Al estar listo el Renault Kwid ensamblado en Colombia, son evidentes sus diferencias frente al modelo brasileño que aún está en vitrinas. Analizamos los cambios.
El Renault Kwid colombiano ya es una realidad. Tras una inversión de 100 millones de dólares en su planta de Envigado, Renault-Sofasa inició el ensamble local de este vehículo de entrada, con una producción anual proyectada de 40.000 unidades. Este paso se traduce en un avance industrial significativo para el país, así como un salto en la calidad general percibida del vehículo.
Hasta ahora, el Kwid que se vendía en Colombia llegaba desde Brasil, donde se seguirá produciendo para abastecer su mercado interno. Sin embargo, la nueva versión ensamblada en el país adopta varios cambios y mejoras en diseño, terminados y equipamiento, resultado de los procesos industriales que se le aplicaron en la planta antioqueña. El resultado se percibe detallando el carro, desde el primer vistazo.
Recordemos, además, que el modelo colombiano no se quedará únicamente en nuestras fronteras. También se exportará a casi todos los países de América Latina, teniendo a México como su destino más importante. A esto se suma la incorporación de piezas fabricadas con biocompuestos derivados del cacao, un sello con la figura de un colibrí que identifica su origen nacional, y los avances en términos de calidad.
Renault Kwid colombiano: así cambió por fuera
A nivel estético, el nuevo Renault Kwid ensamblado en Colombia adopta las novedades reveladas esta semana para la línea 2026 del modelo en Brasil. Tanto allá, como aquí, las versiones Iconic y Outsider suman decoraciones en color verde limón, rines de aleación oscurecidos y nuevos esquemas de pintura bitono, además del color de carrocería Gris Cassiopeé. También incluye nuevas calcomanías decorativas.
Pero lo que más llama la atención está en las mejoras que se perciben a nivel de calidad general. Es evidente que en este auto se mejoró el ensamblaje interno: las uniones entre piezas están mejor alineadas, los plásticos interiores presentan una mejor textura y la tapicería luce con mayor nivel de detalle. Además, el vano motor está, por fin, pintado completamente con el color de la carrocería, detalle que tristemente identifica al Kwid brasileño.
Y por dentro
Adentro, el Kwid colombiano adopta un centro multimedia con nueva pantalla táctil de 8 pulgadas, cámara de reversa, cuatro parlantes y conectividad a CarPlay y Android Auto, ahora con los puertos de conexión en la parte baja de la consola. Precisamente, se reemplazó el conector 12V por una entrada USB-C. También se incluyeron decoraciones interiores en tonos más claros y nuevas opciones cromáticas.
Todas estas mejoras responden a un proceso de producción más controlado y dedicado, beneficiado por un 18% de automatización y una nueva cabina de pintura, el primero que funciona en Colombia con capacidad para aplicar pinturas en bitono. A todo esto se suma el trabajo realizado con proveedores nacionales que, desde Antioquia, Cundinamarca, Valle del Cauca, Caldas y Santander, aportan el 36% de las piezas del carro.
Mecánica igual, pero detalles más nuevos
En cuanto a su mecánica, el Renault Kwid nacional mantiene el conocido motor SCe de 1.0 litro, tres cilindros y 12 válvulas, que entrega 68 hp y 92 Nm de torque, unido a una caja manual de cinco velocidades. Es decir, no hay cambios. En seguridad siguen los cuatro airbags, frenos ABS y EBD, control de estabilidad, asistencia de arranque en pendientes, monitor de presión de llantas y anclajes Isofix. La novedad es la alerta de cinturones desabrochados para los ocupantes traseros.
Como compensación, el auto ensamblado en Envigado incluye piezas producidas con biocompuestos derivados de cacao colombiano, desarrolladas dentro de un proyecto conjunto con la Compañía Nacional de Chocolates y Essenttia. Estos materiales se utilizaron tras más de 50 ensayos técnicos y permitirán incorporar hasta 50 toneladas de insumos reciclables al año, en componentes internos como guías de aire y guardabarros.
Sumado a todo esto, para representar su origen, el Kwid colombiano llevará como insignia un colibrí. Este distintivo busca simbolizar la versatilidad y agilidad del producto, según la marca, identificándose además como un producto nacional. El colibrí acompañará a todas las unidades producidas en Envigado a manera de easter egg o «huevo de pascua» en la esquina inferior izquierda del panorámico delantero.
Precio: ¿es más barato por ser colombiano?
Aún no hay una lista oficial de precios ni versiones del Renault Kwid hecho en Colombia, pero se espera que la oferta se mantenga en niveles similares a los del modelo brasileño, que aún está disponible. Este se vende hoy desde $54.190.000 COP, unos 13.100 dólares al cambio actual, en las versiones Intens, Iconic y Outsider. Fuentes cercanas al proyecto señalaron que el modelo nacional estaría entre 50 y 60 millones de pesos.
Si bien ensamblar el vehículo en Colombia puede significar menores costos logísticos y un mejor aprovechamiento de los recursos locales, eso no garantiza per se un precio final más bajo. Para que el Kwid colombiano sea competitivo en precio, también debe tener volumenes de venta que permitan márgenes adecuados para la compañía, respondiendo además a las condiciones del segmento al que pertenece.
Por ahora queda esperar al lanzamiento comercial, previsto para junio próximo, cuando se entregarán todos los datos de versiones, equipamiento y precios definitivos. Ese será el momento para saber si, realmente, el Kwid nacional logra combinar producción local con una buena relación entre precio y beneficio.
Textos y fotografías: Óscar Julián Restrepo Mantilla.
Asistimos al lanzamiento industrial del Renault Kwid colombiano gracias a una invitación de Renault-Sofasa.