La competencia en la industria de baterías para carros eléctricos se intensifica, y Europa enfrenta desafíos para mantenerse a la par con China, que lidera el mercado global.
La industria de baterías para carros eléctricos en Europa está en peligro de quedarse atrás en comparación con China. A pesar de los esfuerzos iniciales, como el acuerdo de Francia y Alemania en 2019 para invertir miles de millones de euros en el desarrollo de estas, el ‘viejo continente’ enfrenta múltiples desafíos que amenazan su competitividad.
y es que China se ha consolidado como uno de los productores más competitivos del mundo debido a sus altas destinaciones de recursos. El país asiático ya controla más del 80% del mercado global de baterías, lo que le permite fabricar celdas a una fracción del costo en Europa.
Además, ha avanzado significativamente en la próxima generación de tecnología celular, desarrollando baterías más baratas y eficientes que no utilizan cobalto ni níquel. Así pues empresas europeas como Volkswagen, Stellantis y Mercedes-Benz han comenzado a reducir o reorientar sus proyectos de baterías debido a la desaceleración en las ventas de automotores eléctricos.
¿Europa se queda rezagada?
Es de anotar que el mayor fabricante de baterías local en Europa, Northvolt AB, ha experimentado retrasos en el aumento de la producción, lo que llevó a BMW a cancelar un pedido de 2.000 millones de euros debido a problemas de calidad.
Sebastian Wolf, director de operaciones de la unidad de baterías PowerCo de Volkswagen, comentó que Europa debe cambiar su enfoque.»Estamos pasando de ser profesores a convertirnos en estudiantes porque tenemos que ponernos al día con una importante acumulación de experiencia».
Mientras el continente europeo enfrenta desafíos internos, Estados Unidos y Canadá están atrayendo inversiones con subsidios lucrativos. Estados Unidos, por ejemplo, distribuirá aproximadamente 160.000 millones de dólares en créditos fiscales para células solares y de baterías antes de 2029, mientras que Canadá comprometió 25.000 millones de dólares en incentivos para baterías en 2023.
Tom Einar Jensen, cofundador de Freyr Battery, subrayó la necesidad de una respuesta europea. «Europa realmente necesita despertar y dar una respuesta decente… Si Europa quiere pasar de depender del gas ruso a depender únicamente de baterías importadas chinas, probablemente sea una discusión que deba reflexionar más en la estructura actual».
El reto de la autosuficiencia
Desarrollar la autosuficiencia en baterías será difícil para Europa. Pues China no sólo fabrica la mayor cantidad de estos dispositivos, sino que también domina la cadena de suministro de la industria, incluyendo la refinación de minerales clave como litio, níquel, cobalto y grafito.
Así las coas, Europa está en una encrucijada crítica. La dependencia de baterías chinas podría replicar los errores del pasado con la dependencia del gas ruso. Es esencial que el ‘viejo continente’ desarrolle una estrategia clara y efectiva para fomentar la producción local de baterías y fortalecer su cadena de suministro.