Marruecos se está convirtiendo en uno de los destinos preferidos para los fabricantes de carros eléctricos chinos. Todo se debe a su ubicación estratégica y acuerdos comerciales con Europa.
Marruecos se está convirtiendo en el principal destino para la producción de automóviles eléctricos a bajo costo, gracias a sus acuerdos comerciales con Europa y su ubicación estratégica. Los fabricantes chinos han puesto sus ojos en este país, buscando esquivar los nuevos aranceles europeos que podrían incrementar el precio de sus carros.
Y es que, como es sabido, la Unión Europea ha decidido imponer aranceles a los automotores eléctricos chinos a partir de noviembre. Estos «mal llamados aranceles» elevarán los precios de los vehículos en función de su origen de producción.
Como lo ha registrado EL CARRO COLOMBIANO, China ha llevado la queja a la Organización Mundial del Comercio, pero sin éxito hasta ahora. Los miembros de la Unión Europea han mostrado su apoyo a estas medidas antisubsidio en una reciente votación secreta, lo que dificulta que se levanten las tasas.
Reubicación de los chinos
Ante este panorama, los fabricantes chinos como BYD y NIO han acelerado sus planes de expansión en Europa y sus alrededores. Por ejemplo, BYD planea establecer una planta en Hungría y otra en Turquía, mientras que NIO busca terrenos en Europa para una nueva fábrica. Sin embargo, Marruecos ha surgido como un aliado estratégico para estos fabricantes.
Con una red industrial en crecimiento y acuerdos que permiten la importación de vehículos sin aranceles, Marruecos ha captado la atención de gigantes automovilísticos. Stellantis, en particular, produce en Marruecos vehículos como el Citroën AMI y Fiat Topolino, aprovechando los costos de producción más bajos. Carlos Tavares, CEO de Stellantis, ha afirmado: «no podemos fabricar los carros que queremos comprar».
Entre tanto, Renault también tiene una fuerte presencia en dicho país, fabricando hasta seis modelos distintos, incluido el popular Dacia Sandero. Empresas auxiliares españolas como Gestamp, Antolin y Teknia han establecido operaciones en el país, contribuyendo al auge de la industria automotriz local.
Hay que destacar que, el año pasado, Marruecos exportó el 87% de los 535.000 autos que produjo, aumentando un 30% las exportaciones respecto a 2022. Este renglón representó el 25% del total del país, con un valor que debería superar los 12.000 millones de euros este año. La industria automotriz constituye el 22% del PIB de Marruecos.
Inversión en baterías
Los fabricantes chinos de baterías también están invirtiendo en Marruecos. Gotion High-Tech, por ejemplo, ha comprometido 1.200 millones de euros en una planta con una capacidad inicial de 20 GWh, ampliable a 100 GWh.
Por su parte, Hailiang y Shinzoom han anunciado inversiones de 450 y 460 millones de dólares respectivamente en la zona industrial Tanger Tech. Otros proyectos incluyen una planta de baterías de CNGR Advanced Material cerca de Casablanca.
Marruecos, además, es el décimo mayor productor mundial de cobalto y posee vastos yacimientos de fosfatos, esenciales para la producción de baterías. El gobierno marroquí está enfocado en encontrar más yacimientos de minerales críticos para expandir aún más la industria.
Así las cosas, se puede concluir que la rápida adaptación de Marruecos para convertirse en un hub automotriz refleja su visión estratégica y capacidad de aprovechar oportunidades globales. Su ubicación geográfica y acuerdos comerciales le permiten ofrecer una alternativa competitiva para los fabricantes, especialmente en un contexto de tensiones comerciales.