Mazda 626 Asahi trajo el lujo japonés a Colombia hace 35 años, ¿lo recuerdan?

Por su línea moderna, atractiva y lujosa, la segunda generación colombiana del Mazda 626 sorprendió al país. Sostuvo su éxito apoyada en publicidad frecuente y diversa.

PUBLICRÓNICA No. 104.
Por Camilo Ernesto Hernández Rincón, historiador automotor.
Especial para EL CARRO COLOMBIANO.

Esta semana, Mazda protagonizó la escena automotriz nacional con sus nuevos SUV CX-60 y CX-90 de alta gama. Destacaron, no solo por su diseño y refinamiento, sino una muy favorable relación entre precio, tamaño, prestaciones y equipamiento. Pero, desde siempre, la marca ha propuesto una alternativa generalista a los segmentos Premium. Hoy, Publicrónicas trae una de las más recordadas.
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En mayo de 1988, la Compañía Colombiana Automotriz (C.C.A.) sorprendió al mercado nacional con dos nuevas líneas Mazda. El 323 estrenó nuevo diseño frontal adicionando las versiones Coupé y Station Wagon. Pero la mayor sorpresa recayó en el segmento superior con el nuevo e inédito Mazda 626 Asahi.
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Correspondiente a la cuarta generación mundial del Mazda Capella, tercera conocida en los mercados globales como 626, lucía un diseño más aerodinámico, redondeado y elegante. Aquí en Colombia, reemplazó su denominación previa “Nueva Raza” por “Asahi”, expresión que alude al “sol de la mañana” en japonés.

Mazda 626 Asahi: el lujo japonés hace 35 años

La revista Semana presentó tal avance en cuatro páginas. La inicial, con el nombre en rojo y escritura descendente, sobre un rectángulo en degradación de azules, con el significado de “Asahi” abajo, en japonés. Al pasar la hoja, el fondo azul domina las dos páginas enmarcadas con dicho nombre como cornisa superior.
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Luego, se explica con un texto más pequeño que reza “La nueva línea de Mazda 626”, y como base de cierre, una frase que anticipa el nuevo eslogan: “En todo el mundo, el gran cambio”. Así se dejaba en claro que, siendo un carro ensamblado en Colombia, era el mismo que recién se había lanzado a nivel mundial.
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Al centro, las versiones L, LX y GLX con su nuevo diseño y textos algo más explicativos de sus detalles más relevantes: nuevas relaciones de caja para mayor “pique”, diseño más aerodinámico y radios con antenas eléctricas, así como seguros y ventanas eléctricas, según versión.
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La exposición de sus novedades se detalla más en la cuarta página, a saber: luces más bajas, tableros en forma elíptica o mayor espacio interior, entre otras.

Este anuncio contó con otros apoyow que se publicaron en los meses siguientes. En ellos, cada versión gozaba de su propia página horizontal obligando al lector a girar la revista a 90 grados. Aparecían cada cierto tiempo, turnándose entre sí, en las revistas Semana y Cromos. Curiosamente, no tuvo mayor pauta en diarios o revistas especializadas como Motor.
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Ello se dio con el paso del tiempo y la duración de la gama Asahi, que sí tuvo su comercial de televisión donde aparecieron los tres modelos emergiendo gradualmente en una exhibición, con columnas envueltas en diferentes banderas de países. Personas elegantes los observan, comentando las virtudes citadas en la publicidad impresa.

Televisión: de frente contra los “Premium”

El Mazda 626 Asahi gozó de variada y constante publicidad en televisión. Previo a los comerciales citados, tuvo un primer spot de sostenimiento hacia 1989 que combinó con astucia la publicidad testimonial con un nombre clave: “Mercedes”.
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La marca contrató al actor Gerardo de Francisco y a su esposa, la ex reina Mercedes Baquero, para un elegante comercial nocturno. Allí, salían de una recepción de gala recogiendo al que, suponen, es “su” vehículo.
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Mientras él conduce, comienza diciendo “Mercedes…” para seguir afirmando satisfecho sobre la correcta decisión de comprar un carro de categoría y que se sentía “como nunca”, hasta que ella le hace caer en cuenta que ese no es su carro.

Tras un frenazo en seco, sale a comprobar que no es precisamente un modelo de la marca alemana homónima, sino un Mazda 626 L blanco. Más que desconcertarse por el equívoco, cierran el comercial con la feliz decisión de comprar un Asahi.
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Hablando de Alemania, una estadística difundida por la revista local Auto Motor und Sport resaltó que el Mazda 626 era el vehículo más vendido del momento, motivando un comercial ambientado supuestamente en alguna ciudad alemana donde solo rodaba ese modelo.
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Dicho comercial llegó a ser cuestionado en un editorial de la revista Motor, por no aclarar que, en realidad, era el carro “importado” más vendido en el mercado alemán.

Japonés con algo de alemán

En un siguiente comercial, bellamente realizado con la obertura de Tannhäuser de Richard Wagner, se observa el cuadro enmarcado de Vincent Van Gogh, “El Puente de Langlois”. Sobre él, aparece y se estaciona un Mazda 626 L Asahi, también blanco.
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La voz del fallecido locutor Andrés Salcedo, famoso por narrar los partidos de la Bundesliga y en general, los documentales de la televisora TransTel, dice: “Antes de comprar un automóvil, es bueno que usted sepa lo que están haciendo los alemanes con sus marcos”, aludiendo a la moneda alemana de entonces, previa a la aparición del euro.
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Pese a que el énfasis es relacionar la decisión por Mazda con la racionalidad alemana, resulta curioso el uso de una obra claramente holandesa.
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El comercial cierra con el nuevo eslogan de Mazda que se escuchaba muy acertadamente con la voz del Maestro Salcedo: “En el camino de la civilización”. Esto, ocurrió ya hacia 1992.

El más moderno

Con los 626 Asahi, Mazda tomó la delantera del mercado colombiano respaldado en estas novedades, convirtiéndose en el automóvil más moderno del país.
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Sus dos competidores experimentaron problemas para superarlo: Sofasa pagó las consecuencias de sus fallos con el Renault 21, y el Chevrolet Monza de Colmotores, a pesar de su fiabilidad y al Classic automático, ya es de una generación previa y tiene solo un tipo de carrocería.
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Todo ello ocurrió en el cerrado mercado de finales de los años ochenta, antes de la apertura económica de 1991 en que reaparecieron los importados y Mazda consolidó su éxito, respondiendo con una nueva motorización de 12 válvulas y caja automática. (A modo anecdótico, apareció la 626 Station Wagon importada y en pocas cantidades).

La publicidad introdujo gradualmente dichas mejoras en forma de comerciales expectativos que invitan a reconocerlas, continuando un suceso que se extendió hasta 1993 con su gama completa.
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Para ese momento, llegó una tercera generación para el 626 nacional, con un nuevo nombre, Matsuri, que elevó aún más el nivel de la “maestría japonesa” que identifica a Mazda y que hoy vemos en sus CX-60 y CX-90. Ese será tema para una futura Publicrónica.

Vea más de la serie PUBLICRÓNICAS, aquí.

CRÉDITOS:

• Textos e investigación: Camilo Ernesto Hernández Rincón.
• Imágenes: Archivo EL CARRO COLOMBIANO, Camilo Ernesto Hernández, Marcelo Correa.
• Edición de texto, reconstrucción digital de imágenes y Dirección General: Óscar Julián Restrepo Mantilla.