Cuando asumió su puesto en la Casa Blanca este año, Donald Trump anunció altos impuestos, que podrían no aplicarse.

En enero de este año cuando Donald Trump volvió a asumir el puesto de presidente de los Estados Unidos, uno de sus primeros mandatos fue una fuerte imposición arancelaría a vehículos que llegarán importados a este país. Lo que afectaba directamente a sus vecinos, México y Canadá, y a las propias automotrices estadounidenses que operan fuera de su territorio.

La medida que imponía un 25% de impuestos adicionales, debió entrar en vigencia en marzo pasado, pero fue suspendida debido a algunas negociaciones que avanzaban entre los gobiernos. El nuevo plazo establecido para la entrada en vigor fue el 2 de abril de 2025. Sin embargo, es posible que después de todo, no se aplique los aranceles.

Según un informe reciente de The Wall Street Journal, la administración Trump está reconsiderando la implementación de aranceles del 25% a vehículos importados. Iniciativa que surge en medio de preocupaciones por las posibles repercusiones económicas y represalias de sus socios comerciales. 

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Así podría transformarse la política arancelaría de Trump

Hay que decir que la política arancelaría de Trump se considera «severa», teniendo en cuenta que aplica a toda la industria automotriz en general, y a otro tipo de industrias. En el caso de la de automóviles, no solo el producto terminado se vería afectado por el aumento de impuestos, sino también autopartes y semiconductores, llevando al alza en los precios de todo.

Estando así las cosas, la Casa Blanca, con el pasar de los días y más ‘cabeza fría, está evaluando una reestructuración de estas políticas, aunque no significaría que se eliminen por completo. Por ejemplo, una de las alternativas es que la aplicación de aranceles sea limitada, enfocándose en vehículos terminados y excluyendo las autopartes.

Además, el propio presidente Trump habría sugerido otorgar exenciones a países específicos respecto a los aranceles recíprocos que entrarían en vigencia. Lo que lleva a pensar que la aplicación de los impuestos dependerá de las negociaciones individuales que estén en curso con EE.UU.

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Sin nada resuelto aún, debemos esperar menos de dos semanas por el pronunciamiento oficial del presidente Trump y su gobierno. Mientras tanto, las automotrices no podrán estar tranquilas sabiendo el impacto que estos aranceles pueden generar en sus cadenas de suministro y costos operativos. Aunque la revisión de las políticas les da una esperanza.

De llegar a revertirse la decisión, o por lo menos ajustarse, los aranceles limitados o exenciones propuestas ayudarían a alivar las preocupaciones y condiciones de las automotrices, especialmente las estadounidense que producen fuera de su país. Así mismo, algunas marcas extranjeras ya estaban considerando comenzar a producir en territorio estadounidense para saltarse los impuestos.

Tendremos nuevas noticias pronto.

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Jessica Paola Vera García. Fuente: The Wall Street Journal.