Nacido en Japón como un modelo de estilo deportivo, y ‘aterrizado’ en Colombia como una alternativa de carro popular, el Mazda 323 Coupé hizo historia por su sencillez, practicidad y diseño. Un repaso a su trayectoria en nuestro país.
Hace 32 años, eran muy pocas las opciones que habían en el mercado automotor nacional. Durante gran parte de los años ’80 no habían más de cinco marcas disponibles, con una muy limitada oferta de modelos. De las tres marcas ensambladas en Colombia, Renault se percibía como popular y obsoleta, Chevrolet pasaba ‘de agache’ y Mazda era la ‘cereza del pastel’.
Con un portafolio más refinado, Mazda necesitaba con urgencia un modelo de entrada pero no habían opciones en la gama global de la marca. La solución que planteó la Compañía Colombiana Automotriz fue el Mazda 323 Coupé, versión de tres puertas derivada del deportivo 323 GT japonés, que aquí recibió un notable ‘downgrade’ para ser lo más barato posible.
Esta nueva variante debutó en julio de 1988 junto a la camioneta 323 Station Wagon, completando una extensa y robusta gama de cinco modelos junto a los ya existentes NS y NX sedán, y el hatchback HS. Gracias a eso, 9.000 de los 56.000 carros que se vendieron en Colombia al año siguiente, fueron Mazda 323.
Sencillo… pero no barato
Con la llegada de los Mazda 323 Coupé y Station Wagon, la familia 323 actualizó elementos de diseño para ajustarse a los gustos de la época, perfilando la forma de los faros y adoptando una parrilla más pequeña. El Coupé añadía además la carrocería de tres puertas como primer escalón de la gama, muy práctica e ideal para una clientela juvenil.
Aunque era un modelo del segmento «B», la marca apuntaba a los compradores del Chevrolet Sprint e incluso del Renault 4, ambos del segmento «A». Por eso, contaba solo con lo necesario: tapicería en vinilo, velocímetro, medidores de gasolina y temperatura, cinturones de seguridad, espejo exterior y tapetes en piso y baúl. A esto, se añadían los rines de lámina de 13 pulgadas, sin copas.
En contraste, para lograr un precio relativamente asequible se despojó de accesorios como el desempañador del vidrio trasero, paño en la tapicería y hasta la calefacción. Reportes de la época señalan que su interior lucía desolado, al sacrificar todos estos elementos de confort que sí tenían sus competidores.
En donde los Sprint y R4 no podían encararlo, al menos en un comienzo, era en la mecánica. Mientras que estos dos autos llevaban motores de 1.0 litro, el 323 Coupé prometía un buen performance gracias a un motor de 1.300 c.c. con carburador, que entregaba 68 caballos de potencia a 5.800 rpm y 105 Nm de torque a 3.600 rpm, conectado a una caja manual de cuatro velocidades.
Pero si bien esa sencillez lograba bajar su precio en gran medida, no era barato. Mientras que un Renault 4 Master costaba $2.559.500 y un Chevrolet Sprint estaba en $3.353.000, el Mazda 323 Coupé tenía un precio de lista de $3.650.000. Esto es, unos 80 millones de pesos actuales, frente a 58 del «Amigo Fiel».
Repasando otras características, la suspensión delantera era independiente McPherson y trasera de puente rígido con barras estabilizadoras, al tiempo que la dirección de piñón y cremallera carecía de asistencias, y los frenos eran de discos ventilados adelante y tambores atrás.
Larga vida
En los años siguientes, algunas mejoras de equipamiento y muy sutiles detalles de diseño marcaron la evolulción del Mazda 323 Coupé. Por ejemplo, para el año/modelo 1992 cambió el formato de la parrilla frontal y de la parte posterior, con una franja lumínica continua de lado a lado que lo hacía ver más moderno, bajando el portaplaca al bumper.
Para 1994 la oferta se extendió con el Mazda 323 HX-3, nueva variante que adoptó el motor de 1.5 litros, 75 caballos y 115 Nm que ya portaban los NX y Station Wagon, con caja manual de cinco velocidades. Solo se vendió durante dos años.
El gran salto vendría en el Salón del Automóvil de Bogotá de 1997, cuando todos los 323 recibieron inyección electrónica multipunto y control de emisiones contaminantes por válvula PCV, canister, convertidor catalítico de tres vías y sensor de oxígeno. Mazda promocionó estos autos como ‘ecológicos’ adoptando el nombre «Gaia», en alusión a la Madre Tierra.
Para el caso puntual del Coupé con inyección, aún contaba con 1.3 litros, 67 hp y 105 Nm y caja manual de 5 velocidades, pero habían varias novedades estéticas. Los Coupé «Gaia» adoptaron bumpers enterizos en ‘bodycolor’, nueva parrilla frontal, nuevo logo de Mazda en parrilla y portón trasero, rines de 13 pulgadas con copas o en aluminio y tapicería en paño de dos tonos.
Además, a esta parte la dotación ya incluía con calefactor y ventilador de cuatro velocidades con recirculación de aire, vidrios tintados en color verde y radio AM/FM con reproductor de casetes, dos parlantes y antena.
Con esas características, el Mazda 323 Coupé se mantuvo vigente en Colombia hasta 2004 cuando, después de 16 años, la firma japonesa decidió suspender su producción para impulsar la renovación de su gama de vehículos. Todas las versiones que se vendieron en nuestro país se ensamblaron en la planta de C.C.A. en Bogotá.
El Mazda del pueblo
Aún en contra del gusto de los colombianos por los vehículos de cuatro puertas, el Mazda 323 Coupé logró su cometido al convertirse en uno de los carros de mayor popularidad en nuestro medio. De hecho, llegó a ser uno de los favoritos de los ‘amigos de lo ajeno’, sin que eso afectara su desempeño en el mercado del usado.
Dado su éxito comercial, y la gran cantidad de unidades producidas, aún ruedan muchos de estos vehículos por las vías nacionales. Algunos de ellos fueron el primer carro de alguien, recibieron una adecuación para uso deportivo o cualquier otro tipo de personalización. Pero si usted quisiera uno, lo encontrará sin dificultad.
¿Cuántos de ustedes tuvieron un Mazda 323 Coupé? ¡Nos gustaría conocer sus anécdotas!
Dimensiones y capacidades
- Largo: 3,97 metros
- Ancho: 1,64 metros
- Altura: 1,40 metros
- Capacidad del baúl: 275 litros
- Peso en vacío: 875 kg
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Textos e investigación: Óscar Julián Restrepo Mantilla.
Fuentes consultadas: Revista Motor No. 74 (julio de 1988), Wayback Machine, archivo El Carro Colombiano.