Con el fin de modernizar la prestación del servicio y tener mejores garantías para los conductores, la Federación Nacional del Taxismo (Fenaltax) lidera esta iniciativa para hacer más competitivo el servicio frente a las app de movilidad.

La cuarentena y la crisis por el Covid-19 en Colombia, dejó ver la gravedad que muchos sectores económicos viven, en cuanto a la economía y garantías laborales. Uno de ellos es el gremio taxista el cual vio reducidas su entradas y trabajo hasta en un 80% durante este periodo de confinamiento. 

La falta de regulación de plataformas tecnológicas, horarios extensos de trabajo, falta de seguridad social y normativas desactualizadas a las ofertas del mercado, son varios de los problemas que el gremio quiere atacar con la implementación de la nueva «Ley del taxi» de llevarse a cabo.

Dentro de lo que se busca, está la democratización del acceso por mérito a los derechos de reposición a favor de conductores que cumplan una serie de requisitos de antigüedad y acreditación sostenida con buenas calificaciones. Además, reglas de juego claras y sistemáticas para determinar capacidad transportadora en la ciudades de Colombia bajo criterios objetivos y de sostenibilidad.

Competitividad a futuro

A diferencia de lo pregonado por varios líderes taxistas como Hugo Ospina, Fenaltax quiere modernizar el servicio al público, mejorar la calidad laboral de los conductores, además de la competitividad sana frente al mercado actual del servicio de movilidad individual. El derecho al trabajo de las personas es el pilar. 

Se espera que con esta propuesta, mejoren las garantías laborales para los conductores, traduciéndose directamente en un mejor servicio para los pasajeros. Es una cadena la cual toca arreglarla desde la raíz, siendo el gobierno el principal actor para que esto ocurra, modernizando la legislación y normatividad actual.

Finalmente habrá que esperar el tránsito de esta normatividad  en el legislativo para que salga a flote, donde de llevarse a cabo, sería un cambio sustancial para el mejoramiento laboral y del servicio amarillo en el país. Ojala no termine viciando o dejarse permear por la corrupción típica del país, donde al final los conductores y usuarios son los menos beneficiados. 

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Nicolás Ramírez Ordóñez