Luca de Meo, CEO de Renault y presidente de ACEA, se pronunció sobre el futuro de los carros eléctricos en Europa ante la posible imposición de aranceles a los vehículos chinos.

La Unión Europea está a punto de decidir sobre la implementación de medidas temporales para los carros eléctricos chinos, una decisión que podría cambiar el panorama automotriz europeo. La Comisión Europea anunciará si comienza a frenar la entrada de estos vehículos, que amenazan con capturar una quinta parte del mercado europeo para finales de esta década.

Esta invasión china es impulsada por políticas europeas que favorecen el auto eléctrico, a pesar de las críticas de algunos fabricantes como Toyota y Renault. En una entrevista con Autocar, Luca de Meo, CEO de Renault y presidente de la Asociación Europea de Fabricantes de Automóviles (ACEA), elogió el enfoque de China respecto a la industria automotriz.

De acuerdo con De Meo, la industria europea fue arrinconada hace aproximadamente 10 años debido a problemas serios, como el escándalo del Dieselgate. Esto llevó a los legisladores europeos a establecer objetivos ambiciosos sin un análisis adecuado del impacto.

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China como ejemplo

«Los legisladores sintieron que era necesario cambiarlo todo. Fue ampliamente aceptado, pero no hubo ningún tipo de análisis del impacto que tendría», comentó el CEO de Renault. También criticó la fecha límite de 2035 para la transición completa a vehículos eléctricos, argumentando que debería haber sido 2040.

De Meo destacó que, a diferencia de Europa, China recompensa a las empresas que cumplen con los objetivos. «En China, recompensan a los virtuosos. Nosotros no hacemos eso. Castigamos a todos. Los que no cumplen son multados; y los que cumplen no reciben ninguna recompensa», dijo. Esta falta de incentivos en Europa, según De Meo, es un problema significativo.

El CEO de Renault también recordó un encuentro con un empresario chino que, sin experiencia previa en automóviles, había desarrollado un carro rival del Porsche Taycan. Este vehículo, que probó y no encontró defectos, estaba listo para venderse por 35.000 euros. Así mismo, resaltó este ejemplo para ilustrar la rapidez y eficiencia con la que China está avanzando en el sector automotriz.

Para De Meo, la solución para Europa es clara: aprender de China y mejorar sus prácticas. «Los europeos deben aprender de cómo trabajan los chinos, arremangarse y trabajar», afirmó. Dijo que las empresas chinas se enfrentan a una competencia feroz, con muchas de ellas no sobreviviendo, pero progresando significativamente gracias a su enfoque en la tecnología.

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Preocupación para Europa

La postura de Luca de Meo refleja una preocupación válida sobre la capacidad de la industria europea para competir en el mercado global de vehículos eléctricos. Mientras que las políticas europeas se centran en la regulación y el castigo, China avanza rápidamente gracias a incentivos y recompensas.

Para que Europa no se quede atrás, será crucial adoptar un enfoque más flexible y orientado al progreso tecnológico. La competitividad global dependerá de la capacidad de adaptarse y aprender de los mejores ejemplos, incluso si eso significa mirar hacia Oriente.


Paola Reyes Bohórquez. Con información de Autocar y Xataka.