Ariel Montenegro, presidente de Renault-Sofasa, explicó a EL CARRO COLOMBIANO el contexto alrededor de la solicitud para terminar acuerdo comercial automotor con Brasil.
La noticia más importante del sector automotor al término de julio fue la carta que el Ministro de Comercio, Industria y Turismo de Colombia, Luis Carlos Reyes, envió con el fin de terminar el Acuerdo de Complementación Económica (ACE) 72 entre Colombia y Mercosur. Durante siete años, dicho pacto ha permitido la importación de carros de Brasil sin aranceles, mediante un sistema de cupos.
Divulgada inicialmente por un medio nacional y luego corroborada por actores del sector automotor, tal solicitud causó sorpresa y mucho temor por lo que ello representaría. En un primer vistazo, terminar ese convenio afectaría seriamente al mercado nacional automotor, más aún teniendo en cuenta que más del 35% de los carros que se venden en el país provienen de allí.
Claro, en un primer momento podría pensarse que ello llevaría a la aplicación del arancel correspondiente a su importación y, en tal sentido, un fuerte incremento en los precios de esos carros. Sin embargo, eso no sucederá… al menos por ahora. La solicitud estaría relacionada con el cumplimiento del plazo del acuerdo que, de todos modos, ya debía revisarse.
«Ya era tiempo de una revisión al acuerdo»: Renault-Sofasa
Una de las marcas que más importa vehículos desde Brasil es Renault. El fabricante francés tiene allí su principal planta en América Latina, donde produce líneas como Kwid, Oroch y el recién estrenado Kardian. Por eso es que el presidente de Renault-Sofasa, Ariel Montenegro, ha hecho seguimiento de cerca al Acuerdo de Complementación Económica entre Colombia y Brasil en el rubro automotor.
Según expresó el directivo a EL CARRO COLOMBIANO, «la carta del Ministerio de Comercio donde solicita la terminación del ACE 72 entre Colombia y Brasil nos tomó por sorpresa, pero no puede entenderse como el final del acuerdo comercial entre estas naciones. El acuerdo inicial se suscribió en 2017 y tiene vigencia hasta 2024, por lo que ya era tiempo de una revisión para renegociar sus condiciones».
Además, de hacerse efectiva la solicitud del Colombia frente a terminar el ACE 72, el arancel pleno no tendría una aplicación inmediata sobre los carros que vengan de allí. Hay un amplio periodo de gracia antes de que eso pase, durante el cual deberá gestionarse un nuevo pacto entre las partes.
«Para la finalización del acuerdo hay un plazo estimado de un año y medio, durante el cual se negociarán nuevas condiciones más acordes con la realidad actual del mercado y la industria automotriz nacional. Mientras tanto, los precios de los carros se mantendrán como hasta ahora, al permanecer vigentes las mismas condiciones», aclaró Montenegro a esta redacción.
¿Habría un nuevo acuerdo?
En palabras de Ariel Montenegro, lo que deberá ocurrir es que, tras la solicitud de terminación del acuerdo actual, inicie la negociación del nuevo. Y en ese proceso, las firmas que importan vehículos desde Brasil como Renault, General Motors, Stellantis, Toyota y Hyundai, entre otras, estarán involucradas de lleno.
«Tanto Renault, como muchas otras marcas importantes del mercado nacional, nos veríamos gravemente afectadas al terminar el libre comercio automotor entre Colombia y Brasil. Por eso, estaremos de cerca apoyando y propendiendo a la suscripción del nuevo acuerdo, que entraría en vigencia después de 2025», explicó a EL CARRO COLOMBIANO.
En resumen, si bien se generó una especie de pánico dentro del sector automotor por esta noticia, el parte es de calma. «Si fuera verdad que los precios subirán de inmediato, en Renault no hubiéramos comunicado el lanzamiento del Kardian a un precio de $79.990.000, sabiendo que no lo podríamos sostener. Los precios permanecerán en el mismo nivel, al menos por ahora», concluyó Montenegro.
Óscar Julián Restrepo Mantilla.