En tan sólo 12 meses, los precios de las baterías LFP en China han caído un 51%. Esto ha generado un impacto significativo en la industria automotriz.
El mercado automotor en China ha sido testigo de una transformación impresionante en el último año. Los precios de las celdas de baterías de fosfato de hierro y litio (LFP) han experimentado una disminución del 51%, bajando a un promedio de 53 dólares por kilovatio-hora (kWh).
El anterior descenso, según un estudio de BloombergNEF, ha permitido que los carros eléctricos sean ahora más baratos que los de combustión interna. Y es que varios factores han contribuido a esta reducción drástica en los precios.
En primera medida, el costo de las materias primas, especialmente del cátodo, ha caído significativamente. Este, que antes representaba el 50% del valor total de la batería, ahora representa menos del 30%. Dicho componente en una batería LFP está hecho principalmente de fosfato de hierro y litio, elementos esenciales en la estructura y funcionamiento de las baterías.
¿Mucha oferta y poca demanda?
Además, el exceso de capacidad de producción en China ha llevado a los fabricantes a bajar los precios para mantener su cuota de mercado. Así mismo, la fabricación de baterías ya supera la demanda global de vehículos eléctricos, y este desequilibrio ha provocado una reorganización en la industria.
Hay que recordar que, en 2022, la utilización de la capacidad media de las plantas de baterías en China fue del 51%, disminuyendo al 43% en 2023, y se espera que sea aún menor este año. Las mejoras en la tecnología y los procesos de fabricación también han jugado un papel crucial.
Por lo anterior, empresas líderes como CATL y BYD continúan invirtiendo en investigación y desarrollo, procesos de automatización y nuevas fábricas modernas. Esto ha permitido que los precios de estos componentes se mantengan bajos durante varios años.
La paridad de precios entre los carros eléctricos y los de combustión interna, que tanto se ha discutido, ya es una realidad en China. De hecho, casi dos tercios de los autos eléctricos disponibles en el país asiático son más baratos que sus equivalentes de combustión interna. Desde octubre de 2023, los valores del paquete de batería con las químicas más vendidas han estado por debajo del punto de referencia de 100 dólares/kWh en China. Las baterías LFP ahora están en 75,3 dólares/kWh, mientras que las NMC se sitúan en 85,6 dólares/kWh.
Precios a la baja
La caída de los precios también tiene importantes implicaciones para el sector del almacenamiento de energía. Los sistemas de almacenamiento de energía estacionarios han visto una reducción de precios del 43% en comparación con el año pasado.
Así las cosas, se espera que este mercado absorba una parte significativa de la sobreproducción de baterías para vehículos eléctricos, con una previsión de instalación de baterías estacionarias que alcanzará los 155 GWh este año, un 61% más que el año pasado.
Para puntualizar, la significativa caída en los precios de las baterías LFP en China es un cambio de juego tanto para la industria automotriz como para el sector de almacenamiento de energía. La competencia de precios con los vehículos de combustión interna y la accesibilidad a soluciones de almacenamiento energético más económicas son señales prometedoras de un futuro más sostenible.
