Lucid Motors compró los activos de Nikola Corporation. Así expande su capacidad de producción en Arizona y contrata a 300 exempleados.
En una jugada estratégica que podría redefinir el panorama de los vehículos eléctricos (EV) en EE.UU., Lucid Motors ganó la subasta por los activos de Nikola Corporation, la fallida empresa de camiones eléctricos que quebró en febrero tras años de problemas financieros y un escándalo de fraude.
La transacción, valorada en $30 millones, incluye una planta de más de 884.000 metros cuadrados en Coolidge, Arizona. Así mismo, equipos de producción y tecnología. Además, Lucid se ha comprometido a contratar a 300 exempleados de Nikola, mitigando parcialmente el impacto de la quiebra en la comunidad local.
«Esta adquisición nos permite expandir nuestras capacidades de fabricación y desarrollo justo cuando nos preparamos para el lanzamiento del Lucid Gravity y futuros modelos», declaró Marc Winterhoff, director ejecutivo interino de Lucid Motors.
Competencia para Tesla
Lucid Motors, con sede en Arizona y conocida por su Lucid Air (galardonado como el «carro eléctrico más eficiente del mundo»), ha sido durante años el principal competidor de Tesla en el segmento premium de EVs. Mientras Tesla enfrenta una caída del 24% en ventas en el primer trimestre de 2024, Lucid ha reportado un crecimiento del 60%, según datos de Bloomberg Intelligence.
La compra de los activos de Nikola llega en un momento clave pues Lucid ha logrado diferenciarse por su enfoque en lujo, eficiencia y autonomía. El Lucid Air se mantiene como el auto eléctrico con mayor autonomía del mercado, alcanzando hasta 830 km con una sola carga, superando incluso a las versiones más avanzadas del Tesla Model S.
Hay que decir que Nikola Corporation, fundada en 2015, prometió revolucionar el transporte pesado con su camión Nikola Tre, equipado con pila de combustible de hidrógeno, 1.000 Hp de potencia y 1.200 km de autonomía. No obstante, su declive comenzó en 2021, cuando su CEO, Trevor Milton, fue condenado por fraude financiero tras exagerar las capacidades tecnológicas de la empresa.
Tras una larga agonía financiera, Nikola se declaró en bancarrota en febrero de 2024, dejando atrás una deuda de $1.200 millones de dólares y un futuro incierto para sus empleados. «El caso Nikola es un recordatorio de que, en la industria EV, la innovación debe ir de la mano con la transparencia», señaló Michael Dunne, analista de ZoZo Go.
Una ‘as’ bajo la manga para Lucid
Pero ¿por qué esta adquisición es clave para Lucid Motor? Primero por su expansión acelerada, ya que la nueva planta duplicará su producción, que actualmente está limitada a 90.000 vehículos anuales. En segundo lugar, por la tecnología que heredará, y es que, aunque Lucid no fabricará camiones, sí podría aprovechar patentes de Nikola en baterías y celdas de combustible. Y, finalmente, por las sinergias estatales, debido a que Arizona es un hub automotriz emergente que ofrece subsidios fiscales para la producción de EVs.
Así las cosas, mientras Tesla enfrenta crisis internas y marcas chinas como BYD ganan terreno global, Lucid Motors está tomando decisiones audaces para escalar su producción y diversificar su gama. La adquisición de Nikola no es solo una compra de activos, sino una declaración de intenciones: Lucid quiere ser más que un fabricante de autos de lujo.
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Paola Reyes Bohórquez.