Presente en Colombia durante los primeros años de la década de 1990, el Lada Samara fue en su momento la ‘cereza del pastel’ en la marca rusa. Su principal diferencia fue la puesta a punto mecánica, sumada a una favorable relación costo/beneficio.
Al hablar de Lada, muchos traen a la memoria a dos modelos esenciales. Primero, al campero Niva que a sus 45 años sigue vigente, y al 2106, un sencillo sedán basado en el Fiat 124 de 1968 que, aunque desde esa época se produjo en Rusia, a Colombia llegó apenas en 1992. Pero el modelo más llamativo de la marca, sin duda, fue el que hoy recordamos: el Lada Samara.
Producido entre 1984 y 2013, este automóvil ruso se posicionó dentro del segmento B por su tamaño y características, concebido con la intención de ofrecer detalles técnicos de avanzada, sumados a una notable versatilidad y una mayor relación de costo/beneficio en el mercado.
La apuesta fue exitosa, pues logró el favor del público especialmente en su país. Se diversificó de tal manera, que a las carrocerías hatchback iniciales de 5 y 3 puertas, se sumaron luego modelos sedán de 4 puertas, y convertibles.
Génesis y estreno
La historia del Lada Samara se remonta a 1977, cuando la firma rusa desarrolló el prototipo 1101 Ladoga que, finalmente, se hizo real en diciembre de 1978. Esa fue la base para que se ajustaran detalles como el diseño, la seguridad y sobre todo, el conjunto motor/caja, aspecto en el que la alemana Porsche colaboró como asesor directo.
Así, el nuevo modelo debutó en Rusia en enero de 1985, inicialmente con una única versión hatchback de tres puertas (VAZ 2108). Su equipamiento abarcó asientos calefactados, lava faros, aire acondicionado, indicadores de consumo y temperatura del agua, y voltímetro con indicador de carga de la batería.
Al tiempo que iniciaba su expansión internacional, llegando a Europa, Asia, Canadá, Australia y América del Sur, el Lada Samara presentó en 1987 su versión de 5 puertas (VAZ 2109), paso fundamental para extender su mercado de manera sustancial, al catalogarse como un automóvil familiar.
Los primeros modelos contaron con tres opciones de motor: 1.1 litros de 53 a 58 caballos, 1.3 litros de 61 y 65 caballos, y 1.5 litros con 68 y 71 caballos, en todos los casos con carburador monocuerpo y encendido electrónico. Eran una evolución de los motores derivados del Fiat 124, pero el ajuste mecánico y de transmisión realizado por Porsche les otorgaba un mejor desempeño.
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Evolución
El primer ‘facelift’ del Lada Samara hizo su aparición en 1991, con una nueva parrilla frontal más baja y un capó más extenso, que llegaba hasta las luces. Esa novedad marcó la llegada de la versión Sedán (VAZ 21099) y el convertible, denominado ‘Natasha’.
Hubo más cambios en 1995, cuando el tablero de instrumentos se modificó incluyendo tacómetro, en detrimento del voltímetro que ya no estaba disponible, y una opción de reloj digital en el techo. También llegaron nuevos motores de 1.5 y 1.7 litros, el primero de ellos con inyección electrónica.
Un detalle muy particular fue la existencia del Lada Samara Tarzán, una especie de ‘crossover’ con la carrocería del Samara pero construido sobre la base mecánica del Niva 4×4. Gozaba de un motor 1.6 litros con carburador, frenos de disco en las cuatro ruedas y mayor altura al suelo.
Final de carrera
Para 1991, el Lada Samara llegó al automovilismo deportivo por la puerta grande. Como parte de un ambicioso plan de márketing para impulsar su venta a nivel internacional, este auto llegó al Rally Dakar mostrando grandes capacidades en todo tipo de terrenos y climas, y con tracción a las 4 ruedas.
La segunda generación del Lada Samara salió a la venta en 1996. En realidad, era una profunda actualización que adoptó un nuevo frontal, nueva configuración en la parte trasera y un equipamiento más completo, con airbag para el conductor. Además, existió una versión de motor rotativo Wankel, con 1.4 litros y 142 caballos.
Aunque inicialmente fue el carro más avanzado de su país, esa larga carrera comercial le produjo un inevitable estancamiento tecnológico. Si bien el Lada 110 de 1996 buscó reemplazarlo, el Samara continuó vigente hasta el 24 de diciembre de 2013, cuando finalizó su producción luego de 5,2 millones de unidades fabricadas.
De esa manera, en plena navidad, se cerró un exitoso ciclo para la industria automotriz rusa. Del total de la producción, el 70% correspondió a la primera generación.
Finalmente fue el Lada Granta, un sedán subcompacto basado en los Renault Logan y Sandero y el Clio de segunda generación, el encargado de tomar el lugar del Samara desde 2012.
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Presencia en Colombia
El Lada Samara llegó a nuestro país en 1992, como parte del ‘boom’ de vehículos importados tras el inicio de la apertura económica. La firma importadora Autos Cosaco lo trajo a su red de concesionarios en versiones de 3 y 5 puertas, con un motor de 1.3 litros y 63 caballos de potencia para el primero, y 1.5 litros de 72 caballos para el segundo. Ambos, se unían a una caja manual de 5 velocidades.
Tuvo realmente una escasa trascendencia comercial, aunque llamó la atención de muchos por las marcadas diferencias frente al resto de modelos Lada, reconocidos por su robustez y obsolescencia.
Además de sus grandes faros frontales y su enorme espacio interior, se caracterizó por una falsa placa con el nombre “Samara”, instalada en el lugar de la matrícula y con la cual se entregaba a los compradores.
Según afirmó José Clopatofsky tras una prueba de ruta realizada en en 1994 (*), este vehículo ofrecía un diseño atractivo pero acabados muy arcaicos, con plásticos de baja calidad. El experto destacó el tamaño de la cabina y su estabilidad, pero criticó su motor pequeño (1.3), la pesadez de los controles y relaciones de caja muy distantes, que afectaban su desempeño.
Para ese momento, el precio de venta del Lada Samara en Colombia era de $7.850.000, vigente para su versión de 3 puertas. Dicho valor, traído al presente teniendo en cuenta los incrementos del IPC, equivale a unos $37.000.000 de 2019.
Este vehículo se comercializó en el país hasta 1995 y actualmente, existen muy pocas unidades sobrevivientes debido a la dificultad que supone conseguir sus repuestos.
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Dimensiones
- Largo: 4,00 metros
- Ancho: 1,65 metros
- Altura: 1,33 metros
- Distancia entre ejes: 2,46 metros
- Peso en vacío: 815 a 1.200 kilogramos
Óscar Julián Restrepo Mantilla. (*) Revista Aló Carros, número 2, 1er. trimestre de 1994.
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