Toyota sigue apostando por el hidrógeno como el combustible del futuro, explorando innovaciones tanto en motores de combustión como en almacenamiento criogénico. 

La relación entre Toyota y el hidrógeno es una historia de persistencia y desafíos. Aunque el Toyota Mirai, un carro de pila de combustible, se ha convertido en un referente global, no ha sido un éxito en todos los mercados.

El problema radica en la complejidad intrínseca de esta tecnología: la necesidad de depósitos de alta presión (700 bares) que ocupan mucho espacio, pero ofrecen una autonomía limitada en comparación con su tamaño. A pesar de estos inconvenientes, Toyota sigue confiando en el potencial del hidrógeno, especialmente para mercados como Europa, donde la lucha contra las emisiones de CO₂ es prioritaria.

Según la marca nipona, este elemento podría resolver problemas clave de los autos eléctricos, como las largas paradas para recargar. Es que, desde 2021, el fabricante participa en el ENEOS Super Taikyu Series, un campeonato japonés que sirve como laboratorio para su tecnología de hidrógeno.

Toyota hidrógeno

La apuesta de Toyota en competición

Allí, compite con un Toyota Corolla modificado, que utiliza hidrógeno como combustible en un motor de combustión interna. Este enfoque combina las emociones de un motor tradicional con la sostenibilidad del hidrógeno, manteniendo el sonido y las sensaciones que entusiasman a los amantes de los deportivos.

Sin embargo, el camino no ha sido fácil. Durante las primeras pruebas, el Corolla consumía rápidamente sus depósitos, requiriendo 41 paradas en boxes, el doble que sus rivales. Para solucionar este inconveniente, Toyota comenzó a experimentar con hidrógeno líquido, una alternativa que optimiza el espacio de almacenamiento.

Toyota GR Corolla H2

El paso al hidrógeno líquido resolvió parcialmente los problemas de almacenamiento, pero trajo nuevos retos. La criogenización del hidrógeno a -253 °C es un proceso altamente ineficiente que demanda gran cantidad de energía, situándolo por debajo de las pilas de combustible e incluso de los carros eléctricos en términos de eficiencia.

Otro obstáculo fue el boil-off gas, un fenómeno por el cual parte del hidrógeno almacenado se evaporaba debido a la temperatura ambiente. Para contrarrestarlo, la compañía nipona desarrolló un sistema innovador que presuriza el hidrógeno evaporado y lo redirige hacia una pequeña pila de combustible. Esta pila genera electricidad para alimentar componentes del vehículo, como la bomba de hidrógeno líquido, y reduce las pérdidas.

Toyota a hidrogeno

¿Futuro prometedor o camino incierto?

A pesar de estos avances, parte del hidrógeno aún no se reaprovecha completamente. En esos casos, el exceso es liberado al exterior después de pasar por un catalizador que lo convierte en vapor de agua, minimizando el impacto ambiental.

Toyota está convencida de que el hidrógeno tiene un papel crucial en la movilidad del futuro, especialmente en segmentos como los deportivos. Sus ingenieros trabajan en convertir esta tecnología en una opción viable que incluso podría asumir las funciones de un alternador tradicional.

No obstante, los retos son enormes: desde la infraestructura de recarga hasta la eficiencia energética. La evolución de la tecnología y la aceptación del mercado serán determinantes para definir si esta apuesta revolucionaria logrará posicionarse frente a la electrificación masiva.

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Paola Reyes Bohórquez. Con información de Xataka.