Stellantis ha desembolsado US$190 millones en multas civiles durante la primera mitad de 2024. Esto por no cumplir con los estándares de eficiencia de combustible de Estados Unidos.
En un reciente informe presentado ante los reguladores, Stellantis reveló haber pagado US$190 millones en multas civiles durante la primera mitad de 2024. Todo debido a la falta de cumplimiento con los estándares de eficiencia de combustible de Estados Unidos.
La compañía desembolsó US$78 millones en multas relacionadas con los modelos del año 2020 de su predecesora, Fiat Chrysler Automobiles (FCA), y otros US$112 millones por los modelos del año 2019. Este último pago de US$112 millones es el segundo correspondiente a ese déficit, con el primero realizado en mayo del año pasado.
En un comunicado enviado por correo electrónico, el grupo automovilístico destacó que las multas se «acumularon antes de que se fundara Stellantis y estos años modelo no son indicativos de la dirección de la empresa». La compañía reafirmó su compromiso con un futuro carbono neutral y su objetivo de alcanzar la neutralidad de carbono para 2038.
Las regulaciones federales
La Administración Nacional de Seguridad del Tráfico en las Carreteras (NHTSA) establece puntos de referencia anuales para las tasas de millas por galón de toda la flota. Los fabricantes que no cumplen con estos requisitos pueden optar por comprar créditos a fabricantes de vehículos eléctricos como Tesla o pagar sanciones civiles, como las impuestas a Stellantis.
El cumplimiento con los estándares de eficiencia de combustible es crucial para las automotrices, ya que no hacerlo puede resultar en multas significativas y afectar la reputación de la empresa. La situación de Stellantis subraya la importancia de la transición hacia vehículos más eficientes y sostenibles.
Hay que decir que el considerable monto de las multas pagadas por Stellantis resalta la presión sobre la industria automotriz para adaptarse a los estándares de eficiencia de combustible. La transición hacia vehículos más limpios y eficientes no solo es una necesidad regulatoria, también una demanda creciente del mercado.
La apuesta de Stellantis por un futuro carbono neutral es un paso en la dirección correcta, pero el desafío radica en implementar estos cambios de manera efectiva y a tiempo para evitar sanciones futuras.
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