Cada vez se agrava más la situación de la industria automotriz en Venezuela, que entre enero y noviembre de 2018 solo había producido 980 vehículos, en su gran mayoría de Ford y Toyota, únicas marcas que aún subsistían.
Uno de los temas del momento es la grave crisis humanitaria y gubernamental en Venezuela. La situación generada luego de que Nicolás Maduro asumiera un segundo periodo presidencial tras unas cuestionadas elecciones, por las que diversos países consideraron ilegítimo su gobierno, tiene al país vecino en una difícil situación a punto de salirse de control.
Como es sabido, el comportamiento de los sectores productivos mide la salud económica de cualquier país. Y para el caso de Venezuela, donde la industria automotriz llegó a ser una de las tres más importantes de Sudamérica junto a Brasil y Argentina, el escenario actual es devastador.
Una década en picada
Un informe del periódico chileno La Tercera cita a Gabriel Briceño, presidente de la Asociación de Distribuidores de Automóviles de Nueva Esparta, quien afirmó en una entrevista al diario El Universal que entre 2006 y 2008 la industria automotriz de ese país vivió una insólita bonanza llegando incluso a superar las 400.000 unidades vendidas en 2007.
Al inicio de la década actual, todo cambió. Entre 2010 y 2012 se entregaron 160.000 vehículos nuevos al público, pero luego de esa abrupta caída no ha habido una recuperación.
Para 2017, el mercado registró tan solo 3.572 carros al tiempo que la industria asentada en el país produjo apenas 1.774 unidades, que no llegaban a ser ni el 2% de la capacidad instalada.
2018: Caso crítico
Cuando esta redacción se dio a la tarea de buscar la información del sector automotor de Venezuela en 2018, no encontró datos oficiales. La Cámara Automotriz de Venezuela (CAVENEZ) ya no tiene un sitio web activo, pero el informe de La Tercera indica que entre enero y noviembre del año anterior la producción de autos en ese país logró unas escasas 980 unidades.
De los carros producidos allí en 2018, Toyota aportó 750 unidades, Ford fueron 216, 13 fueron de camiones Mack y apenas uno de FCA (Fiat Chrysler Automobiles). Las fábricas de Iveco y MMC Automotriz (Hyundai), no armaron ningún vehículo el año pasado.
Respecto a las matrículas, hubo una reducción cercana al 58% respecto a 2017. Según CAVENEZ, en los primeros 11 meses de 2018 se habían matriculado 1.299 unidades, un promedio de 118 unidades mensuales. Así las cosas, el año cerró con unos 1.400 carros nuevos en las calles venezolanas.
El ocaso de una industria
De la otrora próspera y pujante industria automotriz venezolana, queda muy poco. A la fecha, Toyota es la única compañía que continúa produciendo y lo hace por mantener el mercado local, pero todas las demás se han retirado a medida que la situación económica se agrava.
Fue el caso de Ford Motor de Venezuela, que luego de 56 años de trabajo cerró su planta de Valencia el pasado mes de diciembre, pues su producción solo alcanzó el 2% de la capacidad instalada. Lo mismo ocurrió con General Motors Venezolana (GMV), que anunció el retiro de la compañía del país vecino el 18 de abril de 2017, luego de que el gobierno socialista embargara sus instalaciones.
Por su parte, FCA hizo lo propio a inicios de 2018 a causa de una impagable deuda de 200 millones de dólares con el Estado venezolano, originada en la política local del control de cambio de divisas. Aunado a eso, la firma había acumulado 60 millones de dólares en pérdidas por la caída en la producción.
También se fueron Honda, Hyundai, Mitsubishi y más recientemente la llantera Goodyear, compañía que cesó actividades en diciembre destacando el cumplimiento de sus obligaciones laborales.
Lea también: Así era la Venezuela automotriz en 1998, justo antes de la Revolución Bolivariana
Previsiones para 2019
En las circunstancias actuales, es muy probable que se agudice la escasez de materia prima y demás insumos requeridos para el ensamble de vehículos. Así las cosas, según expertos consultados por el portal venezolano Producto, el mercado automotor de Venezuela debía vender unas 150.000 a 200.000 unidades anuales, pero este año no llegaría a 1.200.
Para subsistir el año anterior, las empresas decidieron recurrir a sus inventarios existentes. Pero en este momento, importar se hace mucho más difícil y vender mucho más con una inflación acumulada de 1.300.000% en todo el año 2018, y 191,6% en enero.
Lo cierto es que con el ritmo actual, todo es incierto. Y según expertos, no es claro si la industria automotriz de Venezuela sobrevivirá a este año.
Lea también: Toyota inició ensamble del Corolla 2018 en su planta de Venezuela
Óscar Julián Restrepo Mantilla. – Fuente: La Tercera, Producto.com.ve.