueron muy pocos los cambios en los años venideros, como un aumento de potencia e inyección electrónica, pero tampoco los necesitaba pues se mantuvo todo el tiempo en el gusto de los colombianos.
GM Colmotores lo mantuvo en producción hasta 2004, cuando después de casi 71.000 unidades, salió de la planta el último Sprint nacional.
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3. Jeep Willys
El mítico todoterreno norteamericano es todo un símbolo de la región cafetera. Llegó a Colombia en 1946, gracias a la gestión del entonces Ministerio de Guerra (hoy Ministerio de Defensa) que trajo las primeras 300 unidades de este vehículo, que originalmente se había diseñado para cumplir con difíciles tareas durante la Segunda Guerra Mundial.
Esos primeros ejemplares quedaron en manos de pudientes finqueros del Eje Cafetero, sumándose a los posteriores CJ-3B que vinieron en la década de 1950, importados por Leonidas Lara e Hijos. En aquella época, Colombia era el principal mercado internacional del Jeep Willys, gracias a su éxito como medio de transporte en el campo colombiano.
Cabe recordar que el Jeep Willys CJ5 fue en 1961 el primer vehículo ensamblado en Colombia, tarea realizada en los talleres de Leonidas Lara, luego Compañía Colombiana Automotriz. Allí se produjo hasta hasta 1977 y dio origen al actual Jeep Wrangler.
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2. Mazda 323
Pocos vehículos han conocido en nuestro medio tal multiplicidad de versiones y carrocerías como el Mazda 323. Lo conocimos en sus versiones sedán y hatchback, pero más adelante vinieron también los Coupé y Station Wagon, con infinitas evoluciones a lo largo de 21 años.
Los primeros modelos nacionales llegaron en octubre de 1983, inaugurando la operación de Mazda en Colombia. Fueron dos variantes: el sedán 1.500 y el hatchback 1.300, que elevaron el nivel de lo conocido hasta ese momento. Al cambiar de generación, en 1986, el sedán se dividió en dos (NX 1.500 y NS 1.300), y el hatchback se transformó en HS.
En 1988 vinieron los Coupé y Station Wagon, permitiendo a esta línea alcanzar el primer lugar de ventas. Con algunos cambios, como la inyección electrónica en 1997, los Coupé, sedán y HS continuaron hasta 2004.
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1. Renault 4
Aunque nació en Francia, este pequeño vehículo encontró en Colombia a su segunda patria y de hecho, la que mejor la acogió a nivel mundial. Llegó importado en 1966, aunque su producción nacional inició en 1970 siendo el primer producto de la ensambladora Renault-Sofasa, ubicada en Envigado, Antioquia.
Fue el primer carro pensado en cubrir las necesidades básicas de transporte de los colombianos. El modelo inicial evolucionó en 1974, y luego adoptó un motor 1.022 c.c. desarrollado en Duitama, Boyacá, que se mantuvo hasta fin de su producción, en 1992. También existió la versión Líder con motor 1.300 c.c., inédita en el mundo.
En su época, el Renault 4 producido en Colombia se catalogó como el mejor del mundo.
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Óscar Julián Restrepo Mantilla. Fotografía portada: Juan Rivera, vía Flickr.
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