Una forma icónica que desde hace casi un siglo ha sido el estandarte de la marca francesa Renault, entró en este momento en una etapa de renovación que tomó por sorpresa al mundo automotor. Esta es su historia.
Por: Camilo Ernesto Hernández Rincón, especial para EL CARRO COLOMBIANO.
Cuando Louis Renault creó su primer vehículo, el “Voiturette” de 1898, faltaban dos años y un acelerado crecimiento empresarial para definir un símbolo de identificación. La sociedad Renault Fréres (Renault Hermanos) ya había hecho carteles y anuncios de prensa, pero hasta 1900 aparece su primer emblema: dos letras “R” manuscritas y en mayúscula, entrelazadas dentro de un medallón ovoide.
Seis años más tarde, el frente icónico de sus autos dentro de una rueda dentada, da cuenta de la vocación industrial y ganadora de la empresa. Con el triunfo aliado en la Primera Guerra Mundial, su producto estrella, el tanque ligero F17, es representado dentro de un círculo.
Todos estos símbolos aparecieron en publicidad o papelería corporativa, pero raras veces identificaban a sus vehículos. Por norma general, el nombre Renault en los bajos del capó era el encargado de hacer referencia directa a la marca.
El primer rombo
Era 1923, y Renault avanzaba en la producción de sus vehículos en serie. Al frente de sus carros permanece el diseño de preguerra con frente en tipo “pico de pato”, que precisa una apertura para la corneta de la bocina. Para tal fin, se cubre el hueco con una rejilla redonda en cuyo centro está el nombre de la firma, pero hay quienes dicen que recuerda a un desagüe.
Dos años más tarde, se decide estilizar con una nueva forma que recuerda a la abstracción del diamante que evoca calidad y distinción. Así, nació el rombo de Renault.
La esencia de esta configuración, con nombre al centro y líneas horizontales, permanecería vigente durante 47 años con puntuales ajustes. El cambio paulatino de frente lo haría más pequeño en los vehículos donde sería más decorativo que funcional. Se usa eventualmente en publicidad, predominando más el nombre, que a veces cambia de tipografía.
Así lo conocimos
Con la nacionalización de 1945, recibe cambios que se venían realizando en la preguerra. Se simplifican las líneas, se adopta el amarillo, y el nombre “Renault” recibe una tipografía de palo seco, junto a la denominación “Régie Nationale”. Modelos como el 4CV lo portarían al frente y eventualmente aparecería en avisos, siendo más relevante en concesionarios y cine publicitario.
Hubo excepciones fugaces. Entre ellas el escudo del Frégate, que a veces llevó un mapa de Francia o el rombo al pie de la fragata marina que inspiró al nombre, o el del Dauphine, que usó el rombo como textura de fondo para resaltar a los tres delfines que formaban una corona. Todo esto, como influencia de la industria norteamericana.
En 1959 el rombo pasó de cuatro a tres líneas, con fondo amarillo y una versión condensada de la fuente Helvética, conservando por poco tiempo y sólo para Francia la expresión “Régie Nationale”, ahora en minúsculas. Paulatinamente se instala en nuevos modelos como R4, R8 y R16 y con él, se uniforma la publicidad. Con este emblema, la marca llegó oficialmente a Colombia.
“Vasarely”: el más popular
Junto al Renault 5, en 1972 se revela una nueva versión muy simplificada del rombo, en dos ángulos y sin nombre que se desecha pronto al coincidir con el embrema de otra empresa. Su reemplazo recae en el artista pionero del Op Art, Víctor Vasarely, quien propuso un rombo en vacío enmarcado por una textura lineal que “figura imposible”.
Esta versión identificó a la marca durante 20 años, con la breve inclusión de un rectángulo amarillo de esquinas curvas en sus primeras épocas y un cambio tipográfico que apareció en 1978, con las letras gruesas tipo “Serif” representaron a la marca francesa hasta bien entrado el Siglo XXI.
Así fue como en 1992 las líneas internas desaparecieron del rombo, ahora convertido en un volumen sólido en forma de pieza tridimensional, que en su momento quiso representar modernidad y vanguardismo. Tuvo modificaciones de representación en 2004, 2007 y 2015, cambiando en dos oportunidades la tipografía de la marca.
Nuevo rombo: de cara al futuro
Al despuntar este 2021, Renault sorprendió al mundo con profundos cambios enmarcados en su plan estratégico “Renaulution”. Además de todo lo relacionado con la reestructuración empresarial, de su gama y modelo de negocio, muy tímidamente apareció un nuevo rombo.
Es un emblema simplificado, sin firmas ni tipogramas, que retoma el estilo de Vasarely con pocas líneas de grosor uniforme. De cierto modo sus trazos recuerdan a una resistencia eléctrica, como claro guiño al cambio de fuente energética que enarbola la marca hacia el futuro.
Gilles Vidal, director de diseño de la marca, hace hincapié en la intención de ser una marca más abierta e incluso, creadora de valores humanos. “Acorde con su época y claramente moderno, el rombo renovado encarna a la perfección la era de la ‘Nouvelle Vague’ en la que Renault ha entrado”, puntualizó Vidal.
La primera aparición del nuevo rombo se dio el pasado mes de enero en la parrilla del Renault 5 Prototype, como parte integral del diseño del vehículo. Ahora, tras las reacciones positivas encontradas en el público, la compañía decidió formalizar su estreno con el arribo a toda su comunicación publicitaria, interna y digital a nivel internacional.
El renovado emblema estará presente en todos los modelos de Renault en Europa a partir de 2022. Poco a poco se irá dando su expansión global, y se espera que para 2024 ya pueda verse en todos los nuevos vehículos de la marca alrededor del mundo.
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Galerías Fotográficas
Historia del rombo Renault (10 imágenes)
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Nuevo rombo Renault
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Textos e investigación: Camilo Ernesto Hernández Rincón.
Edición y Dirección General: Óscar Julián Restrepo Mantilla.
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