Otras de las cosas que pierden los autos eléctricos frente a los de combustión, son las transmisiones de varias marchas ¿Por qué?
La gran mayoría de autos eléctricos incluyen una transmisión con una sola marcha, que a simple vista le quitan un poco de emoción a la conducción, pero esto tiene una justificación. El proceso se ha simplificado para ofrecer una experiencia de manejo más suave.
Todo comienza por entender, que los motores eléctricos tienen un rango de revoluciones más amplio que un motor a gasolina o diésel, por lo que la potencia y torque pueden funcionar de una manera ampliamente eficiente. Ideándose un sistema propio para su funcionamiento.
Básicamente, lo que se hizo fue diseñar una relación de transmisión única que trabaja a partir de un equilibrio óptimo entre la aceleración y la velocidad máxima. En este sentido, para aumentar las prestaciones del motor, la velocidad máxima es limitada electrónicamente.
La eficiencia como principio: así funciona en los autos eléctricos.
Aparte de mejorarse la aceleración al tener una relación de transmisión mayor, la eficiencia en este sistema se mejora al disminuir los engranajes y realizarse una conexión directa del motor al eje. Se eliminan las correas de distribución y el uso de aceite para su lubricación.
Es importante saber que a partir del funcionamiento con una única marcha, la entrega de torque y la posibilidad que alcanzar la velocidad máxima es posible desde que el motor eléctrico es encendido. Situación que facilita que la potencia y torque actúen en el momento de velocidad adecuado.
Aparte de las ventajas que suponen aportan a la conducción, prescindir de varios elementos en la composición del sistema, hace que el mantenimiento del mismo sea más sencillo y los costos se reduzcan.
Aún así, el punto que se cuestiona es la intervención que hace o no el conductor en su propia experiencia de manejo. Para muchos, todavía la acción de hacer por sí mismos el cambio de velocidades es lo que hace una verdadera conducción.
Jessica Paola Vera García.