Hace 15 años la Ford Ecosport inauguraba el segmento de las mini SUV en Brasil y América Latina, sin pensar siquiera que se convertiría en uno de los mayores éxitos de la marca americana en los mercados emergentes y en los de primer mundo.
En aquel enero de 2003 todas las revistas del medio automotor brasilero tenían en su portada a la nueva Ford EcoSport, al tiempo que se reportaba en las más prestigiosas revistas de autos de América Latina. Era la primera incursión de la firma del óvalo en un segmento inédito para ese momento, el de las mini SUV, teniendo como principal estrategia ofrecerla a un precio cercano a unos 8.500 dólares de la época.
Cuenta la leyenda que la Ford EcoSport nació de un boceto en una servilleta dibujado por el entonces jefe de ingenieros de Ford, Luc de Ferran, hacia 1996. Como parte del proyecto Amazon, el vehículo fue una positiva realidad siete años después tomando la plataforma del Fiesta de quinta generación (MK5). Ambos modelos se empezaron a fabricar en el complejo industrial ubicado en Camaçari, estado Bahía, recién inaugurado.
En realidad, la EcoSport inicial era una versión SUV del monovolumen Fusion que se comercializaba en Europa, basado en el Fiesta MK5. En Brasil, Ford le añadió una mayor altura sobre el piso, portón trasero con apertura lateral y rueda de repuesto en ésta como un intento de conectar a la EcoSport con los verdaderos «todo-terreno», al menos visualmente.
Para obtener un precio bajo en el país vecino, Ford utilizó el mismo recurso que con el Fiesta MK5: la instalación de un motor 1.0 litro Supercharger con compresor mecánico que erogaba 95 caballos de potencia, mismo que ofreció el Fiesta en Colombia, el cual pagaba una reducida tarifa de Impuesto a Productos Industriales (IPI).
Además de aquel, la línea de propulsores estaba compuesta por el 1.6 litros Rocam de 98 caballos y el 2.0 litros Duratec de 143 caballos, todos asociados a una transmisión mecánica de cinco velocidades. Meses más tarde se lanzaría la versión de doble tracción (4WD) con el motor 2.0 litros y ya como parte de la línea 2004.
Comercialización en América Latina
Ocho meses después empezaron las entregas a las naciones de Mercosur y de América Latina. En septiembre de 2003 arrancó su ensamble en Venezuela para los mercados andinos con el motor Rocam de 1.6 litros, añadiendo luego el 2.0 litros Duratec, siendo esta última presentada en Colombia en la última semana de enero de 2004. La versión venezolana dejaría de armarse dos años después.
En el 2006 la EcoSport conoció sus primeros cambios a nivel mecánico. En Brasil desapareció el propulsor 1.0 litros Supercharger, mientras el motor Rocam 1.6 litros pasaba a ser Flex (funcionamiento con etanol al 85%) desarrollando 111 caballos de potencia. La versión 2.0 litros ya ofrecía opcionalmente una transmisión automática de cuatro marchas.
También llegó la edición especial FreeStyle, consistente en protectores para las puertas, bumpers en color gris y un curioso “mataburro” en color negro.
Actualizaciones
El tremendo éxito en ventas no logró encubrir las fallas en los acabados de la primera Ford EcoSport, que después de un tiempo se transformaba en una “caja de cubiertos” por el ruido que hacían sus piezas al circular en vías en mal estado, algo que reforzaría en nuestras tierras por la baja calidad del ensamble venezolano de los primeros modelos.
Tanta fue la preocupación que se convirtió en una de las principales prioridades de Ford en su reestilización de media vida a fines de 2007, como modelo 2008.
Entre los cambios en la parte frontal destacaron la ampliación de la parrilla y conjuntos ópticos alargados, mientras que en su zaga las luces traseras ofrecían un nuevo diseño con elementos circulares. Mejoró la presentación del tablero, principalmente en la consola central y las rejillas de aire, además de nuevos materiales fonoabsorbentes en la cabina para reducir el ruido interno.
Para el 2011 la Ford Ecosport recibiría su primer competidora en el segmento, la Renault Duster, y para enfrentarla adoptó leves cambios ubicando el logotipo con el nombre del modelo sobre la punta del capó, al estilo de los Land Rover.
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Segunda Generación
En abril de 2012 se presentó la segunda generación de la Ford EcoSport, ya convertida en un modelo global pues ahora también llegaría al mercado europeo. Se construyó sobre la base de la sexta generación del Ford Fiesta, incorporando motores Sigma de 1.6 litros y 110 caballos (115 caballos con etanol) en las versiones básicas.
Los modelos más costosos mantuvieron el propulsor 2.0 litros Duratec de 143 caballos (147 caballos con etanol) y la opcional caja automática Powershift de doble embrague y seis relaciones.
Posteriormente, esa misma transmisión llegó a las variantes con el motor Sigma 1.6 litros actualizado con doble comando variable de las válvulas, llegando a 122 caballos (135 caballos con etanol). La EcoSport 4WD pasaba a tener una transmisión mecánica de seis velocidades.
Nuevos competidores
A partir de 2015 se amplió la oferta del segmento de mini SUV con la aparición de la Honda HR-V y la Jeep Renegade, que debido a su éxito comercial desplazaron del liderato a la Ford EcoSport en el mercado brasilero. Un año más tarde llegarían la Nissan Kicks y la Hyundai Creta que iniciaron su producción en Brasil en 2017.
Para responder a la ofensiva, la Ecosport MK2 recibió a mediados de 2017 su primera actualización con cambios a nivel de imagen y de mecánica, siendo modificado el frontal, el tablero y el diseño de sus rines, entre otros aspectos, permitiéndole al modelo llegar no solo a Europa, Asia y América Latina, sino también a Estados Unidos, cumpliendo así un viejo deseo de Ford.
El motor 1.6 Sigma fue reemplazado por el Dragon 1.5 litros de tres cilindros y 123 caballos (137 caballos con etanol) y la transmisión Powershift dio paso a una automática convencional Selectshift de seis velocidades con convertidor de torque. El motor 2.0 litros recibió sistema de inyección directa (GDi), erogando una potencia de 168 caballos (176 caballos con etanol).
La Ford EcoSport de segunda generación fue presentada en Colombia en el Salón del Automóvil de Bogotá en 2012, y su actualización de media vida llegó al mercado nacional hace apenas unos meses, en octubre de 2017.
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Fabián Rojas Castañeda.