Tras dos años de trabajo, el Renault Kwid colombiano es una realidad que se percibe mucho mejor que el modelo brasileño. Quiere ser el nuevo «Amigo Fiel» y se exportará a más de 15 países.
Desde su llegada a Colombia, justamente hace seis años, el Renault Kwid se ubicó como uno de los carros más populares y vendidos del mercado nacional. Hasta ahora venía importado de Brasil, pero eso cambió cuando se anunció la inversión de 100 millones de dólares que permitió, después de dos años de trabajo, industrializar su ensamble en el país. Este proyecto abrió una nueva etapa para Renault-Sofasa y la industria automotriz colombiana.
Es así como, desde este 2 de abril de 2025, la planta de Envigado puso en marcha la producción del Kwid, con un segundo turno que iniciará en junio. Eso permitió crear nuevos empleos, aumentar la participación de proveedores locales y mejorar la capacidad instalada de la fábrica. Ahora, se estima una producción anual de 40.000 unidades, que irán al mercado colombiano y a la mayoría de países de América Latina, con amplia prioridad para México.
Según Renault, cerca del 36% de las piezas del Kwid colombiano provienen de empresas nacionales. Además, el vehículo se fabrica bajo estándares internacionales sobre la plataforma modular CMF-A, para lo cual se incluyeron más procesos automatizados, un nuevo taller de pintura bitono y mejoras importantes en eficiencia operativa. Esta industrialización fortalece la posición de Colombia como centro regional de producción.
Renault Kwid colombiano: de Colombia para el mundo
La inversión de 100 millones de dólares que el Grupo Renault hizo en la planta de Renault-Sofasa, permitió modernizar procesos, adecuar las instalaciones existentes y mejorar la infraestructura tecnológica de la planta. Como parte del proyecto se aumentó la automatización de los procedimientos de producción hasta en un 18%, y se instaló la primera cabina de pintura bitono del país, permitiendo mayor personalización para el producto final.
El inicio de la producción del Kwid permitirá, además, abrir un segundo turno que trajo nuevas oportunidades laborales, para las que se recibieron más de 8.000 postulaciones. Entre tanto, se realizaron más de 5.000 horas de capacitación técnica para preparar al personal en toda la nueva tecnología que se implementó. También hubo un impulso para la cadena de valor de la industria, con 24 proveedores activos en cinco regiones del país.
Por otro lado, uno de los objetivos principales es que el Kwid colombiano sea un vehículo de exportación, que llegará a toda América Latina desde México hasta Argentina, con la única excepción de Brasil. Por eso, para resaltar su origen, este auto nacional llevará como sello distintivo la figura de un colibrí, una de las aves más representativas del país, escogida por reflejar, según Renault, la versatilidad, agilidad y vitalidad del vehículo.
Sí, se ve y se siente mejor
Entre todos estos avances, la producción del Renault Kwid en Colombia también trae un paso adelante en sostenibilidad. Gracias a una alianza entre Renault-Sofasa, la Compañía Nacional de Chocolates y Essenttia, el nuevo «carro colombiano» incorpora piezas fabricadas con biocompuestos derivados del cacao colombiano. Componentes como guardabarros y guías de aire ahora incluyen este tipo de material, reduciendo su huella ambiental.
Denominada internamente «Proyecto Choco», esta iniciativa requrió más de 50 ensayos técnicos, 13.000 km de pruebas y 12 meses de desarrollo, involucrando a los sectores privado, público y académico. La compañía calcula que, este año, se utilizarán 50 toneladas de este biocompuesto en sus vehículos, como claro ejemplo de economía circular. Además, este material quedó avalado por el Grupo Renault para su utilización internacional.
Y, no podemos dejar de mencionarlo, el Kwid colombiano muestra avances visibles en calidad percibida. Se ve mucho más sólido, con un ensamblaje mejor de las piezas interiores, materiales de mejor textura y el vano motor pintado en su totalidad del color de la carrocería, mostrando una contundente mejoría frente al modelo brasileño. Todos ellos son detalles que muchos clientes esperaban, y que impactan directamente en la experiencia del usuario.
¿Por qué el Kwid?
La verdad es que, desde la primera vez que se develó al Renault Kwid, por allá en mayo de 2015, se pensó que sería un vehículo ideal para llegar a las líneas de producción de Renault-Sofasa, que por entonces estaba lejos de las posibilidades de tenerlo. Igual ocurrió cuando llegó al país, en 2019, desde cuando se han comercializado cerca de 42.000 unidades de este auto.
Parece una decisión tardía, pero la firma francesa encontró varias razones claras para traer su producción a las montañas antioqueñas. Entre ellas, su bajo peso (790 kg), un consumo de combustible eficiente (hasta 68 km/galón) y una redución importante en su impacto ambiental, emitiendo un 80% menos de Monóxido de Carbono y un 68% menos de hidrocarburos respecto a un carro similar producido hace 15 años.
En palabras de Luiz Fernando Pedrucci, Presidente de Renault América Latina, «la producción del Renault Kwid en Colombia es un claro reflejo de la confianza del Grupo Renault en el país, en la calidad del producto colombiano y en el talento local. Este proyecto no solo fortalece nuestra presencia industrial, sino que también consolida a la planta de Envigado como un referente regional».
Por su parte, el Presidente Director General de Renault-Sofasa, Ariel Montenegro, declaró que este auto «representa la confianza en el talento colombiano y la solidez de nuestra cadena de valor, que genera más de 7.000 empleos, para fabricar automóviles con estándares internacionales. Con este proyecto reafirmamos el compromiso de Renault con Colombia, el mayor productor de vehículos del país y un actor clave que aporta el 7% del PIB industrial«.
¿Es más barato por ser colombiano?
En cuanto a versiones y precios, aún no se han revelado pero se espera que mantenga una oferta competitiva. El estreno comercial del Renault Kwid colombiano será en un lapso cercano a un mes, y debería tener precios similares al actual modelo brasileño, que arranca en $54.190.000 COP, unos 13.100 dólares al cambio actual. Al respecto, se conoció que estaría entre 50 y 60 millones de pesos, es decir, casi igual al actual.
Recordemos que, para tener un buen precio, no solo es necesario que sea más barato de producir sino que también que sea rentable. Claramente, al ser ensamblado en Colombia cambia la estructura de costos de producción, pero también debe mantenerse en lo esperado del segmento. Por ahora, hay que esperar a su lanzamiento comercial para conocer ese dato.
Textos y fotografías: Óscar Julián Restrepo Mantilla.
Asistimos al lanzamiento industrial del Renault Kwid colombiano gracias a una invitación de Renault-Sofasa.