Abundantes anuncios con todo el colorido de los años ’70 rodearon al Renault 12 de esa aura de éxito y cariño de que gozó en Colombia.

PUBLICRÓNICA No. 65.
Por Camilo Ernesto Hernández Rincón, historiador automotor.
Especial para EL CARRO COLOMBIANO.

Una parrilla más sencilla, de contornos gruesos y sin marco central; defensa integrada con luces direccionales, salidas de aire más bajas y anchas en el paral «C», trasera en negro con ópticas más grandes incluyendo reversa, timón de cuatro apoyos y tablero con relojes e indicadores complementarios. Estas novedades llegaron en 1975 al Renault 12 francés, tomando el aspecto con el que pasó al recuerdo de los colombianos.

A nuestro país llegó un año más tarde, cuando se difundía la alegre y campaña del «Amigo Fiel», como un símbolo de la necesaria evolución del portafolio de Renault-Sofasa, que ya llevaba seis años en el mercado. Las renovaciones de Renault 12, 4 y 6 demostraban que no se debía bajar la guardia en su divulgación publicitaria.

En especial, porque la competencia también estaba activa. Chrysler Colmotores pasaba del Dodge 1500 a la renovación Polara. Y la C.C.A., con menos fortuna, introducía cambios menores en el Polski Fiat 125P. En pocas palabras, era un momento propicio.

Renault 12 Colombia

Renault 12 Colombia

Renault 12: el magnífico

Los años setenta obligaron a sentar cabeza por la crisis del petróleo. Por eso, Renault se centró en recordar su papel como productor de vehículos económicos y confiables. Pero esta misma década, que heredó de la anterior la psicodelia y la alegría del color, se reinventaba y le daba un respiro a la defensa del bolsillo.

En efecto, la nueva apariencia del Renault 12 arrancaba más bien acoplándose a la imagen corporativa de la marca. Con anuncios predecibles en tipografía y composición, que más bien adquirían audacia en la fotografía con ángulos aguzados, anunciaban al carro con un adjetivo espectacular: «Renault 12, el magnífico!!».

Además, se sabe que gozó de publicidad exterior, involucrando líneas en colores cálidos y el rombo «Vasarely» troquelado. Así lo demuestra una evidencia fílmica soviética sobre los trolebuses Uritzky-Ziu comprados a Rusia, donde se observa una valla instalada cerca al ya demolido monumento a los Héroes en Bogotá.

Renault 12 Colombia

En la variedad está el gusto

Para los años siguientes, la publicidad se haría aún más variada y abundante. Así lo demostró la copiosa pauta en revistas que permitía una mayor explotación del color, la ilustración, la tipografía y la fotografía. Todo esto, también se vio reflejado en periódicos.
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Pero serían medios de toda índole como Cromos, Geomundo, Selecciones del Reader´s Digest, Revista de Geografía Universal (pretendida copia de National Geographic Magazine) y otras publicaciones semanales o mensuales, las plataformas más recordadas pero seguir difundiendo al nuevo Renault 12.

Son bastantes anuncios y muy recordados. Una ilustración impecable de un ejemplar amarillo, conducido por una mujer mientras un hombro se apoya en él, y con fondo de un ambiente ejecutivo que recuerda al Centro Internacional Tequendama, se acompañaba de un escueto mensaje: «Renault 12, Su carro», en fuente Busorama.

Renault 12 Colombia

Muy cerca, en una escena nocturna de esa sofisticada Bogotá con edificios corporativos como la Torre Colpatria, otro ejemplar amarillo también se luce iluminado. Mientras, una letra manuscrita blanca sobre fondo negro, sigue resaltando que es un vehículo «para gente de éxito». Era 1980 cuando apareció este anuncio, ad portas de su salida del mercado.
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Es el único anuncio que vislumbra la nueva fuente tipográfica que identificó a Renault desde 1978 hasta principios del presente siglo, y que nunca estuvo como emblema en este vehículo, al menos en Colombia. En cambio, si le correspondió a la siguiente gama desde inicios de los años ochenta.

Renault 12 y Renault 12 Break Colombia

Familiar y confortable

Otro anuncio muy difundido apareció en 1979, apelando más a su valoración sustentada en el prestigio que tanto recalcan los anuncios anteriores y que involucran a la Break, ambos bajo la versión TS. Adelantando la posterior frase de «Un cheque al portador», se justificaba otro concepto: el de ser «La verdadera inversión».
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Con una composición que recordaba al lanzamiento del mismísimo Renault 4 en 1970, ambas versiones aparecen estacionadas a la entrada de una antigua casa de campo. Y esta vez, es la familia con padre, madre, hijo y un perro, más sus enseres de viaje, quienes demuestran una vocación más funcional y práctica.
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Se complementa el aviso con fotos en detalle, con la argumentación que justifica el invertir en un Renault 12. Además, hay alusiones al financiamiento por parte de Crecer S.A., y el respaldo productivo de Sofasa.

Renault 12 Break Colombia

Hablando de la versión Break, esta camioneta tuvo sus propios anuncios. Además, dos de ellos son una excelente muestra de constantes muy diferentes, pero igualmente puntuales. La primera tiene que ver con el target group femenino, que la catalogaba como carro para amas de casa dispuestas a unir a la familia y hacer mercados abundantes.

La segunda, con el punto de vista que domina a ambos anuncios: vista trasera en semiperfil, con la compuerta abierta. La capacidad de carga y el espacio estaban por encima de un nuevo diseño frontal. Al fin de cuentas, dicha apariencia ya estaba lo suficientemente difundida en las calles.
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El apodo publicitario de «La Confortable» o el eslogan «más kilómetros de comodidad», aunados a estéticas de ilustración muy propios de los coloridos años setenta, demostraban a las claras que la Renault 12 Break pretendía ser el vehículo de la mujer colombiana. Claro, sin desconocer al «hombre de mundo».

Renault 12 Break Colombia

Éxito a largo plazo

Mucho se ha escrito y opinado sobre el Renault 12 colombiano, cuyo éxito aún se reconoce en las calles e incluso, en ejemplares conservados por aficionados. Cuando Sofasa decide finalizar su producción en 1981, para dar paso al nuevo Renault 18, dejó en muchos el sinsabor de quedarse sin un carro en la plenitud de su fama y que hubiese merecido años extra en el mercado, como si pasó en Argentina o Turquía.

Ni aún en el caso de Dacia, importado como taxi, iba a subsanar esa ausencia en los años ochenta y noventa. La abundancia y alegría publicitaria mismas del Renault 12, también hacían pensar que se trataría de un automóvil casi eterno. Y el cariño que aún se le profesa en Colombia, comprueba su eficacia.

Vea más de la serie PUBLICRÓNICAS, aquí.


CRÉDITOS:

  • Textos e investigación: Camilo Ernesto Hernández Rincón.
  • Fuentes: Archivo documental EL CARRO COLOMBIANO.
  • Edición de texto, reconstrucción digital de imágenes y Dirección General: Óscar Julián Restrepo Mantilla.

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