Toyota y Asocaña prueban a «Flexie», un Corolla Cross Hybrid alimentado con bioetanol nacional de caña de azúcar. Analizan su masificación como alternativa energética.
Avanzan las pruebas en Colombia del bioetanol, carburante ecológico que cada vez toma más fuerza como alternativa en la transición energética. Luego de que Volkswagen anunciara sus estudios con este insumo, ahora llega el turno de Toyota. El fabricante japonés se unió a Asocaña para analizar esta tecnología, utilizando bioetanol obtenido a partir de caña de azúcar.
El protagonista del estudio es un Toyota Corolla Cross XRX Hybrid, bautizado «Flexie», con el que han recorrido 4.128 km por todo el país. El vehículo ha estado en ciudades con climas y geografías muy disímiles, como Cali, Pereira, Medellín, Cartagena y Bogotá, donde se presentó ayer ante la prensa especializada nacional.
Producido en campos colombianos, el bioetanol colombiano es una alternativa «competitiva y de gran potencial para la movilidad sostenible y descarbonización», tal como lo destacó Claudia Calero, presidenta de Asocaña. Su huella de carbono, aseguran, es notablemente menor a la que emite la gasolina. Además, reduce otros elementos contaminantes a la atmósfera.
Bioetanol: una dulce alternativa para Toyota y Asocaña
Por otro lado, tanto Toyota como Asocaña destacaron la contribución que el uso de bioetanol de caña de azúcar hace al bienestar de los colombianos que participan en todo su proceso productivo. Según ambas organizaciones, la agroindustria de la caña impacta positivamente el desarrollo económico y social de cinco departamentos de Colombia donde esta materia prima se produce.
De igual forma, la producción de bioetanol de caña de azúcar genera más de 286 mil empleos directos e indirectos. Además, permite encadenamientos productivos que permiten comprar insumos por más de 5 billones de pesos. La mayoría de ellos, de origen nacional.
Alexandra Pfeil-Schneider, vicepresidente de planeación de Automotores Toyota Colombia, destacó el trabajo de la marca con actores privados de la industria energética y agricultora para desarrollar nuevas alternativas de movilidad sostenible. «Reafirmamos que los biocombustibles son una solución al alcance de nuestras manos, que aporta al desarrollo social y económico de la industria del país», expresó.

Alexandra Pfeil-Schneider, vicepresidente de Planeación de Automotores Toyota Colombia; Claudia Calero, presidenta de Asocaña. Fotografía: Asocaña.
Para Pfeil-Schneider, «la estrategia para lograr una reducción de la huella carbono está en la diversificación de tecnologías, ofreciéndole a los colombianos opciones con recursos renovables que nos permitan seguir avanzando hacia el futuro de la movilidad para todos«.
Por su parte, Claudia Calero recordó que «hace 18 años se inició la oxigenación de la gasolina en Colombia con bioetanol. Esa experiencia nos permite, con certeza, decir que esta es la alternativa de movilidad sostenible más fácil de implementar en el país. Ya se cuenta con la infraestructura para su distribución».
Oxigenación en marcha
Precisamente, durante los últimos 18 años, el programa de oxigenación de la gasolina colombiana con bioetanol permitió reducir en cerca de 8 millones de toneladas la emisión de CO2, según cifras de Asocaña. Esa cantidad equivale, de acuerdo con sus datos, a haber sembrado algo más de 61 millones de árboles.
«Estamos convencidos de que es posible que marcas como Toyota traigan estos vehículos a Colombia en forma masiva, pues ya se utilizan en países como Brasil como parte de su apuesta para el cumplimiento de las metas en reducción de emisiones de gases efecto invernadero», finalizó la presidenta de Asocaña.
Textos: Óscar Julián Restrepo Mantilla.
Fotografías: Nicolás Ramírez Ordóñez.