La icónica marca británica, con 102 años de legado, reconsidera su estrategia de branding tras una controvertida campaña que eliminó su emblemático logo.
Jaguar, uno de las marcas legendarias de la industria automotriz, está en busca de una nueva agencia de publicidad después de que su más reciente campaña de renovación de marca generara críticas masivas. A finales del año pasado, la compañía británica lanzó una estrategia de rebranding que eliminó por completo su histórico logotipo del jaguar saltando, reemplazándolo por un diseño minimalista y tipográfico que muchos describieron como «genérico» y «desconectado de su herencia».
La campaña, que se enfocaba en colores vibrantes y una temática más cercana a la de una marca de moda que a la de un fabricante de autos de lujo, dejó a los fanáticos y expertos preguntándose si Jaguar había perdido su identidad. Además, el lanzamiento del Concept Car EV, un prototipo eléctrico futurista, no logró transmitir claramente la dirección que tomará la compañía en su transición hacia la electrificación.
Según reseñó Quatro Rodas, la dirección de Jaguar Land Rover (JLR) está reconsiderando su estrategia de marketing tras el rechazo generalizado. Y es que, al parecer, hubo una desconexión clara entre lo que los consumidores esperaban de Jaguar y lo que se presentó. Datos de YouGov revelaron que la percepción de la marca cayó un 15% entre los entusiastas de los automóviles tras el relanzamiento.
De regreso a sus raíces
Expertos en branding han señalado que borrar elementos icónicos de una marca con tanto legado es un riesgo enorme. Jaguar, fundada en 1922, se ha distinguido por su elegancia, potencia y diseño, valores que muchos sintieron que se diluyeron en la nueva campaña.
Aunque la compañía no ha confirmado oficialmente qué cambios implementará, se rumora que la próxima agencia de publicidad tendrá la tarea de reequilibrar modernidad y tradición. Mientras tanto, Jaguar avanza con su plan de electrificación completa, un movimiento alineado con las regulaciones europeas que prohibirán la venta de carros de combustión interna a partir de 2035.
El Jaguar I-Pace, su primer SUV eléctrico, ha sido bien recibido, pero la falta de claridad en su identidad de marca podría afectar su competitividad frente a rivales como Tesla, Porsche Taycan y Audi e-tron. Por ahora, el rebranding de Jaguar parece ser un caso clásico de intentar ser «demasiado moderno» a costa de perder lo que hace única a la marca. Mientras que la electrificación y el diseño contemporáneo son necesarios, eliminar símbolos históricos sin una narrativa sólida puede alienar a la base de fans leales.
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Paola Reyes Bohórquez.