El Dodge Dart heredaba al gran auto norteamericano de siempre, y era perfecto para el ejecutivo de la naciente década del setenta.

PUBLICRÓNICA No. 52.
Por Camilo Ernesto Hernández Rincón, historiador automotor.
Especial para EL CARRO COLOMBIANO.

Nació en 1960 dentro de la línea estándar de Dodge para Estados Unidos, pero al llegar en 1964 a su tercera generación, se cruzó en el camino del compacto Plymouth Valiant. Fue ahí cuando el Dodge Dart quedó definido como el modelo de entrada a la marca. Curiosamente, Colombia lo conoció hacia 1967 como taxi gris importado de España, fabricado por Barreiros. De igual forma llegaron algunas unidades para uso oficial.

No obstante, Chrysler Colmotores determinó su verdadera entrada a Colombia. La firma se concentraba en la producción de camiones y buses, con el Simca Mil en sus líneas y había descontinuado al Coronet 440 en 1969. Resolviendo el tema del Simca como modelo económico en contrapeso al Renault 4, ya se podía ocupar la vacante del Coronet. Y lo haría con la cuarta generación estadounidense del Dart, vigente desde 1967.

Como se dijo antes, este era el más básico de los Dodge. Pero en mercados como el colombiano, evocaba al gran carro norteamericano. Amplio, cómodo, representativo y bien equipado, pese a llegar en su versión más elemental.

Dodge Dart 1970 Colombia

Dodge Dart 1970 Colombia

Dodge Dart: lujo a la colombiana

Fue en mayo de 1970 cuando Colombia conoció en gran escala al Dodge Dart. Su motor Slant Six, apodado «borracho» por su inclinación lateral, continuaba alimentando las ansias de potencia del conservador automovilista colombiano. Así también ocurría con el transportador profesional, que lo tuvo disponible como taxi negro un año más tarde.

Su carácter de carro de lujo tenía que demarcar forzosamente a su publicidad. Era un auto sobrio y conservador, para clientes de clase superior a la media. No es extraño que se anunciara en periódicos de circulación nacional, pero su pauta en revistas marcó la especialidad del grupo objetivo de compradores.

Medios como Visión, especializado en temas económicos o Diners, en estilo de vida, albergaron naturalmente la pauta de un carro cuyo volante debía ser empuñado por ejecutivos, usuarios de las primeras tarjetas de crédito o de cuentas corrientes con chequera, con disponibilidad para ir a clubes campestres. Incluso, de contratar conductor para su Dodge Dart, casi como si fuera un Mercedes o un Cadillac.

Dodge Dart 1970 Colombia

Dodge Dart 1970 Colombia

Frases del tipo «el automóvil del lujo disponible ya!» o «Hay negocios que se hacen fuera de su oficina», lo decían todo. Enseguida, un listado de sus virtudes con palabras clave como amplio, potente, elegante o seguro, se sustentaban con frases explicativas.

Hubo también un anuncio que lo definió con una frase contundente: «El carro ejecutivo», coincidente con el eslogan de la naciente Renault, «El carro colombiano». ¿Podría sugerirse aquí una deliberada maniobra de alusión a la competencia, pero resaltando la destinación específica a su mercado natural?

Pese a su muy claro destino socioeconómico, aparece un elemento típico de la publicidad que Chrysler hacía a nivel general y que iba en contravía de la categoría superior del Dart colombiano. Eran los tiempos de los «muscle cars» y de la colorida psicodelia hermana a una juventud rebelde y desafiante.

Dodge Dart 1970 Colombia

Dodge Dart 1970 Colombia

Clásico y psicodélico

Dodge y Plymouth gozaban de anuncios concebidos para tales públicos, dispuestos a batirse en duelo con sus Charger, Demon, Duster (Plymouth, claro) o Road Runner en las vías. No faltaba allí la chica hermosa con influencia hippie en su vestir.

El encabezado que reza «Chrysler lo hace!» es disonante con la composición de los anuncios. Texto dibujado a modo de lettering, con un volumen en negro y letras artísticas con diseños en colores fuertes, que recuerdan la estética de «Yellow Submarine» de los Beatles, es la única concesión que se hace en la muy atildada publicidad del Dodge Dart.

Poco después apareció su efímero hermano rebelde, el Dodge Demon, más adecuado para la estética de esta frase. El Dart era la única alternativa norteamericana del mercado nacional, que ahora se llevaba la sorpresa del producto colombiano marcado con el concepto europeo del carro compacto y funcional que ahora abanderaban Renault, Simca y Fiat.

Dodge Dart 1970 Colombia

Dodge Dart 1971 Colombia

Sus antecedentes «yankees» le otorgarían su éxito natural en solitario por el resto de su vida, que se extendería más allá de 1977 con el advenimiento del Nuevo Dart basado en un modelo totalmente diferente que lo relevaría en su país natal sin igual suceso. El Dodge Aspen, cuya reseña ameritará una nueva Publicrónica a futuro.

Vea más de la serie PUBLICRÓNICAS, aquí.


CRÉDITOS:

  • Textos e investigación: Camilo Ernesto Hernández Rincón.
  • Fuentes: La Patria (mayo 8/1970 vía Marcelo Correa), El Tiempo (julio 3/1970), Revista Diners (julio/1970), Revista Visión (julio 19/1970), El Tiempo (agosto 17/1970), El Tiempo (mayo 1/1973), El Tiempo (febrero 15/1971), Archivo de Ricardo Plano Danais, Archivo documental EL CARRO COLOMBIANO.
  • Edición de texto, reconstrucción digital de imágenes y Dirección General: Óscar Julián Restrepo Mantilla.

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