Creado para cubrir una necesidad básica de movilidad en trayectos cortos, el Opel Rocks-e no solo es curioso sino, además, el colmo de la sencillez.
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Uno de los fenómenos más interesantes que ha traído la movilidad eléctrica es el surgimiento, o más bien, el impulso de los cuadriciclos. Siempre existieron de una u otra forma, pero fue realmente la tecnología motriz eléctrica la que facilitó el desarrollo de este tipo de vehículos, generalmente enfocados a cubrir la movilidad básica en ciudades o trayectos cortos.
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Esa tipología logró cierta popularidad en Colombia tras la llegada, en 2015, del Renault Twizy que fuera también el primer carro eléctrico que se vendió masivamente en el país. Al paso de los años, el Zhidou D2S asumió como el abanderado de la categoría y, justo cuando este se retira, viene el Opel Rocks-e buscando ser el nuevo símbolo de la movilidad urbana en nuestro país.
Presentado a nivel nacional el pasado febrero, tuvimos oportunidad de conocerlo en detalle gracias al concesionario Motoreste de Bucaramanga. Así, podemos contarles qué es lo que tiene para ofrecer este vehículo tan particular, que podría decirse es el más curioso que se vende en Colombia. No por ser pequeño y sencillo, sino por su aspecto y características.
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Vehículo analizado: Opel Rocks-e.
Precio: $54.990.000 (julio/2024).
NOS GUSTÓ
– Diseño llamativo.
– Maniobrabilidad.
– Tamaño mínimo.
– Espacio interior.
– Materiales fáciles de usar y lavar.
– Tiene más depósitos de carga de los que parecen.
– Buena iluminación exterior.
– Visibilidad.
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PODRÍA MEJORAR
– Muchas limitaciones técnicas.
– Poca velocidad punta.
– Armazón metálico a la vista.
– No hay ningún tipo de asistencias.
– Precario equipo de seguridad.
– Dirección mecánica.
– Alto precio frente a su tamaño y prestaciones.
Opel Rocks-e: no se sabe si va o viene
Antes que nada, veamos el contexto. Este auto fue concebido en 2020 por el antiguo grupo francés PSA, antes de unirse con Fiat-Chrysler para conformar la actual Stellantis. Presentado como Citroën AMI, logrando gran éxito al ser una solución de movilidad urbana a muy bajo costo de uso y adquisición. Luego se expandió a otras marcas del grupo, convirtiéndose en Fiat Topolino y Opel Rocks-e, que fue como llegó a Colombia.
La pequeña carrocería del Opel Rocks-e es lo primero que, realmente, resalta como una gran curiosidad. Alcanza tan solo 2,41 metros de largo por 1,39 de ancho y 1,53 de altura, construido sobre una arquitectura tipo jaula de alta resistencia, con paneles de carrocería totalmente fabricados en plástico. Todo esto favorece el peso, que alcanza apenas 471 kg en vacío.
Si usted lo ve por delante o atrás, el diseño es el mismo. La diferencia es que los faros LED frontales son blancos, mientras en la parte trasera las luces son rojas, y que la ventana posterior, que no tiene limpiaparabrisas, es más pequeña. Adelante, además, bajo la carrocería están la batería 12V y el depósito del lavaparabrisas, tras un panel que se debe retirar desatornillándolo en el costado lateral.
A propósito, de lado sobresalen las enormes puertas que se abren en forma contraria. Es decir, la del conductor se abre al contrario, y la del pasajero se abre en sentido normal, dejando sobre el paral el depósito con el cable de carga. Las ventanas, además, son basculantes y se abren en forma manual. Los rines son de 14 pulgadas, en lámina y con copas de plástico.
Más amplio de lo que parece
El Opel Rocks-e tiene espacio para llevar dos personas en su interior, pudiendo además llevar maletas de hasta 60 litros o paquetes al frente del pasajero, o paquetes u objetos más pequeños detrás del conductor. Es un ambiente demasiado sencillo, configurado netamente en plástico oscuro o negro, con decoraciones amarillas en contraste para objetos específicos.
