La presidenta de Colfecar, reveló que el sector ya registra 277 bloqueos en 2025 y alerta sobre el impacto de los altos costos operativos y la inseguridad vial.
Para nadie es un secreto que el transporte de carga en Colombia está en una encrucijada. Nidia Hernández, presidenta de la Federación Colombiana de Transportadores de Carga por Carretera, Colfecar, dio a conocer un panorama global de cómo se encuentra la situació para este sector.
En una entrevista con El Colombiano señaló cómo se han disparado los costos operativos, aumentó la regulación estatal y empeoraron las condiciones de seguridad. Lo anterior, mientras las obras de infraestructura avanzan a paso lento. El gremio ya reporta 277 bloqueos en 2024 y pérdidas por más de $700.000 millones.
La líder del gremio explicó cómo se ha configurado una crisis estructural que afecta la competitividad y sostenibilidad del transporte de mercancías por carretera, un eslabón clave para la economía nacional. Según Hernández, los gastos del sector han crecido a un ritmo muy superior al de la inflación. El combustible, que representa el 40% de los costos operativos, ha subido un 16% en solo 15 meses, y el nuevo ministro de Hacienda, Germán Ávila, ya ha insinuado nuevos incrementos.
Todo tiende al alza
A esto se suma el aumento del 22% en los salarios, acompañado de una reducción progresiva de la jornada laboral que encarece aún más el pago de horas extra en una actividad que funciona 24/7. Y como si fuera poco, los peajes también se han disparado: 30% de incremento desde enero de 2023, lo que termina por agravar la situación financiera de los transportadores.
“No estamos hablando de incrementos menores, son aumentos de dos dígitos”, subrayó Hernández. Y es que la entrada en vigor de un esquema de regulación estatal de fletes mínimos, que reemplaza el modelo anterior basado en oferta y demanda, ha generado distorsiones adicionales.
Aunque en teoría se busca proteger al transportador formal, el alto nivel de informalidad, más del 50% de las empresas no reportan al RNDC ni pagan contribuciones a la Supertransporte, genera una competencia desleal. “Nos obligan a cumplir con todo, pero competimos contra empresas que no reportan ni son sancionadas”, denunció la dirigente gremial.
Infraestructura estancada
Colfecar también reclamó una falta de ambición del Gobierno en términos de infraestructura. Aunque hay continuidad en los proyectos de cuarta generación (4G), no hay señales de nuevos proyectos estratégicos. En tal sentido, tal parece que la alta rotación de directivos en entidades clave como la Agencia Nacional de Infraestructura, ANI, ha dificultado la ejecución y el cierre de obras, lo que frena la competitividad.
“Las obras que hoy se inicien probablemente se entregarán en el siguiente gobierno. Se necesita voluntad política y visión nacional”, enfatizó Hernández. Otro factor negativo que se suma a esta crisis tiene que ver con la inseguridad creciente en las vías. Según Colfecar, se han registrado casos de: Extorsiones por grupos armados ilegales, vehículos incinerados en ataques terroristas, conductores secuestrados o robados y bloqueos permanentes por comunidades indígenas o campesinas.
Hay que decir que, en 2023, se registraron más de 800 bloqueos viales, con pérdidas cercanas a los $4 billones, y en lo que va de 2024 ya se cuentan 277 bloqueos, con afectaciones superiores a los $700.000 millones. “Se volvió un mecanismo de presión y los únicos que pierden somos los transportadores”, lamentó la presidenta de Colfecar.
Otro duro golpe
En medio de un contexto global volátil, Colombia, que se destaca más por ser un país importador que exportado, se enfrenta a un riesgo de inflación por la devaluación del peso y el encarecimiento de productos importados. Además, sigue en discusión un borrador de decreto del Ministerio de Comercio que busca subir los aranceles a los repuestos de vehículos, lo cual sería un nuevo golpe a la cadena logística y operativa del transporte terrestre.
“Lo que nos faltaba era que también subieran los aranceles de los repuestos. Sería desastroso”, advirtió Hernández. Por lo pronto, el panorama que presenta Colfecar no es menor: el transporte de carga es uno de los pilares de la economía colombiana, y su crisis afecta desde la competitividad industrial hasta el precio de los productos en el supermercado.
La suma de inseguridad, bloqueos, costos en aumento, informalidad sin control y un Estado que regula sin ejecutar infraestructura ni garantizar condiciones mínimas hace que el sector funcione con una carga insostenible. El mensaje del gremio es claro: o se toman decisiones de fondo, o el país verá comprometida su capacidad de mover mercancías con eficiencia, seguridad y equidad.
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Paola Reyes Bohórquez. Con información de El Colombiano.