El 1 de febrero, los precios de la gasolina y el ACPM en Colombia aumentaron como parte de la estrategia para reducir el déficit del Fepc.
El Gobierno anunció un nuevo ajuste en el precio de los combustibles, vigente desde el 1 de febrero de 2025, como parte de su estrategia para reducir el creciente déficit del Fondo de Estabilización de Precios de los Combustibles (Fepc).
De acuerdo con la Comisión de Regulación de Energía y Gas (Creg), el precio promedio del galón de gasolina subirá $95, alcanzando $15.753. Entre tanto, el ACPM experimentará un incremento de $38, situándose en $10.461.
Esta medida tiene como objetivo equilibrar las finanzas del Fepc, que ha mantenido controlados los precios de los combustibles en los últimos años. Sin embargo, este aumento genera preocupación en sectores como el transporte y la industria, que podrían enfrentar costos operacionales más elevados, afectando la inflación y los precios de bienes y servicios.
Precios en las principales ciudades
El promedio nacional de la gasolina se ubica en $15.753. Mientras que el ACPM quedó en $10.461, con Pasto destacándose como la ciudad con el precio más bajo ($13.846) y Villavicencio como la más costosa ($16.284). A continuación los precios en las principales ciudades del país:
- Bogotá: Gasolina: $16.184 / Acpm: $10.767
- Medellín: Gasolina: $16.108 / Acpm: $10.789
- Cali: Gasolina: $16.195 / Acpm: $10.908
- Barranquilla: Gasolina: $15.831 / Acpm: $10.452
- Cartagena: Gasolina: $15.789 / Acpm: $10.418
- Montería: Gasolina: $16.039 / Acpm: $10.668
- Bucaramanga: Gasolina: $15.947 / Acpm: $10.523
- Villavicencio: Gasolina: $16.284 / Acpm: $10.867
- Pereira: Gasolina: $16.134 / Acpm: $10.850
- Manizales: Gasolina: $16.160 / Acpm: $10.836
- Ibagué: Gasolina: $16.104 / Acpm: $10.758
- Pasto: Gasolina: $13.846 / Acpm: $9.734
- Cúcuta: Gasolina: $14.165 / Acpm: $8.428
Hay que decir que el aumento en los combustibles repercute directamente en varios sectores clave de la economía. Por ejemplo, en el sector transporte, ya que las empresas que prestan sus servicios enfrentarán mayores costos operativos, lo que podría traducirse en tarifas más altas para los consumidores.
Así mismo, los precios de los bienes y servicios que dependen del transporte podrían elevarse, contribuyendo a un aumento en la inflación. Por su parte, los agricultores podrían ver reducidos sus márgenes de ganancia debido al encarecimiento del transporte de productos. Y, finalmente, pero no menos importante, las familias tendrán que ajustar sus gastos para cubrir los costos adicionales de transporte y otros servicios.
Los transportadores inconformes
Los gremios transportadores han expresado su inconformidad con esta decisión y exigen al Gobierno medidas de mitigación, como subsidios o ajustes en los peajes. La preocupación también radica en el impacto que este aumento podría tener en la competitividad de la industria y el turismo.
Este nuevo incremento en los precios de los combustibles plantea un desafío significativo tanto para las finanzas familiares como para la estabilidad económica del país. Aunque la necesidad de reducir el déficit del Fepc es comprensible, el Gobierno debe buscar un equilibrio que minimice el impacto en los sectores más vulnerables.
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Paola Reyes Bohórquez.