Desde un Renault 4 hasta un Lamborghini Huracán, estos fueron los autos que marcaron la vida y el pontificado del Papa Francisco, recientemente fallecido.

La semana de pascua llegó con una noticia nefasta para el mundo católico: el Papa Francisco, el primer Pontífice latinoamericano, falleció este 21 de abril de 2025 a los 88 años. Su legado ha sido ampliamente comentado por su carácter cercano, su visión progresista de la Iglesia, y sus gestos concretos de humildad.

Así, dentro de los aspectos más llamativos de su vida pública fue su relación con los automóviles: lejos de ostentar los lujosos vehículos disponibles para un Jefe de Estado, Francisco hizo de su elección automotriz un mensaje de coherencia evangélica. En este repaso, destacamos todos los autos que usó durante y antes de su papado, y lo que cada uno simbolizó en su contexto.

Antes de llegar al Vaticano, Jorge Mario Bergoglio ya demostraba una vida modesta en Buenos Aires. Como arzobispo, usaba con frecuencia el transporte público, caminaba por las calles y evitaba los carros oficiales. Sin embargo, cuando necesitaba movilizarse, lo hacía en un sencillo Renault 4 blanco modelo 1984. Este se convirtió en un símbolo de su austeridad y sencillez.

Carros del Papa Francisco

El famoso Renault 4 del Papa

Ya como Papa, recibió uno igual como regalo del sacerdote italiano Renzo Zocca, quien lo había usado durante 25 años en su labor pastoral. Francisco no dudó en aceptarlo y lo condujo por los jardines vaticanos, dejando claro que no pretendía renunciar a su estilo de vida austero.

Otro de los carros que causó impacto fue el Ford Focus azul que eligió para sus desplazamientos dentro del Vaticano. Aunque muchos esperaban que usara vehículos blindados o de gran tamaño como sus predecesores, Francisco optó por este sedán compacto, que incluso provocó la sorpresa de la seguridad vaticana. En palabras del propio Pontífice: “¿Cuántas veces vemos a obispos, sacerdotes, con carros último modelo? No se puede. El auto es una necesidad, pero por favor, uno humilde.”

Carros del Papa Francisco

Entre tanto, durante su visita a Corea del Sur en 2014, el Papa Francisco se transportó en un Kia Soul, un crossover urbano que en ese momento no era precisamente considerado de alta gama. La imagen del Pontífice subiendo a ese auto sencillo contrastaba fuertemente con el protocolo habitual de un jefe de Estado. El gesto se comentó tanto que la marca surcoreana experimentó un aumento notable en la visibilidad global del modelo.

En Paraguay, usó un Isuzu D-Max adaptado como papamóvil. Para Filipinas, se transportó en un Jeepney tradicional filipino remodelado para su visita. Mientras que en Bolivia, optó por un Fiat Idea Adventure, un crossover simple, con tracción delantera, sin lujos. En Ecuador, se movilizó en un Jeep Wrangler, que aunque más robusto, se adaptó para poder interactuar con la gente, más que por seguridad.

Carros del Papa Francisco

Un lujoso auto papal

Uno de los autos más curiosos fue el Lamborghini Huracán que el Vaticano recibió como obsequio en 2017. Este superdeportivo, personalizado en blanco con detalles dorados inspirados en los colores papales, fue subastado por orden del mismo Papa Francisco. El dinero recaudado fue destinado a organizaciones benéficas como Ayuda a la Iglesia Necesitada, la Comunidad Papa Juan XXIII y proyectos de ayuda en Irak. Este gesto demostró que incluso el lujo, cuando es recibido, puede ser transformado en caridad.

En 2015, durante su visita a Estados Unidos, el Papa sorprendió al descender de un Fiat 500L, un subcompacto urbano. Esta imagen se volvió viral, sobre todo al compararse con las grandes limusinas negras en las que se movilizaban los líderes políticos que lo esperaban. El contraste se interpretó como una declaración: el poder no necesita ostentación.

