Parte de la idiosincrasia y la cultura popular colombiana, la Renault 12 Break fue el carro familiar por excelencia para varias generaciones. Nació en Francia hace ya 50 años pero sigue dando la batalla en las calles del mundo.
Desde que Renault emprendió el desarrollo del R12, la tuvo muy clara. Ofrecer un auto confortable, fiable, sencillo de reparar y fabricar, que pudiese fabricarse en todo el mundo y tener un precio asequible. Ello se concretó en octubre de 1969, cuando el Renault 12 se dispuso a conquistar el favor del público. Y vaya que lo logró, con más de 4 millones de unidades vendidas en todo el mundo.
Varios detalles confluyeron para lograr ese éxito. Una fórmula mecánica basada en tracción delantera y una amplia gama de motores, desde 1.289 hasta 1.647 c.c. (pasando por los exóticos Gordini y Alpine), frenos de disco adelante y su diseño de «línea flecha», fueron signos distintivos del modelo.
Sin embargo, tal suceso no se debió solo a la amplitud y elegancia del sedán. En el Mundial del Automóvil de París de 1970 se presentó al público la Renault 12 Break, una nueva versión con carrocería extendida y una orientación plenamente familiar. Era la mejor opción en una época en que los SUV aún no existían como tal.
Con espacio para todo
Como un ‘plus’ para los usuarios de la época, la Renault 12 Break gozaba de una muy generosa área de carga. Su capacidad podía aumentarse moviendo el asiento trasero hacia adelante (similar a como ocurría en los R4 y R6). Así, rápidamente se ubicó como un aliado de las familias en viajes largos por carretera, en los que cualquier cantidad de equipaje y los niños tenían espacio de sobra.
Para lograrlo, se alargó la carrocería unos 10 centímetros respecto al sedán, logrando un diseño armónico y funcional acorde a la época. Las luces traseras iban en posición vertical, incorporando luces de placa independientes junto a la matrícula. Un gran portón facilitaba el acceso, para ingresar todo tipo de objetos.
Al igual que el sedán, las Renault 12 Break incorporaban un motor de 1.3 litros (1.289 c.c.), 54 caballos y 95 Nm, con caja manual de 4 velocidades y más adelante, automática de tres marchas. Las versiones iniciales «L» y «TL» pasaron a llamarse «LN y «TN» en 1974, cuando se añadió el «TS» con carburador de doble cuerpo que le permitía mejor aceleración y desempeño.
Para 1975 llegó una importante actualización con nuevos bumpers, parrilla frontal, volante y tablero de mandos. En algunos países también se ofrecía el limpiaparabrisas trasero con lavavidrios, desempañador, luces de reversa y nuevo diseño de bisagra en el baúl. Todo esto, manteniendo intacta su mecánica.
Paralelo al Break, aparece en cantidades limitadas la Renault 12 Societé. Básicamente, convertía al auto familiar en una furgoneta de carga, prescindiendo de las cuatro ventanas laterales traseras y el asiento posterior, para ofrecer el mayor volumen posible. Este modelo solo estuvo disponible en Francia, con el motor de 1.289 y 60 caballos, y caja de 4 velocidades.
Con la aparición de la moderna Renault 18 Break, nuestra cincuentenaria amiga se redujo a la versión «TL» en los países europeos, hasta el fin de su producción en julio de 1980. En España continuó hasta 1983, bajo las siglas «TS» y «GTL» y con el nombre de Renault 12 Familiar. En Argentina su vida se extendió hasta 1994, en México hasta 1983 y en Turquía, hasta 1999.
Para las familias colombianas
La Renault 12 Break debutó en el mercado colombiano el 30 de octubre de 1974, en una única versión «TN». Su éxito trascendió a convertirse en un símbolo de la cultura popular colombiana, pues con rapidez se convirtió en la preferida de las familias criollas. «Paseos de olla», la playa o las compras del día a día fueron escenarios comunes para este auto.
Para 1976 el modelo nacional adoptó el cambio de imagen que también aplicó al sedán. Esta renovación aumentó notablemente su popularidad, impulsando las ventas de tal forma que, junto al Renault 12 convencional, lograron posicionarse como los modelos más vendidos de 1977 en Colombia.
Así como en el mundo, el 12 Break cedió su puesto al 18 Break en 1981. En siete años de producción salieron de la planta de Sofasa cerca de 18.100 unidades, muchas de las cuales siguen rodando por nuestras vías demostrando su calidad y versatilidad.
A 50 años de su nacimiento mundial, y 46 en Colombia, aún se les ve transportando diversas cargas, desde frutas, pescado o herramientas de construcción. Y cómo no, pasajeros a los que sigue proporcionando tranquilidad, confort y mucha unión familiar.
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Galería Fotográfica: Renault 12 Break (45 imágenes)
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Textos: Néstor Mauricio Delgado Lara. Colaboración especial para EL CARRO COLOMBIANO.
Edición y Dirección General: Óscar Julián Restrepo Mantilla.
Fotografías en vivo Galería: Club Clásicos Renault Colombia.
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