Un estudio reveló que la mayoría de los conductores en Bogotá elige vidrios polarizados como medida ante el aumento de robos.

La percepción de inseguridad en Bogotá sigue creciendo, y los conductores han encontrado en los vidrios oscuros una solución a la vista de todos. Un 77% de los propietarios de vehículos prefiere oscurecer los vidrios de sus carros, según un reciente informe de la Universidad Manuela Beltrán.

El estudio revela que más de tres cuartas partes de los conductores en la capital colombiana están optando por polarizar sus vehículos. La razón detrás de esta tendencia es clara: el miedo a la inseguridad. Los ciudadanos temen que, si sus pertenencias están a la vista, podrían convertirse en víctimas de robos en cualquier momento.

Así mismo, el informe detalla que el 5% de opacidad es el más popular entre los automovilistas, ya que prácticamente impide ver el interior del automotor. Sin embargo, esta práctica ha generado preocupación, ya que las normativas vigentes exigen que cuenten con un mínimo de 70% de transparencia en los vidrios laterales y el parabrisas. A pesar de estas restricciones, muchos optan por niveles más altos, priorizando su seguridad personal por encima de la ley.

El miedo a los robos impulsa decisiones arriesgadas

Según los datos recogidos, la sensación de vulnerabilidad es palpable entre los conductores bogotanos. «El riesgo de ser robado es mucho mayor cuando los objetos de valor, como celulares o bolsos, están a la vista», señala el informe. Los expertos aseguran que la necesidad de sentirse protegidos dentro de sus vehículos es lo que lleva a los conductores a oscurecer los vidrios más allá de lo permitido por la ley.

A pesar de que las autoridades recomiendan respetar la normativa de transparencia, la creciente ola de delincuencia ha hecho que los conductores prioricen la seguridad por encima de las posibles sanciones. Las multas por exceder los límites de polarización son una preocupación menor en comparación con el temor a sufrir un asalto.

Por lo anterior, se insta a los ciudadanos a equilibrar el deseo de seguridad con el respeto a las normativas. Además, el consejo es no superar el 70% de opacidad en los vidrios para evitar sanciones, aunque la situación actual en la ciudad lleva a muchos a buscar protección extra. Aún así, el uso excesivo de polarizados puede derivar en sanciones que fácilmente podrían evitarse.

El dilema entre seguridad y legalidad es cada vez más común entre los bogotanos. Aunque las normativas de tránsito están ahí para ser respetadas, el temor creciente ante la inseguridad hace comprensible que los conductores se inclinen por medidas extremas, como oscurecer los vidrios de sus autos más de lo permitido. No obstante, es necesario que las autoridades trabajen para encontrar un equilibrio que garantice tanto la seguridad de los ciudadanos como el cumplimiento de la ley.

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Paola Reyes Bohórquez.