Carros del Papa Francisco

No puede dejar de mencionarse el papamóvil oficial que usó en numerosas visitas internacionales, como el Mercedes-Benz Clase G modificado, vehículo que ha sido tradicional en los desplazamientos papales desde los tiempos de Juan Pablo II. Sin embargo, Francisco insistió en que no fuera blindado, porque, según él, “un pastor no puede estar alejado de su rebaño”. Esta decisión fue cuestionada por razones de seguridad, pero él la mantuvo firme hasta el final.

En 2021, el Papa recibió un Dacia Duster 4×4 especialmente modificado para el Vaticano. Este SUV asequible y robusto fue preparado por Dacia Rumania y presentado como una herramienta funcional para sus desplazamientos internos. Una vez más, su preferencia por autos accesibles sobresalió.

Carros del Papa Francisco

«Papamóvil» en Colombia

Durante su visita a Colombia en septiembre de 2017, el Sumo Pontífice optó por automóviles de uso común y Papamóviles construidos en el país, destacando a Chevrolet como la marca protagonista de la logística vehicular papal.

General Motors Colmotores, que cerró su planta en 2024 y filial de Chevrolet en Colombia, fue la encargada de adecuar tres SUV Chevrolet Traverse como Papamóviles oficiales, modificados en su planta de Bogotá para cumplir con los requerimientos de la Gendarmería Vaticana.

Carros del Papa Francisco

Además de estos, el Papa también usó vehículos más populares y cotidianos, como el Chevrolet Sail, producido localmente y uno de los más vendidos del mercado nacional, así como el Chevrolet Sonic y el Onix Activ, que encabezó la caravana papal en Medellín. Otros modelos como la Trailblazer también fueron clave en el transporte de su séquito.

En esta visita del Papa también hubo espacio para un vehículo mucho más modesto: un motocarro Auteco Torito RE, adaptado para un encuentro con comunidades religiosas en el Centro de Eventos La Macarena, en Medellín. Pintado de blanco y con detalles especiales, este pequeño vehículo ensamblado en Colombia sirvió como símbolo de la cercanía del Papa con las comunidades más humildes.

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Era de la electrificación

En los últimos años, el Papa también mostró interés por la sostenibilidad. Se sumó al llamado por un mundo más verde con la utilización de autos eléctricos. Uno de los más destacados es la Renault Kangoo Z.E. donada por la marca francesa en 2012, poco antes de su elección como pontífice, pero que adoptó con entusiasmo debido a su motorización cero emisiones. Este modelo se adaptó con techo abierto y protección antivuelco, convirtiéndose en uno de los primeros «Papamóviles eléctricos» de uso interno en la Ciudad del Vaticano.

Con el paso de los años, el Sumo Pontífice continuó recibiendo y promoviendo vehículos de propulsión eléctrica. En 2020, la marca japonesa Nissan le entregó un Leaf de segunda generación, también modificado para uso papal, mientras que en 2021, Toyota lo sorprendió con una versión especial del Mirai de hidrógeno, un vehículo eléctrico de pila de combustible que simbolizaba tanto el avance tecnológico como el respeto por la creación, valores que el Papa promueve constantemente.

Carros del Papa Francisco

A este se sumó una donación del fabricante alemán Volkswagen, que ofreció un par de unidades del ID.3 y el ID.4 como parte del plan de transición energética del Vaticano, que aspira a tener una flota completamente libre de emisiones para 2030.

Cada uno de estos vehículos, desde el Renault 4 hasta el Lamborghini subastado, habla de una personalidad que hizo de cada detalle una predicación. La elección de autos sencillos, funcionales y, en ocasiones, eléctricos, mostró una consistencia rara entre discurso y acción. En un mundo eclesiástico acostumbrado a las formas del poder, Francisco insistió en moverse con el Evangelio en el asiento del copiloto.

Carros del Papa Francisco

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Paola Reyes Bohórquez.