De acuerdo a lo expresado por la Alcaldesa y sus secretarios ante el Concejo Distrital, se estarían preparando nuevas cargas tributarias para los propietarios de vehículos particulares para los años venideros.
Con la aprobación del proyecto de Emergencia Climática en Bogotá, el anuncio de la renovación del parque automotor de servicio público movido por combustibles fósiles a vehículos eléctricos es inminente. Esto le deja al Distrito un tiempo de menos de 12 meses para lograrlo, en la teoría bueno para el medio ambiente.
El problema suscita en el giro abrupto en infraestructura y costos que esto generaría al tener que hacer todo el cambio del parque automotor de Transmilenio y SITP, sumado a los costos que ya se tienen con el proyecto Metro que va a paso de tortuga, con un futuro bastante incierto.
A pesar de tener un mercado reducido, con muy pocas opciones para esta renovación, donde solamente BYD cuenta con un bus articulado para Transmilenio, la carrera esta puesta para que en el 2022 todo esté listo. El punto álgido esta en la búsqueda de recursos para hacer este proyecto, de lo cual se espera que el 80% de los aportes salgan de impuestos a vehículos particulares.
Plata y más plata
Como ya es tradición, el carro particular es la ‘gallinita de los huevos de oro’ para sacar plata en las Alcaldías de Bogotá. Es por ello que este será el medio de financiación de proyectos venideros, donde cargos de sobretasa a la gasolina e impuestos al parqueo no han sido suficientes, aún cuando el dinero recaudado no se ve en obras ni alivio en la malla vial capitalina.
La perla de la Alcaldesa y su séquito de Secretarios va de la mano con la propuesta de aumentar en un 20% los impuestos a los hogares y familias que tengan 2 o más vehículos. Esto se le suma un mayor porcentaje de recaudo en sobretasa a la gasolina (como si no fuera lo suficientemente cara), al igual que al cobro en parqueaderos.
No siendo suficiente, esto va en concordancia con nuevos cobros por congestión que se vienen para el 2021 para así evadir la medida de Pico y Placa, donde ahora el se podrá pagar de forma semanal o mensual el Pico y Placa Solidario y tambien un cobro por recorridos, tiempo, emisiones y tipo de vehículo para circular en los horarios establecidos para esta medida restrictiva de movilidad.
Sin duda otro golpe para el bolsillo de los bogotanos, que aún cuando se esta en crisis, el Gobierno Distrital de forma facilista e improvisada le echa mano a lo primero que encuentra, el carro particular. Esto deja ver que la guerra contra el vehículo particular es asidua, bajo el concepto de «desincentivar» el uso de este medio.
Ver tambien: ¡Atención! El Pico y Placa tendría modificaciones en Bogotá para el 2021
Nicolás Ramírez Ordóñez
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