Algunas aerolíneas de bajo costo a nivel mundial están considerando implementar asientos verticales para aumentar la capacidad de los pasajeros. ¿Sacrifican la comodidad?
El futuro de los viajes aéreos podría dar un giro radical en los próximos años. Pues diversas aerolíneas, encabezadas por Ryanair, están evaluando la implementación de asientos que permitirían a los pasajeros viajar prácticamente de pie, una medida que aumentaría la capacidad de los aviones en un 20% y reduciría costos, pero que ha generado controversia por sus implicaciones en la comodidad y seguridad.
El fabricante italiano Aviointeriors presentó en la Aircraft Interiors Expo 2018 en Hamburgo su innovador SkyRider 2.0, un asiento que mantiene al pasajero en una posición semierguida, similar a una silla de bicicleta reclinada. Este diseño, una evolución del prototipo fallido de 2010, reduce drásticamente el espacio entre filas, permitiendo a las empresas aéreas maximizar el número de pasajeros por vuelo.
De acuerdo con CNN Travel, estos asientos están pensados para vuelos cortos de hasta dos horas, donde la comodidad absoluta no es prioritaria. «Los pasajeros podrán estirar las piernas libremente, pero estarán en una posición casi vertical durante todo el trayecto», explicó el medio. Aunque el concepto parece extremo, ya cumple con las normativas de seguridad internacionales, incluyendo cinturones adaptados para turbulencias.
Pionera y con vuelos económicos
Michael O’Leary, CEO de Ryanair, lleva años defendiendo esta idea. En 2012, anunció su intención de incorporar 10 filas de asientos de pie en sus Boeing 737, combinadas con 15 filas tradicionales. Según The Daily Mail, la aerolínea low cost planea lanzar esta opción en 2026, con tiquetes que podrían costar entre 1.2 a 6 euros (de 5.000 a 30.000 pesos COP aproximadamente) en rutas europeas.
Según declaraciones de O’Leary, la aviación debe evolucionar hacia modelos más eficientes. Por ende, si la gente quiere pagar menos, debe aceptar ciertas condiciones. Sin embargo, la propuesta ha enfrentado resistencia, ya que asociaciones de pasajeros y expertos en seguridad cuestionan cómo afectaría la experiencia en casos de emergencia o vuelos con turbulencias severas.
Pero en esta, para algunos, alocada propuesta Ryanair no está sola. Otras aerolíneas de bajo costo, especialmente en Asia y Europa, están estudiando prototipos similares. AirAsia expresó interés en 2019, aunque pospuso los planes por la pandemia. Mientras tanto, Aviointeriors asegura que ya tiene pedidos preliminares de varias compañías, aunque no ha revelado nombres.
Esta idea ha generado opiniones divididas. Pues tanto los defensores como los detractores ponen en la balanza sus pros y contras. Mientras los defensores argumentan que es una opción voluntaria para quienes priorizan el precio sobre la comodidad, los críticos señalan que podría normalizar condiciones inhumanas, siguiendo la tendencia de reducir espacio en cabina.
No hay nada oficial
Por lo pronto, la Asociación Internacional de Transporte Aéreo (IATA) aún no se ha pronunciado oficialmente, pero fuentes internas citadas por The Guardian advierten que cualquier diseño debe garantizar evacuaciones rápidas y protección en accidentes.
Así las cosas, la idea de viajar de pie refleja la creciente mercantilización de la comodidad en la aviación. Si bien democratiza los precios, también plantea dudas éticas: ¿hasta dónde pueden llegar las aerolíneas en su búsqueda de rentabilidad? Sin regulaciones claras, podríamos están evidenciando una brecha aún mayor entre clases económicas y premium.
Paola Reyes Bohórquez.