El mercado de vehículos eléctricos chinos está en crisis. A pesar de los subsidios gubernamentales y una base de clientes masiva, decenas de marcas están desapareciendo.
China, que se ha consolidado como el mayor mercado de vehículos eléctricos del mundo, tiene más de 100 marcas compitiendo por un espacio cada vez más reducido. A pesar de los generosos subsidios del gobierno y una población de más de 1.400 millones de personas, la saturación del mercado está llevando a la quiebra a varias empresas, incluyendo algunas que parecían prometedoras.
Y es que, en los últimos años, el país asiático se ha establecido como líder mundial en la producción y venta de vehículos eléctricos (EV), con más de 9.5 millones de unidades comercializadas en 2024, representando el 59% de las ventas globales. Sin embargo, detrás de estas impresionantes cifras, se esconde la realidad anteriormente nombrada: el abarrotamiento del mercado y la feroz competencia están llevando al colapso a numerosas startups.
Ji Yue, una ambiciosa joint venture entre Baidu y Geely, ejemplifica esta crisis. Lanzada en 2023 con la promesa de revolucionar el mercado con vehículos inteligentes, presentó modelos como el Jiyue 01 y el Jiyue 07, equipados con tecnología de conducción autónoma y diseño futurista. Sin embargo, problemas regulatorios, una estrategia de precios poco competitiva y una gestión interna caótica la llevaron a un veloz declive. En diciembre de 2024, Ji Yue anunció una reestructuración masiva, incluyendo despidos en su departamento de I+D y la suspensión de entregas de vehículos.
Más afectados
Neta, conocida por su modelo Neta L, un EREV compacto lanzado en el Auto Show de Beijing por aproximadamente USD$14.000, también enfrenta dificultades. A pesar de vender más de 60.000 unidades en 2024, la empresa anunció despidos significativos en 2025, con informes que sugieren la eliminación completa de su departamento de I+D. La falta de innovación y la presión de precios han dejado a Neta en una posición precaria .
Entre tanto, Yuanhang, una subsidiaria de Dayun, lanzó vehículos como el Yuanhang Y6, con características destacadas como un techo panorámico de doble panel y un sistema de sonido de 19 altavoces . Sin embargo, la marca luchó por diferenciarse en un mercado saturado y enfrentó dificultades para vender más de unos pocos cientos de unidades al mes, lo que llevó a despidos y una disminución significativa en su presencia en el mercado.
Estas empresas no están solas en su lucha. Otras marcas como HiPhi, Aiways y Evergrande Auto también han enfrentado desafíos similares, con algunas desapareciendo del mercado antes del Auto Show de Beijing. La competencia salvaje, impulsada por gigantes como BYD, que ahora posee el 27% del mercado de EV en China, ha dejado a más de 50 marcas luchando por una porción del mercado restante.
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Más impases
Además, las tensiones comerciales internacionales han exacerbado la situación. La imposición de aranceles del 100% por parte de Estados Unidos y Canadá a los EV importados de China, junto con investigaciones de la Unión Europea sobre subsidios, han limitado las oportunidades de exportación para las marcas chinas
De acuerdo con BloombergNEF, se espera que el mercado chino de EVs siga consolidándose, dejando fuera a las marcas más débiles. Además, las restricciones a las importaciones chinas en EE.UU. y Europa están dificultando la expansión internacional, lo que aumenta la presión sobre las empresas locales.
Por ahora, se puede evidenciar que el colapso de estas marcas demuestra que, incluso en el mercado más grande del mundo, los subsidios y la demanda no garantizan el éxito. La competencia feroz, los altos costos de desarrollo y las barreras comerciales globales están acelerando una selección natural empresarial.
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Paola Reyes Bohórquez.