Volkswagen atraviesa una crisis histórica. Enfrenta «décadas de problemas estructurales» y toma medidas drásticas para sortear la situación.

El Grupo Volkswagen, segundo mayor fabricante mundial de vehículos, enfrenta una de las mayores crisis de su historia. Los resultados del tercer trimestre de 2024 llevaron a la compañía a considerar medidas drásticas como reducir un 10% los salarios de sus empleados y cerrar hasta tres fábricas.

Estas decisiones están siendo negociadas con los sindicatos en un intento por superar problemas estructurales que, según su CEO, Oliver Blume, “se arrastran desde hace décadas”.

Además, la empresa ha destinado 900 millones de euros para implementar estrategias de reducción de costos, incluyendo cambios significativos en el desarrollo de nuevos modelos, un área clave para competir en un mercado en rápida evolución.

Volkswagen ID.5

Reduciendo el tiempo de desarrollo a la mitad

Volkswagen planea acelerar el desarrollo de sus modelos. Según Kai Grünitz, jefe de desarrollo de la marca, los nuevos autos podrían estar listos en 30 a 36 meses, y para aquellos basados en plataformas existentes, el plazo se reducirá a menos de 30 meses. Actualmente, este proceso puede llevar hasta 60 meses, lo que deja a los carros “obsoletos” para cuando llegan al mercado.

Sin embargo, a pesar de este esfuerzo, la velocidad no será la más alta de la industria. Según Pedro Pacheco, vicepresidente de Gartner, los fabricantes tradicionales suelen tardar entre 24 y 48 meses, mientras que las marcas emergentes completan este proceso en 15 a 24 meses.

Volkswagen también busca reducir los tiempos de producción de vehículos a 10 horas, igualando a Tesla en la fabricación del Model Y y a Renault con su Renault 5 E-Tech. Aunque la modernización de la planta de Wolfsburgo fue cancelada en 2023, Grünitz afirmó que están adaptando las instalaciones existentes para alcanzar este objetivo.

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Más ajustes en el plan de Volkswagen

Otro cambio significativo es la disminución de pruebas físicas en un 40%, confiando más en prototipos digitales. Esto, según Grünitz, permite “reducir costos sin comprometer la calidad ni la eficacia de las pruebas”.

En lugar de introducir decenas de funciones en cada modelo, Volkswagen planea enfocarse en unas pocas que realmente marquen la diferencia para sus clientes. Grünitz destacó que las innovaciones futuras estarán centradas en el software, como la integración de ChatGPT, que ya ha sido muy bien recibida por los usuarios.

Volkswagen enfrenta una encrucijada crítica que pone a prueba su capacidad para innovar y adaptarse. Las medidas anunciadas reflejan un enfoque estratégico, pero también evidencian la presión de competir con rivales más ágiles. La clave estará en cómo logren equilibrar estos cambios sin sacrificar su identidad como líder global.


Paola Reyes Bohórquez. Con información de Híbridos y Eléctricos.