Con el nuevo BYD Racco, se materializa el primer «kei car» creado por un fabricante no japonés. Así, marca un hito contundente en la expansión global de la firma china.
El primer kei car eléctrico de BYD ya es una realidad. Presentado en el Japan Mobility Show 2025 y llamado BYD Racco, es el modelo con el que la firma china se convierte en la primera automotriz extranjera que ingresa al segmento de los kei cars, el más tradicional y protegido del mercado japonés. Diseñado exclusivamente para Japón, representa una jugada estratégica con la que buscan desafiar, en su propio terreno, a gigantes como Honda, Nissan y Suzuki.
El nombre «Racco» significa «nutria marina» en japonés, y simboliza agilidad y adaptación, dos cualidades que resumen esta ambiciosa apuesta de BYD. Aunque es un auto muy pequeño, propio de esta tipología, su importancia trasciende lo técnico. Es una señal de que el gigante chino quiere ir más allá de vender carros, buscando entender y adaptarse a la cultura automotriz japonesa, una de las más exigentes del mundo.
Recordemos que, por definición, un kei car es un auto ultraligero y compacto, exclusivo del mercado japonés, hecho para ambientes urbanos congestionados. Deben cumplir con estrictas condiciones de tamaño y potencia, con máximo 3,4 metros de largo y no más de 660 c.c., cuando son a gasolina, o 64 hp. Generalmente tienen un diseño cúbico, que maximiza el espacio interior. Además, al tener beneficios fiscales, son los más vendidos en Japón.

BYD Racco: un «kei car» con el sello de BYD
Como es obvio, el BYD Racco adopta la silueta cúbica que, como decíamos, define a los kei cars. Mantiene proporciones contenidas para moverse con facilidad en las angostas calles de Japón, alcanzando 3,39 metros de largo por 1,47 de ancho y 1,80 de altura, con espacio para cuatro ocupantes. Además, luce un diseño atractivo para su categoría, con faros LED en forma de «C», una parrilla cerrada y el logotipo iluminado al centro del frontal.
Entre tanto, la zaga de este auto también se distingue por sus luces circulares, unidas a través de una franja luminosa. Este detalle, muy propio de los más recientes BYD, le da una clara identidad frente a sus rivales. Así mismo, el fabricante confirmó que ofrecerá variantes con colores personalizados y equipamientos adaptados a los gustos locales, incluyendo puertas corredizas traseras, elemento clave en este tipo de vehículos.
Al interior, este nuevo Racco combina sencillez con tecnología. Su aspecto general no será muy distinto a un Seagull, con un cuadro digital compacto y una pantalla central independiente, algo que es poco habitual en este segmento. El espacio brinda muy buena habitabilidad gracias al techo alto y la forma cuadrada de la carrocería, y también se ve favorecido por el piso plano que oculta al paquete de baterías.

Autonomía urbana
A nivel mecánico, el BYD Racco está compuesto por un motor eléctrico delantero, del que aún no se confirma su potencia, y una batería Blade LFP con 20 kWh de capacidad. En esencia, es la misma tecnología que utilizan varios modelos globales de BYD. De esta manera, puede ofrecer 180 km de autonomía según el ciclo japonés WLTC, más que suficiente para el uso diario en entornos urbanos. Y recordemos, para eso se creó.
Además, es compatible con carga rápida de corriente continua hasta 100 kW, lo que permite recuperar buena parte de la carga en pocos minutos. Su batería ubicada en el piso reduce el centro de gravedad, mejorando la estabilidad y el manejo en ciudad, fuerte ventaja frente a sus rivales de combustión. Dicho sea de paso, se estiman prestaciones en torno a los 60 hp y 100 Nm de torque, coherentes con los estándares del segmento.
El fabricante confirmó que el BYD Racco llegará a las vitrinas japonesas en el verano de 2026, es decir, en el tercer trimestre del próximo año. Su precio estará alrededor de los 2,6 millones de yenes, unos 17.000 dólares o 70 millones COP. Así, enfrentará de lleno a modelos como Nissan Sakura y Honda N-Box, que lideran la categoría de los kei cars actualmente.

Un paso histórico
Más allá de su tamaño, el BYD Racco tiene un peso simbólico enorme. Japón es considerado un bastión casi impenetrable para fabricantes extranjeros, sobre todo en este segmento de los kei cars, dominado hace décadas por marcas locales. Que BYD haya diseñado y presentado un modelo exclusivo para este mercado, representa un paso histórico. Incluso, a nivel geopolítico, dadas las tensiones que estas naciones asiáticas han tenido entre sí.
Con el Racco, BYD busca algo más que participación comercial. Es clara su intención de demostrar que su tecnología eléctrica y su conocimiento industrial pueden competir en cualquier cultura automotriz, y acoplarse a ellas. Incluso, en la cuna de los pequeños carros urbanos. Y si logra conquistar al consumidor japonés, la proyección global de la marca podría alcanzar un nuevo nivel.
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Óscar Julián Restrepo Mantilla.








