El Mercedes-Benz 180 ofreció la variante Diésel en su catálogo nacional, cuando nadie apostaba por este tipo de motorización. Esta publicidad confirma su llegada al país.

PUBLICRÓNICA No. 74.
Por Camilo Ernesto Hernández Rincón, historiador automotor.
Especial para EL CARRO COLOMBIANO.

La palabra «Diésel» está satanizada en el presente. El apellido de Rudolph Diesel dio nombre a su invención: un motor de combustión interna que, distinto al de gasolina, funciona por autoencendido propio del combustible que lo alimenta debido a la alta compresión generada sobre él, sin utilizar bujías. Su creación data de 1893.

Por lo general, estos combustibles son aceites pesados derivados del petróleo, que reciben diferentes nombres en español. En el caso colombiano, se conoce por la sigla A.C.P.M. (Aceite Combustible para Motores). Su aplicación inmediata sigue vigente, especialmente en camiones, buses y motores para usos comerciales o industriales.

Su uso práctico en automóviles livianos demoró por años. Pero Mercedes-Benz logró instalarlo en 1936 en el 260D, que logró éxito como taxi. Antes de la Segunda Guerra Mundial apareció el modelo 170 a gasolina, pero que popularizaría el Diésel desde 1949 en esta única referencia que pudo rehacer a esta marca pionera, en una posguerra que casi acaba con ella.
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Pero pasaron otros cuatro años para que apareciera la verdadera novedad del momento en las líneas de entrada: el W180, conocido como «Pontón». Este apodo lo llevaron varios modelos europeos de los años ’50, distinguidos por la carrocería estándar que aún reconocemos en toda la industria automotriz: tres volúmenes con baúl paralelo a la trompa, tal como lo usaban los americanos.

Mercedes-Benz 180 D Pontón

Mercedes-Benz 180 D «Pontón»: el primer automóvil Diésel en Colombia

Aunque hubo un antecedente en la década de los «felices años veinte», el modelo 170 marcó la llegada oficial de Mercedes-Benz a Colombia en 1948. Pero el 180 es aún más difundido y reconocido por muchos, como el Mercedes más antigüo del que se tiene memoria en el país.
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Pese a ser más discreto, su prestigio y precio agrietarían el pedestal que por años ostentaron Cadillac, Lincoln y Packard. Desde entonces y hasta hoy, la marca de la estrella se convirtió en el paradigma del verdadero gran carro de lujo, acompañante obligatorio de mandatarios y potentados empresariales.
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No es muy fácil localizar publicidad colombiana del Mercedes-Benz 180, aunque consta su amplia difusión representada en muchos ejemplares conservados o restaurados. No es un auto extraño en Colombia. Lo que sorprende es que, en esos tiempos tempranos, el representante Auto Mercantil Ltda. se animara a importarlo también con motor Diésel, alternativo al de gasolina.

Mercedes-Benz 180 D Pontón

De hecho, esta propulsión tampoco era tan común en el transporte pesado del momento. Pero su difusión consta en al menos dos anuncios de igual diseño, pero divulgado en dos medios distintos: el diario El Tiempo y la revista Semana en su primera generación. Ambos, fechados el mismo día: 14 de junio de 1954.

Es una fecha particularmente especial. Un día antes, el Teniente General Gustavo Rojas Pinilla cumplía su primer año en el poder, celebrando también la llegada de la televisión colombiana.
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El Tiempo
así lo registró, junto con publicidad de los primeros televisores. Semana, por su parte, dedicó esa edición al mercado automotor del momento con una página central de fondo verde que mostraba un collage de los modelos vigentes en concesionarios.

Mercedes-Benz 180 D Pontón Colombia

Así era el anuncio

Llama la atención este anuncio, que se repite en ambos medios sin modificación alguna en diseño, pero sí en tamaño: cuarto inferior de página en el periódico, y página completa en la revista. Una gran ilustración en tinta y plumilla del vehículo, domina la escena. Como encabezado sobre un rectángulo negro alargado, la marca en blanco. Y debajo, la denominación «Tipo 180 Diésel».

Bajo el carro, un texto explicativo de una sola columna ancha rezaba el desarrollo que, desde hacía 18 años, había tenido Mercedes-Benz con esta nueva motorización. Se hablaba de ventajas como la economía, y de su combustible (A.C.P.M.), que viene entre paréntesis como aclaración del que es su nombre más difundido en el mundo, el gasoil.

Debajo de ese texto y como explicación incentiva, las frases «Récord de economía»«Para entrega inmediata». Se referencia que en la ruta Buenaventura-Bogotá se habían gastado $5,80 pesos del momento en combustible.

Aunque no hay forma de comprobar el transporte de automóviles recién importados desde puertos hasta los concesionarios en esa época, salvo la deducción lógica de un transporte en tren. Lo cierto, es que aún faltaban años para que llegara el concepto de «camión-niñera» que reconocemos en el presente. Muchas marcas arriesgaban sus mercancías en caravanas por carretera, y esta prueba de economía se pudo dar en dichas circunstancias.

Mercedes-Benz 180 D Pontón Colombia

En el extremo derecho, una línea negra recorre el anuncio de arriba a abajo, finalizando en punta de flecha. Allí, señala al que fuera por años el tradicional distribuidor de Mercedes-Benz para Colombia: Auto Mercantil Ltda., firma ubicada en la carrera séptima con calle 31 de Bogotá, cerca al Hotel Tequendama. Por entonces, era un nuevo foco de desarrollo económico de la capital, donde ya se instalaban muchos concesionarios.

Antes de finalizar esta línea, había otra ilustración sobre recuadro negro, de la mítica estrella de tres puntas en aro. Pero esta vez, como emblema instalado del capó y en vista de semiperfil. Algo raro en la publicidad de la marca.

Cabe decir que, muy seguramente, el espectador de la época aún desconocía lo que el nombre Mercedes-Benz significaba en el mundo.

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Mercedes-Benz 180 D Pontón

Evidencia

Este anuncio es toda una evidencia, no solo de la marca, sino de la aparición de los motores Diésel en Colombia. Así, se puede contrastar lo que vino en adelante: Colombia fue reacia por mucho tiempo a adoptar dichos motores, que solo se aceptaron en 1971 en el transporte masivo de pasajeros. Primero con busetas españolas, y luego con camiones y buses Dodge de Chrysler Colmotores.

Su uso en automóviles si ha sido mucho más difícil. Dicha resistencia al cambio la sufrió la propia Mercedes-Benz. Y su mayor prueba es la inexistencia absoluta de estos 180 Diésel en todos los registros actuales del parque automotor remanente. Eso lleva a pensar que no «pegaron», quedando sólo los de gasolina. Si se llegó a vender alguno, simplemente desapareció en el tiempo.

La misma marca insistiría una década después, con los muy raros taxis grises 200D de la línea W110, popularizada con el apodo de «colas». El mismo gremio también opuso resistencia a inicios de este siglo a los Chevrolet Corsa Taxi Diésel y Tata Índica, además del mercado particular que también se negó y mantuvo dicha posición.
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Todo esto, además, se condicionó con la actual crisis medioambiental que generó un mal concepto por sus emisiones al aire, así como por el característico ruido de la máquina. Precisamente, es eso lo que hoy tiene a los motores Diésel en el ojo del huracán.

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CRÉDITOS:

  • Textos e investigación: Camilo Ernesto Hernández Rincón.
  • Fotografías: Archivo EL CARRO COLOMBIANO, digitalizadas por Marcelo Correa. Classic Trade.
  • Edición de texto, reconstrucción digital de imágenes y Dirección General: Óscar Julián Restrepo Mantilla.