Clásicos Colombianos

Mazda 626 LX: un ‘auto fantástico’ a la japonesa… hecho en Colombia (1984)

Mazda 626 LX

El tecnológico y lujoso Mazda 626 LX, con portón trasero, gozó de una publicidad propia aprovechando el auge de KITT, el “auto fantástico”.

PUBLICRÓNICA No. 58.
Por Camilo Ernesto Hernández Rincón, historiador automotor.
Especial para EL CARRO COLOMBIANO.

La aceptación del Mazda 626 en Colombia, desde su estreno, es harto conocida. Como en casi toda gama automotriz, el sedán tricuerpo es el primer referente que se tiene en la memoria, pero no el único. Los vehículos hatchback, que reciben una quinta puerta posterior, se remontan para muchos al Renault 4. Pero fue el Renault 16 su verdadero iniciador, al menos en el segmento de lujo “generalista”.
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En el pasado, Colombia conoció este tipo de carrocería precisamente con el fabricante francés. No obstante, el antecedente más cercano recae realmente en el Dodge Alpine, ya descontinuado cuando llegó el Mazda 626 LX, al finalizar agosto de 1984.

Este auto tenía toda la elegancia del 626 L primigenio, pero era aún más funcional y familiar. Y lo mejor, con un diseño de vanguardia. La modernidad automotriz fue bandera de Mazda en los años ’80 (y aún hoy), y en el caso de este hatchback (en realidad un “liftback”) se percibía ese aire del futuro cercano, digno de un deportivo o de importados muy exclusivos como el Citroën CX.

Aunque Colombia no llegó a conocer una carrocería Station Wagon en el 626 de entonces, hasta la importación de unas pocas unidades de la generación Asahi en 1992, el LX complementaba a la perfección al sobrio “L” de base, y al más audaz GLX de dos puertas.

Mazda 626 LX

Mazda 626 LX: un ‘auto fantástico’ y tecnológico para Colombia

Hoy es común que gran cantidad de vehículos tengan elementos como el tablero digital, pero fue precisamente el Mazda 626 LX quien introdujo dicha tecnología en el país. Y era orgullo nacional, pues se ensamblaba en la Compañía Colombiana Automotriz, superando en años luz por ese rubro a los Renault y Chevrolet que le competían.

Así, este auto tuvo su propia campaña publicitaria, claramente diferenciada de la genérica para el 626. Fue una excelente vitrina para sus avances: tablero digital, asientos anatómicos con diez posibilidades de ajuste, motor transversal (adelantando a sus dos competidores tradicionales, R18 y Monza), y una línea aerodinámica rematada por el portón trasero.
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Cada uno de estos argumentos se explicaban al detalle con ilustraciones en aerógrafo, posiblemente tomadas del material original japonés.

Mazda 626 LX

Continuaba con el eslogan que hacía famoso al 626: “Viva la experiencia Mazda”. Pero había uno nuevo que reforzaba el mensaje: “Verdaderamente Fantástico”. Por sus avances tecnológicos, es claro que aludía al “auto fantástico” de la serie de TV, muy popular en aquella época.

En revistas como Motor, el anuncio podía tomarse toda una página derecha y parte de la izquierda, sin abarcar las dos hojas completas. Dos fotos, una dentro de otra, lo mostraban en pleno día de campo en la sabana de Bogotá, con familia completa descargando lo que se llevaba a un buen paseo. La foto menor lo presentaba en movimiento de perfil, su ángulo más atractivo.

Mazda 626 LX

También en televisión

Esa vista lateral del Mazda 626 LX plateado se explotó en otros anuncios impresos, pero sobre todo, en los comerciales de televisión. Se recuerdan al menos dos. En el primero de ellos, se veía un recorrido nocturno en medio de la tormenta en el que, a ritmo de música clásica, el auto avanza imponente y elegante bajo la lluvia.
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En otro comercial, ambientado en el desierto del Sahara, el vehículo alcanza a una estampida de beduinos en sus veloces caballos. La frase “Verdaderamente Fantástico”, seguida de la mención del modelo, es la que cierra cada pieza audiovisual.

Finalmente, el Mazda 626 LX estuvo presente en gran parte de la familia 626 producida en Colombia, extendiendo su vida comercial hasta 1993 con la llegada del 626 Matsuri. Su única competencia directa vino años después, ya en la generación Asahi, con el Renault Etoile Penta (R21). 

Siempre fue un auto atractivo y aspiracional, que quedó en la memoria de muchos colombianos a pesar de que algunos de sus atributos no lo favorecían tanto. El tablero digital, digno entonces de la ciencia ficción, era ergonómicamente inadecuado para el conductor, por ejemplo. También sufría mucho por su baja altura respecto al suelo.

Mazda 626 LX

Tal visión de un futuro que hoy es presente, y hasta pasado, hace extrañarlo y preguntarse en esta época de recuperación de aquellos sofisticados años ochenta, por ejemplares dignos de colección y conservación. Al parecer, no quedan muchos.

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CRÉDITOS:

  • Textos e investigación: Camilo Ernesto Hernández Rincón.
  • Fuentes: Archivo documental EL CARRO COLOMBIANO.
  • Edición de texto, reconstrucción digital de imágenes y Dirección General: Óscar Julián Restrepo Mantilla.

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Óscar Julián Restrepo Mantilla
Administrador de Empresas y Publicista bumangués. Fundador, Director y Gerente General de la Revista Virtual El Carro Colombiano.