El país asiático busca disminuir la acción contaminante en sus ciudades e incentiva la migración del motor de combustión al eléctrico.
Son tres objetivos principales los que buscan con esta política: limpiar el aire de las ciudades, reducir la factura de importaciones de petróleo y situar a China en una posición de liderazgo mundial en la industria del carro eléctrico.
La transición del vehículo con motor de combustión interna a los eléctricos es un paso inminente para los asiáticos. Tanto así que ha establecido restricciones para el tráfico, ya que, en 2021, el tráfico de vehículos fue el responsable del 70% de la polución atmosférica en Beijing.
Son dos líneas específicas en las que se han materializado estas limitaciones: la restricción física del acceso a centros urbanos de los carros más contaminantes y la restricción de la circulación de vehículos en general.
Emisión limitada de matriculas
La segunda línea tiene como común denominador la emisión de un número limitado de matrículas mensuales y la subasta de matrículas disponibles. A esto se le suma otra medida, la limitación en la circulación a los autos de matrículas específicas.
En favor de la movilidad eléctrica, muchas ciudades entregan matrículas para autos eléctricos de manera más rápida y económica que para los vehículos convencionales.
Un ejemplo claro de lo anterior es Pekín, donde las matrículas para los eléctricos pueden obtenerse en tan sólo meses. Mientras que para los carros a combustión pueden tardar años.
Otra muestra de estas acciones a favor de la transición en la movilidad es Shanghái, donde las matrículas para los eléctricos es gratuita. Por su parte, los carros convencionales tienen que pagar más de €$12 mil.
Políticas exitosas
La implementación de estas políticas ha hecho que China sea el país que tiene más ciudades entre las 25 capitales del vehículo eléctrico, con un total de 14.
De acuerdo con el informe del Consejo Internacional por el Transporte Limpio (ICCT), Shanghái lideraba el ranking internacional de número de vehículos eléctricos acumulados con más de 310.000 matriculados en 2019, le seguían Pekín, Shenzhen y Los Ángeles.
A esto se suma que, las ciudades de China son las que más puntos de recarga públicos tienen a nivel global. El próximo paso del gigante asiático para seguir controlando la contaminación en las ciudades es el establecimiento de más zonas de bajas emisiones (LEZ).
En estas zonas, se encuentra prohibida la entrada a los carros más contaminantes. En ese sentido, China tenía tan sólo 13 ciudades en 2020, hoy por hoy ya son 38 las que se suman a esta política.
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Paola Reyes Bohórquez. Fuente: Movilidad Eléctrica.
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