Las automotrices asiáticas instaron a Beijing a tomar represalias contra la decisión de Bruselas de imponer aranceles a los carros eléctricos chinos.
Las automotrices chinas han pedido al gobierno de Beijing que tome medidas contundentes contra la reciente decisión de Bruselas de elevar los impuestos a los vehículos eléctricos importados de China.
En una reunión cerrada organizada por el Ministerio de Comercio de China el martes, la industria automotriz solicitó al gobierno que considere «aumentar el arancel provisional sobre los carros de gasolina con motores de gran cilindrada», según informó el periódico estatal Global Times.
La reunión, que tuvo lugar en Beijing, contó con la presencia de importantes automotrices como SAIC, BYD, BMW, Volkswagen y su división Porsche. El principal objetivo era presionar a Europa para que reconsidere los tributos anunciados la semana pasada, que oscilan entre el 17,4% y el 38,1%, dependiendo del fabricante.
Habrá repercusiones
Así las cosas, un portavoz de Mercedes-Benz, quien también asistió a la reunión, declaró que el grupo apoya un régimen comercial liberal basado en las normas de la OMC, enfatizando que «el lema para garantizar la prosperidad y la paz es: diálogo y cooperación constructiva».
Este sentimiento refleja la preocupación de ambos lados por las posibles repercusiones económicas y el deseo de encontrar una solución negociada. Por su parte, la Comisión Europea declaró que está investigando la situación «con miras a discutir si se puede encontrar una solución mutuamente aceptable».
Stefan Hartung, presidente ejecutivo de Bosch, sugirió que el anuncio de los aranceles podría desencadenar conversaciones entre Bruselas y Beijing para evitar una escalada en los costos para los fabricantes de vehículos eléctricos chinos.
Hay que decir que, la política comercial de la UE se está volviendo cada vez más proteccionista, preocupada por el modelo de desarrollo de China, centrado en la producción e impulsado por el endeudamiento, que podría inundar el mercado europeo con productos baratos, incluidos los vehículos eléctricos.
Así responde China
Es de anotar que esta medida sigue a la subida de impuestos de Estados Unidos a los carros chinos en mayo, abriendo un nuevo frente en la guerra comercial de Occidente con Beijing. El Global Times informó que un centro de investigación automotriz afiliado al gobierno chino sugería elevar los aranceles a la importación sobre sedanes de gasolina y vehículos deportivos utilitarios con motores de más de 2,5 litros del 15% al 25%.
Además, las autoridades del país asiático han insinuado posibles medidas de represalia, como investigaciones «antidumping» sobre productos porcinos y lácteos europeos. Por todo lo anterior, podemos decir que la escalada en la batalla de aranceles entre China y Europa destaca la fragilidad del comercio global en un mundo cada vez más proteccionista.
Si bien estas disposiciones buscan proteger industrias nacionales, el impacto negativo a largo plazo en el comercio global y los precios para los consumidores es innegable. Un diálogo constructivo y la cooperación entre las naciones son esenciales para evitar una mayor fragmentación económica y asegurar un crecimiento sostenible para todos.