Así como Estados Unidos tiene prohibida la entrada de vehículos chinos al país, Pekín respondió con sus propios impuestos.
Estados Unidos tiene prácticamente prohibida la entrada de vehículos chinos al país, a razón de los impagables aranceles que se aplicaron desde el año pasado a los modelos provenientes del gigante asiático, y que superan el 100%. Sin embargo, Pekín no se quedó con los brazos cruzados y respondió con sus propios impuestos.
Recientemente entró en vigor una medida que impone aranceles del 150% a los vehículos que entren a China importados de Estados Unidos. Situación que también está generando respuesta entre las automotrices. Por ejemplo, Ford anunció en las últimas horas, la suspensión de sus exportaciones al mercado chino, pues no es razonable asumir tan altos costos.
Esto pone a la marca del óvalo azul y a otras más, en medio de una ‘guerra de impuestos’ que, indenpendientemente de los interés políticos, repercutirá en el alza de los costos de producción de vehículos y en los precios finales del consumidor. Desde ya, se anticipan perdidas millonarias para los fabricantes de automóviles que se encuentran ‘atados de manos’.
Detalles de la decisión de Ford
Si bien Ford ha mantenido una presencia estratégica en el mercado chino de automóviles durante más de dos décadas, a diferencia de sus competidores, su trayectoria en China ha estado marcada por altibajos. Mucho de esto tiene que ver con los cambios en las preferencias de los consumidores, la intensa competencia local y los desafíos socioeconómicos.
Estados así las cosas, la marca estaba exportando desde Estados Unidos al gigante asiático modelos como la Ford F-150 Raptor, Bronco, Mustang y modelos Lincoln, como Navigator y Nautilus. Estos mismos vehículos, exceptuando al Lincoln Nautilus sobre el cual asumirá los elevados costos, dejarán de enviarse a China indefinidamente.
Según el último informe financiero de Ford referente al año fiscal 2024, la marca vendió 400.000 vehículos en China, de los cuales solo 5.500 unidades se importaron de Estados Unidos. Y aunque parece un segmento pequeño, ha sido rentable para la compañía que se ha enfocado en nombres emblemáticos y caros con margenes de ganancia mayores.
Ford también brilló en China
Sin embargo, no todos los negocios de exportaciones se detendrán, pues Ford seguirá enviado a China motores y transmisiones fabricadas en territorio estadounidense, dado que los aranceles del 150% aplican exclusivamente a vehículos completos. Mientras que, al mismo tiempo, tiene que lidiar con los aranceles locales de Trump.
A pesar de los desafíos, China sigue siendo un mercado clave para Ford y de cierta manera, busca volver a esos años gloriosos en los que logró posicionarse como una marca confiable de vehículos familiares. Además, entre 2014 y 2016, el gigante asiático representó uno de los mercados más importantes para la compañía con más de 1.2 millones de unidades entregadas.
Jessica Paola Vera García.