Allí encontramos el volante (sin airbags), un pequeño tablero digital con información básica del nivel de carga, velocímetro, odómetro, indicadores varios y luces direccionales, un pequeño emplazamiento para tablet o teléfono celular (con un soporte adicional) y un centro de mandos con controles elementales: transmisión, luces de parqueo, ventilación y un puerto USB de carga.
Hay además bolsas en las puertas para guardar objetos pequeños, y unos espacios amarillos desmontables detrás del volante con el mismo fin, así como un espacio para poner un vaso o una botella. Así mismo, los asientos son enteramente de plástico duro, con excepción de la base y el espaldar, donde son acolchados. Y un detalle curioso: las puertas se manipulan y abren desde correas amarillas en tela.
Apuntes a tener en cuenta: el Opel Rocks-e no tiene viseras, espejo interior, aire acondicionado ni equipo de sonido. Si usted quiere poner música al interior, debe hacerlo conectando su celular y escucharla allí mismo, pues el carro no tiene parlantes. La dirección es dura, así como los asientos, pero el andar en sí no es incómodo.
Mecánica básica pero funcional
Claro que, siendo un carro de enfoque tan específico, no podemos esperar mucho en términos mecánicos. El Opel Rocks-e se impulsa gracias a un motor eléctrico que entrega 8 hp nominales y 12 hp máximos. Es decir, en su andar normal da la potencia nominal pero, al exigirse, sube hasta el nivel más alto. Su torque es de 45 Nm inmediatos, que le permiten tener agilidad en las vías citadinas.
El conjunto motriz se alimenta de una batería ion-litio de 5,5 kWh de capacidad, que puede recargarse de 0 al 100% durante cuatro horas a través de cualquier enchufe doméstico. Así, brinda una autonomía de 75 km por carga completa de baterías, con frenado regenerativo cuando la carga baja del 70%.
Respecto a su uso cotidiano, hay que tener en cuenta que la velocidad máxima es de apenas 45 km/h. Ello implica que, siendo un carro urbano y dispuesto como cuadriciclo, no se le hayan incluido los elementos mínimos de seguridad. Por eso, carece de airbags, asistencias de frenos ABS, controles de tracción y estabilidad y cualquier otro tipo de asistencias de seguridad. Es extremadamente básico en ese aspecto.
¿Vale la pena por ese precio?
De su minúsculo y curioso aspecto, y lo elemental de su presentación, surge el análisis sobre si un vehículo como el Opel Rocks-e realmente es idóneo para el uso diario en la ciudad. Nuestra conclusión categórica es que sí, pues se ve favorecido por su velocidad limitada y por brindar una movilidad sencilla, elemental y sobre todo, económica en cuanto al uso. Además de lo llamativo que es a la vista.
Sin embargo, hablamos de un vehículo por el que hay que pagar $54.990.000 para obtenerlo. Y por algo más de ese dinero no solo se encuentran carros nuevos a gasolina mucho más amplios, completos, potentes y ya equipados con todo el equipo de norma en materia de seguridad, sino que también eléctricos más capaces y para cuatro personas, como los JMEV 2 y Changan Lumin.
Por eso, la adquisición de este auto es cuestión de gustos, más que de funcionalidad, prestaciones o equipamiento. Si usted tiene el dinero, y le gusta el Rocks-e con lo que ofrece y para lo que está hecho, entonces será una compra ideal. Pero si, en cambio, busca un carro más amplio, familiar, funcional y completo, definitivamente no es la opción. La idoneidad depende de usted.
Versiones y precios en Colombia
- Opel Rocks-e, versión única: $54.990.000, válido en julio de 2024.
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CRÉDITOS:
- Dirección General, textos y presentación: Óscar Julián Restrepo Mantilla.
- Fotografías: Óscar Julián Restrepo Mantilla, Daniel Felipe Rodríguez López.
- Grabación y Dirección Audiovisual: Daniel Felipe Rodríguez López.
- Edición de Video: Didier Duván Pérez Quesada.
- Agradecimiento especial al concesionario Motoreste, Autopista a Floridablanca No. 91-55, Bucaramanga.
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