Stellantis enfrentó uno de sus peores años. En 2024 tuvo una caída del 15% en ventas en EE.UU. alcanzando solo 1,3 millones de vehículos.

El gigante automotriz Stellantis cerró 2024 con un panorama desalentador: una caída del 15% en sus ventas, alcanzando apenas 1.303.570 unidades en Estados Unidos frente a las 1.527.090 de 2023. Esto la ubica muy por detrás de sus rivales, Ford y General Motors (GM), que registraron incrementos del 4,2% y 4%, respectivamente, con 1,97 millones y 2,7 millones de vehículos vendidos.

Y es que el año también estuvo marcado por la salida anticipada de su CEO, Carlos Tavares, quien dejó el cargo antes de lo previsto para 2026. Este golpe estructural agravó aún más la situación de la compañía.

En tal sentido, Jeep, históricamente el estandarte de Stellantis, experimentó un descenso del 9% en ventas, cerrando en 587.725 unidades. Modelos clave como Grand Cherokee (-12%), Gladiator(-24%) y Renegade(-68%) fueron los principales responsables de esta pérdida. Incluso la Wagoneer, una SUV de lujo, cayó un 48%. La única excepción fue Jeep Compass, cuyas ventas crecieron un 16%, alcanzando las 111.697 unidades.

Jeep Compass

Un «golpe» histórico

Ram sufrió una caída total del 19% en sus ventas. Las icónicas camionetas pickup de la marca descendieron un 16%, y la línea ProMaster registró una baja del 19%, reflejando el debilitamiento del segmento de vehículos comerciales ligeros de Stellantis.

Por su parte, Dodge reportó la mayor caída porcentual con un desplome del 29%, pasando de 199.458 a 141.730 unidades comercializadas. La desaparición de los clásicos Charger(-54%) y Challenger (-40%) marcó un antes y después para la marca. Sin embargo, Dodge Hornet, en su primer año completo, creció un 120%, con 20.559 unidades vendidas.

Así las cosas y con solo un modelo relevante en su cartera, la minivan Pacifica, Chrysler cayó un 7%, vendiendo 124.683 unidades. La desaparición del sedán 300 deja a la marca con pocas opciones para sostenerse.

Dodge Charger Daytona EV 2024

¿La marca de la salvación?

Fiat, a pesar de sus ventas mínimas, logró un aumento del 154%, alcanzando 1.528 unidades gracias al resurgimiento del modelo 500, cuyas ventas crecieron un asombroso 7.983%. Por otro lado, Alfa Romeo cayó un 19%, con descensos significativos en el Stelvio (-41%) y el Giulia (-33%). La nueva SUV compacta Tonale vendió 3.383 unidades en su primer año.

Es bueno resaltar que la competencia no da tregua: mientras Ford y GM consolidan su liderazgo, Stellantis enfrenta grietas en su estructura y portafolio. Jeep, Ram y Dodge, marcas pilares, luchan por mantenerse relevantes, mientras Chrysler se encuentra al borde del colapso. Aunque el crecimiento de Fiat es destacable, su volumen de ventas sigue siendo extremadamente bajo.

La caída de Stellantis no es solo un reflejo de una industria automotriz cambiante, también de una estrategia que parece no adaptarse al ritmo del mercado. La falta de renovación en modelos clave y una dependencia excesiva de segmentos como las SUV y las camionetas están pasando factura. A menos que se implementen cambios drásticos, el futuro de marcas icónicas como Jeep y Dodge podría estar en riesgo.

Fiat 500e detiene su producción


Paola Reyes Bohórquez.