Aunque tal vez aquí no suene mucho su nombre, el Volkswagen Brasilia es recordado por ser el carro del Señor Barriga en el «Chavo del 8». Cumplió 50 años.
A finales de la década de 1960, el VW Escarabajo seguía siendo uno de los carros más populares en el mundo. Estaba en plena vigencia, pero era cada vez más obsoleto y anticuado frente a la gran cantidad de competidores que iban apareciendo en el mercado. Fue así como en Volkswagen se plantearon un gran reto: crear un auto nuevo, bajo ese mismo concepto.
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Mientras que el Golf surgió como resultado de este ejercicio en Europa, la filial brasileña creó un modelo sobre la misma base del Escarabajo. Fue el Volkswagen Brasilia, llamado así en honor a la joven, moderna y pujante capital de ese país. Su estreno ocurrió en junio de 1973. Hace 50 años.
El proyecto estuvo en cabeza de Rudolf Leiding, presidente de Volkswagen do Brasil entre 1968 y 1971. Este auto debía ofrecer el mayor espacio posible en una mínima longitud, como en el Mini de 1959. Debía ser fácil de conducir en la ciudad, y tener una gran superficie acristalada, para dar la sensación de ser más grande. Pero no reemplazaría al «Beetle».
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Logró ser muy popular en varios países de América Latina, llegando a fabricarse también en México. Allí su popularidad fue tal, que el comediante Roberto Gómez Bolaños, «Chespirito», lo utilizó en algunos capítulos como el carro del Señor Barriga en la popular serie «El Chavo del 8». Es así como lo recordamos.
Así era el Volkswagen Brasilia, el carro del Señor Barriga
Mientras que los primeros bocetos proyectaban un carro tipo minivan, cuando estos aún no existían, el resultado final fue más convencional. Aún así, dio prioridad al espacio interior y a la visibilidad al exterior, con unos ventanales muy grandes.
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Su concepción técnica le permitía, además, tener dos maleteros: uno adelante, bajo el capó (eso lo mencionaron el Chavo y Quico en el programa); y otro atrás, justo encima del motor. Eso sí, no muy amplios.
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Por eso, al momento de su lanzamiento, tanto la prensa como el público lo definieron como una especie de «camioneta pequeña». Para ese entonces, Brasil recibía también a los Chevrolet Chevette (sí, el Chevette tiene 50 años) y Dodge 1800 (1500 para nosotros), que fueron sus competidores directos.
Llevaba un motor tipo Bóxer de 1.584 c.c. refrigerado por aire y alimentado por carburador, con 44 hp de potencia y transmisión manual de 4 velocidades. Era entonces muy lento, haciendo el 0 a 100 km/h en ¡25 segundos! y con una velocidad punta de 130 km/h. Para 1975 adicionó otro carburador, siendo así más ágil y rendidor, y completando 65 hp.
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La ubicación del motor hacía que quedara, prácticamente, dentro de la cabina. Y debido a eso, era demasiado ruidoso. Pero a la vez era fácil de conducir, práctico, urbano (con 4,01 metros de largo) y seguro para la época, con frenos de disco delanteros.
Evolución y final
Además del doble carburador en 1975, para 1977 recibió frenos de doble circuito y columna de dirección colapsable. Y en 1978, recibió un ligero cambio estético al modificar su capó, pasando de un pliegue a dos; adoptó nuevas luces traseras e incluyó un nuevo bumper con punteras de caucho.
Pero además, hubo una versión de cuatro puertas que tuvo gran éxito fuera de Brasil, estrenada en 1976. Países como Chile, El Salvador, Paraguay, Bolivia, Uruguay, Nigeria (con el nombre Igala) y Portugal lo adoptaron así. Incluso Colombia, a donde llegó como patrulla de policía, gracias a una donación.
En 1980 apareció una versión de lujo, Brasilia LS, con nuevo tablero y asientos más anatómicos. Contaba además con un motor de 1.3 litros y 49 hp alimentado por alcohol, en opción.
Que «gol» de hijo
Para ese momento, Volkswagen ya pensaba en una mayor evolución, en la que se ubicaría el motor adelante. El plan inicial era modificar al Brasilia, pero en lugar de eso, se decidió crear un auto completamente nuevo: el Volkswagen Gol.
Hubo entonces «fuego amigo» en la gama brasileña de Volkswagen. El Gol finalmente canibalizó las ventas del Brasilia, cuya producción finalizó en 1982. En total, fueron más de dos millones de unidades fabricadas.
Podríamos decir, entonces, que el Volkswagen Gol que conocimos en Colombia y del que se entregó su última unidad en marzo pasado, fue el heredero directo de aquel carro del Señor Barriga. El mismo que el Chavo se «encontró» en la calle, que lavó junto a Quico y al que Don Ramón, queriendo ser mecánico, le encontró un «hijo» bajo el motor.
Óscar Julián Restrepo Mantilla. Fuentes: Motor 1 Brasil, Wikipedia, Twitter «Historia Fotográfica de Bogotá».