Creado en la preguerra, el Citroën Traction Avant llegó a Colombia mucho después. Presentado como «el carro más seguro del mundo», nunca presumió su mayor atributo.

PUBLICRÓNICA No. 78.
Por Camilo Ernesto Hernández Rincón, historiador automotor.
Especial para EL CARRO COLOMBIANO.

Finalizando los años noventa, una convocatoria global de periodistas del motor escogió al «Automóvil del Siglo XX», con el Ford T como ganador entre una lista de 100 carros elegibles. Entre ellos, Citroën fue la única marca con tres aspirantes por encima de las demás: Traction Avant, 2CV y DS/ID. El primero de ellos, pasó a la historia como el primer vehículo de tracción delantera con éxito comercial en la historia.

No obstante, ese éxito comenzó siendo un funesto fracaso que le causó la muerte prematura a su creador, André Citroën, quien decidió en 1934 hacer al vehículo más avanzado del mundo. En un solo paquete, vestido por un frente que daba la sensación de que el carro se moviera así estuviera detenido, puso todos los avances tecnológicos del momento, incluyendo la construcción unitaria y una menor altura.

Citroën reconstruyó su fábrica para tal fin, y se endeudó fuera de control. Las ventas iniciales no lograron pagar la inversión, y la compañía casi quiebra de no ser por la salvación de su mayor acreedor, Michelin. El fabricante de llantas retuvo a Citroën, mientras su fundador moría de cáncer un año después.
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Con un abanico de opciones, el «Tracción» (su apodo castellanizado), sobrepasó sus expectativas y reflotó la empresa incluso después de la Segunda Guerra Mundial, de la que fue protagonista. Tanto en manos de la ocupación nazi que se interesó en él, como en las de la resistencia francesa.

Citroën Traction Avant Colombia

Citroën Traction Avant y su paso por Colombia

Por datos aislados, algunos de películas como «Bajo el Cielo Antioqueño» o la existencia de un ejemplar sobreviviente en Popayán, se sabe que Citroën llegó a Colombia hace más de 100 años. Sin embargo, su vida comercial en el país se registra apenas a comienzos de los años cincuenta. Hace cerca de 70 años.

En El TiempoEl Siglo aparece la publicidad que así lo confirma, de la mano de la firma Interamericana S.A., misma que junto a Laspina y Cia. también vendió el Jeep Willys antes que Leonidas Lara e Hijos.

El Traction Avant tuvo siempre el mismo aspecto; no obstante, gozó de múltiples versiones que le dieron distintas denominaciones. Para este caso, nos ocupa el Citroën 11CV que en Colombia se vendió en las versiones Normal y Ligero. Cuando vino a Colombia, a casi 20 años de su estreno, ya iba en retirada.

Dicha información proviene de la revista Semana de junio 14 de 1954, confirmando además el precio de venta del momento: $7.000 para la versión de entrada. En comparación, un Cadillac El Dorado costaba $34.500, y por un Volkswagen Escarabajo se pedían $5.500.

Citroën Traction Avant Colombia

«El carro más seguro del mundo»

Curiosamente, el que siempre aparece es el Normal, de cabina más alargada atrás. No hay muchos anuncios, pero sí hubo constancia al anunciar. Una sola ilustración de perfil a tinta identificaba al modelo, pero el gran argumento de venta recaía en cinco ventajas, debidamente enumeradas y antecedidas por la palabra «más»: velocidad, seguridad en curvas, suavidad, estabilidad y economía.

Todas ellas, iban respaldadas por un eslogan que hoy es debatible: «El carro más seguro del mundo». Desde luego, esta argumentación reposa en el mayor de sus atributos, que nunca se menciona en la publicidad: la tracción delantera, cuando estandar de la industria automotriz era la del eje trasero.

Otro elemento que no aparece en estos anuncios colombianos, y que es obligación desde 1919, es el emblema del «doble chevrón»«doble galón» encerrado en un óvalo vertical. Justamente, igual al que Citroën está recuperando actualmente.

Aparece, eso sí, el nombre en la fuente institucional de la época, en exclusiva tipografía ultra gruesa con línea interna, que sugiere ser un esqueleto de la misma y diéresis sobre la «Ë», que la dota de acento en su pronunciación original.

Citroën Traction Avant Colombia

De Colombia a Europa

Esa diéresis no aparece en anuncios más simples que lo anuncian, pero para alquiler en Europa. Anunciar la renta de vehículos desde países como Colombia, respaldados por sus concesionarios, fue una práctica común desde la posguerra, que se extendió por muchos años.
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Estos avisos de alquiler son tan escuetos, que es notorio el encargo de los mismos a las mesas de armado de los periódicos. Eso es evidente en el diseño y tipografía, similares a las páginas convencionales de noticias.

Tampoco hay referencias a la imagen corporativa de la marca, salvo el tamaño del titular con el nombre y una imagen semiperfil del vehículo, mucho más pequeña y difícil de identificar a simple vista, dada la resolución con puntos más gruesos.

Citroën 2CV Colombia

Allí aparece un segundo representante, Luis F. Millien, quien operaba solo desde Bogotá. Por su parte, Interamericana S.A. abarcaba también a Medellín, Cali y Barranquilla. Ambas compañías están ratificadas en un anuncio a página completa que apareció en la revista Mecánica Popular de febrero de 1956, donde se anuncia para toda América Latina al popular Citroën 2CV.
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Pese a este aviso, la difusión del mismo en Colombia fue casi inexistente hasta unos años después, sobreviviendo al menos dos ejemplares.

Citroën Traction Avant Colombia

El «bisabuelo» de los actuales DS

Respecto al Citroën Traction Avant 11CV, fue notable en publicidad. Su presencia está debidamente testimoniada en varios ejemplares que aún se conservan, algunos como piezas genuinas antiguas.

Así como en otras épocas pasadas de la marca en Colombia, estos autos tampoco gozaron de la debida difusión y representación para alcanzar a los norteamericanos tradicionales, o a Volkswagen y Mercedes-Benz, que sí emprendieron su papel con mayor seriedad.

Nuestro país no volvería a saber de Citroën hasta mediados de los años sesenta, cuando Thomas Steuer haría retornar la gama completa a través de su empresa Adma Automotriz, que funcionó durante cerca de un lustro.

Los avances del Traction Avant, vestidos en una línea de preguerra, duraron hasta 1957. Su reemplazo llegaría dos años antes, como una verdadera revolución que disparó al automóvil por sorpresa hacia su propio futuro: el Citroën DS/ID, a su vez inspiración y base histórica de la actual marca DS.

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CRÉDITOS:

  • Textos e investigación: Camilo Ernesto Hernández Rincón.
  • Edición de texto, reconstrucción digital de imágenes y Dirección General: Óscar Julián Restrepo Mantilla.

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