General Motors anunció una depreciación de activos por más de USD5.600 millones, resultado de la reorganización de sus operaciones con SAIC en China.
General Motors (GM) reportó que asumirá una depreciación de activos entre 5.300 y 5.600 millones de dólares, vinculada a su participación en empresas conjuntas con SAIC. Este ajuste contable, aunque no afecta directamente la liquidez de la compañía, es parte de un esfuerzo mayor para reestructurar su presencia en el competitivo mercado automotriz chino.
La reorganización incluye el cierre de varias plantas bajo la joint venture SAIC-GM (SGM), según documentos presentados a la Comisión de Bolsa y Valores de Estados Unidos (SEC). Este movimiento refleja la lucha de GM por mantenerse relevante en un mercado cada vez más dominado por fabricantes locales de carros eléctricos de bajo costo.
En su informe anual más reciente, GM destacó que su cuota de mercado en China cayó del 14.3% en 2017 al 8.4% en 2023, un descenso marcado por la creciente competencia de marcas locales. Aunque alguna vez fue un mercado clave para el fabricante de Detroit, China ahora representa una fuente de pérdidas financieras en trimestres recientes.
Impacto en la operación SAIC-GMAC
Además de la reestructuración en SGM, GM anunció ajustes en la empresa conjunta SAIC-GMAC, dedicada a créditos automotrices. El valor contable de esta unidad también será recortado, reflejando la magnitud de los desafíos en el mercado chino.
Hay que decir que la competencia feroz de marcas chinas como BYD y Nio, con ofertas asequibles y una amplia gama de vehículos eléctricos, ha eclipsado los esfuerzos del fabricante estadounidense.
Así las cosas, el ajuste contable de GM evidencia la presión que ejerce el mercado chino sobre las marcas internacionales. Esta decisión, aunque dolorosa, podría allanar el camino para una operación más eficiente y enfocada en mercados donde GM aún puede ser competitivo. No obstante, el declive en su participación de mercado plantea interrogantes sobre su estrategia global, particularmente en la transición hacia automotores eléctricos.
Paola Reyes Bohórquez. Con información de El Economista.