El Gobierno de Canadá anunció nuevos aranceles del 100% sobre los carros eléctricos provenientes de China. La medida busca proteger a los fabricantes nacionales.
En un movimiento significativo hacia la protección de la industria nacional, el Gobierno canadiense decidió imponer fuertes aranceles a productos clave importados de China. En concreto, se aplicará un gravamen del 100% a los vehículos eléctricos y un 25% al acero y el aluminio.
Este anuncio se espera sea formalizado por el primer ministro Justin Trudeau durante una reunión en Halifax, Nueva Escocia, donde se discuten temas cruciales de economía y relaciones exteriores. Canadá, que depende, en gran medida, de las exportaciones, especialmente hacia Estados Unidos, sigue los pasos de la administración Biden.
El sector automotriz canadiense, que produjo 1,5 millones de vehículos ligeros el año pasado, está altamente integrado con el mercado estadounidense. En tal sentido, cualquier desequilibrio en la competencia podría tener efectos adversos.
Una ‘piedra en el zapato’ para los chinos
Chrystia Freeland, ministra de Economía de Canadá, ha sido una firme defensora de una postura más dura contra las importaciones chinas. En junio, Freeland inició una consulta pública para evaluar las medidas necesarias para dificultar a las empresas chinas la venta de vehículos eléctricos en Canadá.
Según Freeland, la industria automotriz canadiense “enfrenta una competencia desleal debido a la sobrecapacidad estatal intencionada de China, que está minando la competitividad de nuestro sector de vehículos eléctricos”.
Este endurecimiento de la política comercial no es un movimiento aislado. La Unión Europea también ha propuesto aranceles adicionales para los vehículos eléctricos chinos, aunque a tasas más bajas que las sugeridas por Estados Unidos y Canadá.
Mientras tanto, varios fabricantes chinos, como SAIC Motor, Geely Automobile Holdings y BYD, enfrentarán aranceles adicionales del 36,3%, 19,3% y 17% respectivamente, según un borrador de decisión publicado hace unos días. Además, Tesla, que fabrica algunos de sus vehículos en China, será gravada con un 9% adicional.
La respuesta de China
Ante estas medidas, se espera que el Gobierno chino plantee el tema de los aranceles durante la próxima visita del asesor de Seguridad Nacional de EE.UU., Jake Sullivan, al país asiático. Sullivan se reunirá con altos funcionarios chinos, incluyendo al ministro de Asuntos Exteriores Wang Yi y posiblemente al presidente Xi Jinping.
La decisión de Canadá de imponer estos aranceles se enmarca dentro de una estrategia más amplia de los países occidentales para contrarrestar el crecimiento económico y la influencia de China. Aunque estas medidas podrían proteger a los fabricantes nacionales en el corto plazo, también podrían desencadenar represalias comerciales por parte del país asiático, afectando a otros sectores de la economía canadiense.
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Paola Reyes Bohórquez. Con información de Bloomberg.
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